¿POR QUÉ PERDIÓ?




¿Por qué perdió JUNTOS POR EL CAMBIO (CAMBIEMOS) en las últimas PASO?


Por Hyspasia (@Hyspasia)


De analizar los resultados de las PASO 2019 y compararlos con las PASO 2015 la primera conclusión es que no sólo no le fue mal al oficialismo sino que le fue muy bien. Más que bien si uno tiene en cuenta el desastroso manejo de la economía.

Los partidarios del oficialismo han estado tan ocupados quejándose que no miraron los números.

Vamos a mirarlos.

En el año 2015 fueron a votar 24.021.816 personas. Los votos positivos (los votos por algún partido en particular, es decir sin tomar en cuenta los votos en blanco, los anulados, etc.) fueron 22.551.076.
Es decir, 22 millones y medio de personas dijeron: "Me gusta éste".

¿Cómo fueron los números cuatro años después?

Fueron a votar 25.861.050 (1,8 MM más) y los votos positivos fueron 24.660.382 (dos millones más de personas que cuatro años antes). Hubo una caída significativa de los votos en blanco.

¿Cuánto sacó el oficialismo en una y otra elección?

2015: 6.791.278
2019: 8.121.689
Esto es, 1,4 MM más. Se apropiaron de gran parte del crecimiento del padrón.

El gobierno obtuvo ocho millones de votos, el 33% de los votos positivos. Uno de cada tres votantes que eligieron a alguien, eligieron al oficialismo. Un exitazo. Subieron un 10% respecto al 30% anterior.

Entonces ¿por qué tanta preocupación?

Porque esperaban otra cosa. ¿Cuáles eran las expectativas?

Bueno, entremos en el terreno de las especulaciones.


MASSA/DE LA SOTA

En las PASO del 2015, la alianza de Massa/De la Sota logró 4.639.405.

Esos fueron los votos que - parcialmente - lograron empujar a Macri a la presidencia en la segunda vuelta. 

La gran apuesta, se hace evidente ahora, con el diario del lunes, por parte de los cráneos oficiales, era absorber esos votos, pasando por alto cualquier representación que pudieran tener. Con De la Sota muerto y la figura de Massa un poco desdibujada por sus coqueteos con Donda y Stolbizer, creyeron que era el momento de obtener esos votos en forma directa. 

Se armó un grupo para tratar de darle forma a esos 4,6 millones de votos, integrado por Schiaretti, Pichetto, Lavagna, Urtubey, Massa. La apuesta del gobierno - exitosa - fue dinamitarlo para apropiarse de su eventual caudal. La integración de Pichetto en la fórmula es sólo la exteriorización del acuerdo de Casa Rosada con el gobernador de Córdoba. Y se vio que los resultados cordobeses del 2019 les dieron la razón.

¿Y Massa? Massa quedó devaluado luego de la votación a senadores de provincia de Buenos Aires 2017 donde quedara tercero. 

Acá voy a apelar a la memoria del lector. Luego de ganar las elecciones del 2015, Macri y Massa fueron juntos a Davos, con la idea de presentar a terceros un frente unido. Un año después, desde un estrado el presidente declaró, refiriéndose a Massa "¡Te llevé a Davos!".  Cuando lo escuché pensé: "Este hombre no entendió nada". 



En efecto, Macri no "llevó a Massa" a Davos. Por el contrario, Massa convalidó ante terceros que si bien Macri sólo contaba con un bloque minoritario en el Congreso, había conformado una alianza que le iba a permitir gobernar. 

De hecho, durante los dos primeros años de gobierno, pudo pasar todas las leyes que quiso por el Congreso gracias a la alianza en Diputados con Massa y en Senadores con la mayoría de los gobernadores provinciales.


4,6 Millones de Votantes

Son los que votaron a Massa/De la Sota en el 2015. ¿Cómo es esa gente? De todo tipo. Pero hay una mayoría de personas que son de clase media baja o clase baja con prioridades muy claras: seguridad - que no te asalten camino a la parada del colectivo -, actividad en el mercado interno - porque o son propietarios de comercios o de pequeñas empresas o son empleados de ellas -, algunos sindicatos, personal de fuerzas de seguridad o seguridad privada, de salud, empleados públicos. En su mayoría es gente que puede ser que la política le interese poco y la dicotomía peronismo-antiperonismo ni la inmuta.

¿Qué pasó con esas personas? Se repartieron entre Lavagna, que se llevó menos de la mitad, los cordobeses votaron el acuerdo Schiaretti-Macri, y otros se fueron con FF.



Queda claro que la única chance del oficialismo de agrandar su base electoral era apostar a los carniceros de Lanús, a los empleados de estaciones de servicio de Quilmes, a los policías de Morón, a las enfermeras del Hospital de Niños de La Plata que había votado a Massa/De la Sota. Nada de eso sucedió. No movieron un dedo para sacarle los "votantes" a Massa/De la Sota, el único campo fértil del cual disponían. 

Por el contrario, se enrolaron en las huestes de la corrección política y el progresismo, donde siempre iban a ser el producto de imitación y no el de clase A, que es Fernández y Fernández. Pensaron que ese abandono se arreglaba con un acuerdo de cúpula con Schiaretti. Funcionó...parcialmente. 

El 27 de Octubre

La decepción del oficialismo es porque va a ser difícil superar sus ocho millones de votos, la única apuesta posible. Realmente FF lo embromaron. Porque ellos sí supieron ir a buscar - parte - de esos votos. Cristina Fernández se comió su ego y se reunió con Moyano, y aceptó que Massa fuera el cabeza de lista de diputados de PBA. Fernández moderó su discurso que parece casi capitalista. Kicillof se caminó toda la provincia y tiene un discurso más que coherente en términos económicos. Peretti en Santa Fe es muy moderado.


Es decir, la oposición de FF salió a buscar esos votos moderados y de derecha cuidando lo que dicen, diciendo poco, pero sí cosas como "vamos a pagar", "estamos con todos", etc.

Entonces al oficialismo le quedan pocos opciones para crecer. Puede tratar de sacarle votos a Lavagna, GC y Espert, pero es difícil porque son votantes específicos que de alguna manera u otra el oficialismo ofendió o perjudicó en sus tres años y medio de gobierno.

Misceláneas

El troskismo subió de 740.000 votos a 900.000 votos (sumados ambos grupos).
Se crearon dos opciones de derecha, una de la tradición conservadora argentina como GC. Una excelente elección, más si se tiene en cuenta los magros fondos con los que contaba. Con el dinero que reciba luego de las elecciones podrá trabajar mejor para la elección del 2021. 
Y Espert, a pesar del amateurismo, consiguió medio millón de votos. Tiene defectos, detallados por @Altrightar acá. Sin embargo posee el mérito de haberse animado y haber apostado.

Futuro

El oficialismo desperdició una oportunidad única: demostrar que un gobierno no-peronista no hace mierda el país. 

No pudieron.

Se abocaron a los negocios personales. La banca, que llevó al país a la ruina con Alfonsín (plan primavera), De la Rúa (megacanje) y ahora, siempre de la mano del Coti y de Machinea. La verdadera concesión al radicalismo de capital federal. 

Cambiemos se quedó con todos los puestos de gobierno, el negocio del petróleo y los servicios y el trapicheo habitual de las contrataciones gubernamentales y la obra pública. Pusieron la energía en eso y no en gobernar. 

Queda claro que toda fuerza que enarbole como único mérito su antiperonismo tiene un 33% de piso, haga lo que haga.

Si analizamos todo lo sucedido y el pobre criterio para armar alianzas, JUNTOS POR EL CAMBIO hizo una elección excepcional.

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Agradecemos la difusión del presente artículo:   

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