EL SÍNDROME DEL ESTAFADO O LA IMPOSIBILIDAD DE RECONOCERSE COMO UN BOLUDO
Autor: Hegeliano (@hegelianotw)
En la estafa, según las definiciones clásicas, hay un “ardid o engaño” que hace que la víctima disponga de sus bienes a favor del delincuente y este se aproveche y lo despoje. Algo bien clásico, común y que se ve todos los días.
Pero, hay una conducta que subyace en el tipo penal que es la ambición, la avaricia, la “viveza” del estafado, que cree que esta haciendo un negocio y en argentino 100% “cagando al otro” y resulta ser la víctima.
En política la estafa tiene características similares, se prometen cosas y el votante marcha feliz y contento a meter el votito, pensando que van a cumplir y que de esta manera “caga” al que no le gusta, en el caso de los votantes de Macri, el deseo íntimo era que los K desaparecieran para siempre, no hubo plan de gobierno, no hubo más que marketing de “equipo” y arengas de gurú de manual de autoayuda.
¿Pero que pasa cuando se da cuenta que lo que compró, lo que le prometieron, mediante ardides y engaños, no era lo que el quería y pagó? Furia, enojo, deseos de venganza.
Acá es donde se da la particularidad de la negación, se sigue culpando al enemigo, al que pagamos para que desaparezca, al que confiamos que nunca volvería.
Es como si nos estafara un desratizador, le pagamos para que nos elimine las plagas y alimañas, echa agua, perfume, les da de comer a las lauchas y todo frente a nuestros ojos, pero la culpa sigue siendo de las ratas.
La imposibilidad de internalizar la culpa, lo difícil de saber y aceptar que uno es un boludo que fue estafado lleva un tiempo, racionalizar que el estafador hizo su trabajo mal, que nos quito dinero, esperanza y tiempo, aceptar que las ratas seguirán existiendo y son ratas y no pueden con su naturaleza de ratas, de comer basura y decir que es deliciosa.
Algunos lo vimos con Macri pasados 6 meses con el capricho monumental de apoyar a Hilaria, Malcorra jugando su jueguito en la ONU sin condenar a Venezuela, y de ahí en más barranca abajo.
De nada sirve avisarle al estafado que la oferta es demasiado buena, de nada sirve alertar sobre los errores evidentes. Cosa análoga al engañado sentimental, negará, negará y negará haber sido engañado.
La disonancia congnitiva que produce la estafa solo el tiempo la permite asimilar, pero ojo, que en términos generales la resultante es furia desatada.
Es triste ver gente que creyó el “sí se puede, sí se puede” cuando TODOS veíamos que los hechos eran lo contrario, todo era “no se puede, explota todo”, lo veíamos con Lombardi bancando a Hebe en Canal 7, con el aún actual CCK, con la Evita del MOP, con un candidato a senador por CABA creador de la fatídica 125, un ministro de justicia inoperante, salvo para poner a su mina a hacer negocios en el ANMAC, un ministro disfrazado de planta, un secretario jugando a Zoolander con sus chongos en NY pagado por nosotros, un "empresario" cuestionado por AFIP que pide 70 millones de dólares al BNA y que, foto con el presidente mediante, los consigue en 2 días.
Esto a la luz del día, TODOS lo vimos, pocos alertamos y fuimos digitalmente apedreados, tildados de enemigos del cambio y por poco kirchneristas.
Recuerdo a Alfonsín después de huir, que por años no pudo caminar por la calle, vaticino un futuro similar para los amarillos, con el agravante de la cárcel.
Por ahora sólo me voy a sentar a esperar, no voy a decir públicamente “se lo avisamos”, pero lo voy a pensar, mientras el país se desmorona por la incapacidad del gobierno del “no se puede” y las ratas nos invaden de nuevo.
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