EL SEÑOR PILOTO

 


¿De donde creerán los burócratas que salen todos estos alimentos?


Autor: Juan Martín Perkins   


Entre productores agropecuarios leo posteos sobre las complicaciones que les ocasionan las medidas adoptadas por la política respecto de las aplicaciones de fitosanitarios.


Es pública y notoria la embestida que hay contra la producción. En la Argentina política existe la manía de balearse los pies. Es lamentable porque somos un país que lo tiene todo, pero también una política y burocracia que agobian y oprimen.


Estaba esperando que me atiendan en la carnicería de Juan Godoy, cuando se abrió la puerta y entró un prócer de Pehuajó, don Hector Constanzo, ex piloto de avión aplicador, gran tenista de Pehuajó, pero sobre todo, un señor.


Con sus jóvenes 86 años se sentó a mi lado y me regaló una linda y productiva charla.


Siempre disfruto compartir las reflexiones con un hombre sabio de trayectoria intachable.


Mientras charlaba con Héctor, pensaba en las aberraciones que hacen los ecoterroristas sobre la profesión en la que él se desempeñó tanto tiempo, de manera ejemplar.


50 años voló Héctor desde la pista sobre ruta 5 hacia los 4 puntos cardinales de todo el distrito de Pehuajó y vecinos, siendo él la prueba viviente de que la actividad que desarrolló es noble y fundamental, para la producción de los alimentos.


Mirando en derredor el palacio lleno de mercadería que Juan Godoy tiene en su carnicería, nos preguntamos con Héctor, ¿De donde creerán los burócratas que salen todos estos alimentos? ¿Por qué ponen trabas al campo y al trabajo?


Nunca tuve la oportunidad de decírselo, pero siempre admiré a Héctor. 


Observar su trabajo cuando le llevaba los productos a la pista, era un aprendizaje constante. 

Pulcro, ordenado, meticuloso, prudente, profesional… daba cátedra de responsabilidad.


Es un honor hablar de un personaje del pago tan ejemplar. Da orgullo destacar a un hombre que nunca habló de su trabajo y de su vida en primera persona, sino que destacó el “nosotros”. 


Siempre tan humilde, de bajo perfil, reflexivo y de expresión en voz baja, pero firme.


Cuando paso por el hangar y veo la pista sembrada de girasol y los galpones con un cartel de Nidera donde ya no se lee Constanzo-Larrosa, siento nostalgia por los tiempos en que se podía ver al Cessna AG-Wagon 300 azul y blanco reabasteciendo para colaborar en la tarea de hacer grande y vigorosa a la producción de alimentos en el oeste bonaerense.


Les pregunto a los ecoterroristas. ¿Por qué creen que fuimos la perla del oeste? ¿Cómo creen que cuidamos a las pasturas y a los cultivos de las plagas y malezas?


Celebro que el señor Héctor Constanzo se haya retirado a tiempo. 


Sería muy injusto y lamentable que hoy tuviera que padecer el escarnio como todos los colegas aplicadores que son perseguidos y tratados como delincuentes por gente que no califica ni para atarles los cordones.


Frente a frente en la carnicería de Juan, ante la mirada franca y atenta del gran piloto pehuajense de millones de vuelos bajos durante tantos años de servicio, recordé a Facundo Cabral cuando cantaba que había que volar bajo, porque abajo está la verdad.


Ante Héctor, sentí vergüenza por lo que estamos permitiendo que se haga con nuestra profesión… y me pregunté cuándo llegará la hora de que los hombres jóvenes se quiten la vergüenza “sustentable” y reaccionen en nombre de lo más noble, el trabajo de los hombres y mujeres de la producción.


Piensen en ello cada vez que se sienten a la mesa y miren el plato..


Gracias Héctor, sos un lujo de Pehuajó.



Juan Martín Perkins.

 

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