QUEREMOS BAÑOS


Autor: Juan Martín Perkins 

-“No hay que preocuparse porque los chicos pierdan días de clase. Lo importante es que aprendan a luchar, no a calcular la raíz cuadrada”.

La frase del “dirigente” chubutense cayó como anillo al dedo a la “lucha” de los alumnos del colegio Nacional por conseguir que les arreglen y habiliten los baños.

La sanitaria, siempre nos ha parecido una causa menor. Es una pauta cultural muy nuestra sobre la que deberíamos reflexionar.

En Pehuajó proliferan las aguas envasadas porque todo el mundo sabe que por la red corre agua venenosa, según nos dicen.

En mi casa consumimos “AGUA VA”, agua rica, extraída de unos pozos manantiales de la zona de Girondo.

Curioso nombre “Agua Va”. Curioso porque ese era el grito que anunciaba que uno arrojaba por la ventana las aguas servidas y todo lo que hoy se elimina por una cañería.

El tema sanitario y su manejo ha sido históricamente muy relevante para la humanidad y sus grados de civilización y desarrollo.

Pensemos, el que ha tenido la suerte de ir a Europa habrá visto obras sanitarias que funcionan aún con 2000 años.

El imperio romano, por ejemplo, hizo los acueductos que hoy nos maravillan. ¿Fuiste a Segovia? No te lo puedo contar hoy acá, pero si fuiste a Londres te habrán ofrecido ir a las termas romanas de Bath… ¡¡son baños y tienen 2.000 años!!

Nada habla tanto de una sociedad como el tratamiento de sus necesidades sanitarias.

Desde la Edad Media, el hombre sabe que tiene más probabilidades de morir por una peste que por Las Cruzadas o cualquier guerra al servicio de un Rey.

Es por eso que Londres, Edimburgo, Paris, Madrid y todas las ciudades, pasaron del grito de AGUA VAAAA y revolear todo a la calle a construir, sanear y sistematizar todo el sistema.

Vas a Europa, que está llena de otros problemas, pero te asombra la educación y la limpieza.
Educación y limpieza. Y digo primero EDUCACIÓN y luego limpieza y orden como consecuencia.

Si alguna vez fuiste al palacio San José en Entre Ríos, habrás visto y aprendido que por esa residencia presidencial de Urquiza pasaron personalidades notables como Alberdi y Sarmiento… bueno, se lavaban con un jarrón de agua y una palangana de loza y defecaban en un cajón de la cómoda dentro de la habitación. Por la mañana, un sirviente llevaba el cajón de interior enlozado a vaciar su contenido célebre, en algún pozo sanitario lejos del palacio.

Digamos que hemos tenido cierta “evolución” sanitaria. Escasa para mi gusto y experiencia. 

El que haya viajado y conozca baños públicos de otras latitudes me dará la razón. Estamos atrasados.

La política siempre nos metió la cola porque lo sanitario no se ve. Y lo que no se ve no trae votos. La prueba de lo que digo es la gobernadora actual que hizo cloacas y perdió como en la guerra.

Nosotros no gritamos “¡Agua Va!” pero revoleamos bastante a la vereda. Mas que bastante pueden verse vehículos de todo tipo con gente revoleando basura en alguna cuneta. También acostumbramos soltar el perro para que haga necesidades en la calle y está naturalizado que pululen perros sin dueño por la vía pública.

Puedo escribir todo el día sobre nuestra pauta cultural sanitaria. Como los chicos del Nacional, podríamos hacer carteles que dijeran “Queremos cloacas” “Queremos agua apta para consumo”.

Londres, cuna de la revolución industrial, está a orillas del Támesis que fue, en ese momento, el río mas envenenado del mundo. Hoy, los ingleses y todos los inmigrantes y turistas que visitan Londres, ciudad mas cosmopolita del mundo, toman agua corriente de la canilla, extraída del Támesis. Y cuando te sentás en un restorán y pedís “tap water”, te traen una jarra y no te la pueden cobrar. Limpiaron el Támesis en 3 años. Acá nos roban en nombre del riachuelo pero no nos importa porque para nosotros no es prioridad.

Y en Pehuajó seguimos acarreando a La Salada la culpa y la vergüenza sin tratar, en estado de caca natural.

Como dije, en lo sanitario se ve el tipo de sociedad que somos… tenemos basural a cielo abierto, no separamos los residuos, tiramos la basura en cualquier lado, somos así y ahora nos dicen que mas que educarnos es aprender a luchar. No sabemos unir causa con consecuencia. Creemos que algo está sucio porque otro no lo limpia, pero no entendemos que para estar limpios NO TENEMOS QUE ENSUCIAR, además de limpiar.

Dije antes que todo es consecuencia de la EDUCACIÓN y lo repito.

Ojalá pronto el Nacional tenga sus baños y esta vez los cuiden.

Una de las consignas que leí decía: “Tenemos derecho a tener baños en buenas condiciones”
Yo le hubiera agregado intercalada a la frase otra consigna: y la obligación de conservarlos para que los puedan usar las próximas camadas de estudiantes.

Pensaba en mis años de Nacional, en la presencia y autoridad del Director… Chilin García que todavía es ejemplar.

Recordé a La Gallega Gallo, toda una institución educativa… a Carmen Potenza!!! todavía mi amor.

Recordé a un señor profesor de historia, de cuando aún el relato no nos había secuestrado la historia para lavarnos la cabeza.

Recordé a Calvo parado en el frente del aula, recorriendo la lista con la punta de su Parker para llamar a dar lección.

Me vi sentado con mi pantalón gris y saco azul, recorrí la imagen de orden y respeto mientras se escuchaba el vuelo de una mosca… y sentí gratitud por los tantos profesores que me enseñaron a sacar la “raíz cuadrada“.

Cuando oigo la nueva enseñanza de “la lucha” tengo toda la sensación de que estamos yendo para atrás.

Juan Martín Perkins.  
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