EL TIGRE FUE MUCHO MÁS LEJOS QUE EL GATO
Autor: Ricardo Inti Alpert (@intialpert)
La aberración del manejo monetario ha llegado al paroxismo. Y en el actual año "del tigre", el costo de remunerar pasivos del BCRA equivale a crear 1,4 veces la cantidad de Pesos, equivalente al total del crédito que en el año "del gato", nos prestó el FMI.
45.000 Millones de Dólares. Y lo que el Banco Central paga, sin agregar el interés compuesto ni la sobretasa Notaliq, alcanza a los U$D 62.868 millones anuales. 1,4 veces. Cada año. Y crece.
La política de financiar el déficit fiscal con deuda o emisión son perversiones. Ya que el Estado tiene formas varias para que un país, su ciudadanía y aparato productivo, inviertan. No, que gasten.
Es inadmisible que los gobiernos municipales, provinciales y sobre todo el nacional; sigan manejados mayoritariamente (hay excepciones notables), por un conjunto de ineptos que considera que el Estado sensible debe ser insolvente y para ser solvente debe ser insensible.
Los países desarrollados tienen estados sensibles y solventes. Los bienes públicos como salud, educación, espacio público, seguridad, defensa, justicia, etc, son de buena calidad; y ni someten a sus clases medias a un tormento tributario, ni se endeudan, ni emiten dinero sin demanda.
Los países desarrollados son aquellos en donde los Estados, su ciudadanía y empresas, no "gastan". INVERTEN. No tienen déficit fiscal permanente y en todo caso, con diferente estilos y participación del sector público, un modelo de inversión sostenible.
Sin embargo nuestro Banco Central, acopia el 61,36% DEL TOTAL DE LOS DEPÓSITOS, para que las comunidades, familias y empresas no podamos usarlo en INVERTIR. Ya que el BCRA nos acusa a los ciudadanos de generar inflación si trabajamos. Es absurdo.
Y más cuando, por negarnos el crédito entre particulares a los ciudadanos, crea 63.000 millones de Pesos por día. Suficientes para demandar al tipo de cambio oficial, más de U$D 5.240 millones mensuales que nadie quiere vender a ese precio, que en lugar de dólar oficial es dólar progretudo.
Progretudo, porque un precio del dólar que con la excusa de desarrollar al país, subsidia importaciones y desincentiva exportaciones, aunque se diga progresista, es pelotudo.
Y si encima deja al pueblo sin vivienda, infraestructura y trabajo productivo, y crea dinero equivalente al costo real de 840.000 viviendas nuevas de 60m2 y U$D billete 600/m2 cada año, mientras el gobierno MIENTE que hizo 120.000 en 4 años que NO HIZO; harta.
Los pasivos remunerados del BCRA, a precio de dólar de mercado ($730) son hoy unos U$D 27.000 millones. Y si el BCRA tiene 7.000 entre pitos y flautas (oro incluído), como muchísimo sobran Pesos x U$D 20.000 millones. Y eso dividido 46 millones son unos U$D 435/persona.
Dolarizar puede ser o no una herramienta adecuada, pero el que dice que NO SE PUEDE... NO SABE.
Ya que si se puede gobernar sin déficit fiscal, y ESE es el desafío real, conseguir U$D 435 por habitante, a pagar en un programa a 8 años es casi una pavada. (OjO con votar a quien diga que eso es imposible, porque hay que mandarlo a Capusotto).
Puede no ser ideal, no ser conveniente, no ser urgente ni indispensable, pero es absolutamente posible. Y si tu economista de confianza te dice que no; no le pagues más sus honorarios porque te está estafando. Como decíamos antes, el problema no es la moneda, es aprender a gobernar y crecer sin déficit fiscal.
Por supuesto que tener una moneda sana es algo bueno. Pero con cientos de pudo especialistas de izquierda y derecha que dijeron durante años que las leliq "no son nada", que "no existen", que "se equilibran". Apostar a la moneda propia antes de cerrar las facultades de econochantas, es un error.
Si no probamos con el Dólar, probemos con cosas que se midan en Kilos, Litros o Metros, pero entendamos de una vez que NO HAY QUE CREAR UN SOLO PESO MÁS. Hay que hacer que los que existen se inviertan en crear riqueza y al pasar por AFIP se destruya el componente tributario.
Se puede crecer destruyendo dinero, ya que es su rendimiento real el motor de su circulación. Y no su cantidad nominal. Y si tu economista de confianza te dice que sigamos esta bicicleta absurda, sacalo de tu agenda porque te harán lo mismo que le hicieron a Argentina, al gato y al tigre.
