CUESTION DE VIDA O MUERTE
El sacerdote y pensador Romano Guardini solía decir que es signo de madurez apreciar las cosas tal cual son y no como nos gustaría que fueran (1) una lectura atenta a lo que ocurre no puede dejar fuera la afectación que las personas viven y la manera de elaborar significativamente esa afectación en relación a los vínculos que tiene con otras y con su Nación.
Un aspecto crucial es observar las confianzas entregadas a su entorno, pero también, a la ciencia, a la política y las tensiones existentes en ellas para comprender los caminos que se toman como sociedad. Por más que no se quiera ver en la sociedad de Argentina hoy surgió una nueva pobreza que supuso, además, una profunda torsión cultural alineándonos hacia la lumpenizacion.
La social-democracia, marxistoide y neoliberal-libertaria viene operando un proceso de desnacionalización del hombre y de nuestras sociedades, se ha dedicado a pulverizar las memorias e instituciones (estatales o no) de cooperación social para sustituirlas por la atomización y la disgregación.
Vivimos en un país donde se ha erosionado los vínculos de solidaridad patriótica, donde la individualización y la fragmentación han rasgado los lazos comunitarios. Debemos darnos cuenta que hay que recuperar cuanto antes nuestra argentinidad maltratada desde hace décadas.
Podemos observar en este proceso que se suman día a día tragedias donde lo único que cambia es el nombre de los protagonistas. Las acciones llevadas a cabo bajo la bandera de “progreso” son un error que termina en horror, basta ver que a diario se producen hechos de violencia y lo peor es que ya nos estamos acostumbrando, por un lado, el miedo inducido a la presunta pandemia y por el otro el síndrome de acostumbramiento a las muertes violentas, si esto no es una guerra molecular (2) se le parece bastante.
Es cuestión de vida o muerte recuperar la búsqueda del bien común con patriotismo. Nuestras sociedades no son sólo aglomeraciones de intereses particulares y egoístas, no pueden ser sólo una carrera alocada contra nosotros mismos y el prójimo. Debe existir el interés general, que es superior a la suma de las partes.
La casta política argentina, en su totalidad, los unos los otros y los de más acá y allá presenta un aspecto payasesco y circense que la sumerge más en el lodazal en el que la sociedad la cree inmersa, escasean ideas y las que impulsan son las dictadas por el globalismo progre al compás de dadivas financieras.
Sólo hay “para la tribuna” debates que rondan el insulto, la agresión, a veces el disparate, siempre a los gritos están la inquietud, la enfermedad, la muerte, la sensación de colapso, en definitiva, generar el miedo y la desesperación para “construir” su poder a costa de la destrucción apátrida, pero nunca ninguna solución a los problemas concretos de la sociedad.
La totalidad de la “casta política” que nos viene gobernando desde hace décadas, sin excepciones, nos llevó a un estado de pauperización social. Históricamente los cataclismos son momentos de reorganización. Producen tal conmoción, trastocan profundamente nuestras experiencias y nos impulsan a reconfigurar la sociedad Nacional.
En esta época del desconcierto y la incertidumbre, de la desnacionalización, tenemos básicamente dos opciones, el sálvese quien pueda o la reconstrucción, con argentinidad y patriotismo, de una Nación con el sentimiento compartido de un destino común. Hoy es a todas luces una cuestión de supervivencia, de vida o muerte.
Marcos Kowalski
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Notas:
1.- Romano Guardini, “LAS ETAPAS DE LA VIDA”
2.- Este tipo de guerra aun cuando parece que practica una violencia que se ha liberado de la ideología, suele con el tiempo ser útil a intereses ajenos a la nacionalidad y terminan por mutar a enfrentamientos como se los describe en la guerra hibrida o en la doctrina Gerasimov https://saeeg.org/index.php/2020/06/19/1595/ .