PRODUCCIÓN IV
Qué paradoja, que teniendo motivos de sobra para ir a robar/
Al delito yo lo esquivo, inventando trabajo de donde no hay
Ataque 77
Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)
Decálogo de desarrollo posible:
Tipo de cambio alto (que estimule las exportaciones) .
Tasa de interés baja o nula.
Baja violenta de la carga impositiva en todos los niveles de gobierno y a todas las personas, ya sea familias, comercios, industrias o servicios.✓
Inversión brutal en infraestructura: ✓
FFCC ✓
Red Vial ✓
Flota marina y fluvial ✓
Transporte aeronáutico de mercadería y persona
Plan para estimular la reubicación de la población en el territorio nacional mediante esquemas de subsidios y castigos más mejora de servicios públicos en toda nuestra extensión. ✓
Sistema de ahorro de las familias (ORO) y de compra de bienes durables (vivienda). Tanto el ahorro individual (hucha), ahorro cuenta ANSES como colectivamente mediante la acumulación de reservas en el BCRA.
Estímulo a la capitalización de empresas.
Corrimiento de la frontera agropecuaria y mejora de rendimientos. Aumento de rodeos. ✓
Pesca y energía.
Política de inmigración. Educación básica y de oficios.
Un compañero de trabajo me marcó esta semana - con justa razón - que falta el punto “11. DEUDA NUNCA MÁS”. No hay que endeudarse. Hay que resolver la deuda que hay y luego nunca más. Hay que tener deuda 0 (cero) como Arabia Saudita. O hacer como Rusia, que salió de una crisis de deuda a principios de siglo y ahora ésta es del 16% del PBI. La presidente María Estela Martínez terminó (involuntariamente) su mandato con una deuda de U$D 7.900 millones. Dinero gastado mayormente en la compra de armamento y maquinaria pesada (turbinas de hidroeléctricas, por ejemplo). Ésa debería ser la vara.
Así que acá va el undecálogo:
Deuda soberana nula.
Nota: El artículo se extendió demasiado. Aún así, creo necesario repasar temas. Debo explicar por qué considero imprescindible tener un tipo de cambio alto (como Brasil) y tasas de interés bajas (como Brasil) para industrializar y desarrollar nuestra Patria. Entonces: hoy una introducción: nuestro historial 2013-hoy. Próxima semana: cómo y para qué subir el tipo de cambio y bajar la tasa de interés.
El tipo de cambio
Lo traté innumerables veces, tanto en La Prensa como en Restaurarg. Argentina necesita exportar. Para poder exportar hay que tener un tipo de cambio sostenidamente alto.
El kirchnerismo fracasó - por eso terminó primero en cepo cambiario y luego en pérdida de las elecciones - por obcecarse en un tipo de cambio atrasado. El mismo (¿error?) en el que incurrieron Martínez de Hoz, el Plan Primavera de Alfonsín, De la Rúa y todos desde el 2013 a hoy.
En algún punto, la macro de Axel Kicillof en los dos últimos años del gobierno de Cristina Fernández (2013-2015) es similar a la actual.
Tipo de cambio artificialmente bajo que permitía a las clases medias irse de vacaciones al exterior. Además, el dólar manipulado por el BCRA permitía al estado controlar los precios internos de consumo. Le vendieron a CF que había que controlar el dólar para controlar los precios para controlar la inflación. En realidad, el mismo verso de Martínez de Hoz. Eso llevó a un incremento artificial del consumo de dólares. Aumento de importaciones de bienes y servicios suntuarios (incluido el turismo) y desestímulo a las exportaciones. Ambos movimientos agravan la posición de balanza de pagos al reducir el saldo de la balanza comercial.
Ahí surgió el argumento kirchnerista, que inexplicable e increíblemente repiten hasta hoy, que “el problema de Argentina es la economía bimonetaria” y que eso es “malo”. No, solamente tenían que dejar de manipular lo que no saben manejar. Es como quejarse de la falta de lluvias en Cuyo. Se llama Cuyo porque no llueve, marmota. Uno tiene que conocer y amar el propio país y respetar las preferencias de los habitantes.
La solución que propongo, entonces, es tener un tipo de cambio alto.
Como Brasil, por ejemplo.
Para poder exportar.
Como Brasil, por ejemplo.
Para tener un superávit de balanza comercial que crezca todos los años.
Como Brasil, por ejemplo.
Lo que permitirá tener una balanza de pagos sana.
Como Brasil, por ejemplo.
Para acumular reservas y reducir la deuda soberana.
Como Brasil, por ejemplo.
Sin embargo, eligieron atrasar el tipo de cambio, rifar divisas. Eso terminó en una crisis cambiaria y la respuesta gubernamental fue instalar el cepo y vender dólares futuros para llegar a las elecciones (2013-2015).
Esto después de años de elegir estimular el consumo sin privilegiar la inversión y las exportaciones. Error no forzado que, finalmente, les costó el gobierno y perder contra Macri.
Si la intención hubiera sido mantener el poder de compra de los asalariados [loable], ¿por qué no se abocaron a ello? Si la intención política fue ésa, - creo que en el caso del kirchnerismo lo fue - hay soluciones mejores a manipular una variable macro como es el tipo de cambio que afecta a toda la economía.
El tipo de cambio atrasado estimula las importaciones, desestimula las exportaciones de no commodities (vinos, maquinaria agrícola, indumentaria, muebles, aberturas) y si el dólar está muy atrasado, como lo estuvo, termina afectando la venta de acero, aluminio, peras y manzanas, limones, etc. Que fue exactamente lo que sucedió. Vean las series de Balanza Comercial de esos años (a lo que hay que agregarle las pérdidas por turismo).
Balanza comercial en millones de dólares
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Mientras tanto Brasil multiplicó su producción y sus exportaciones; mejoró ostensiblemente el nivel de vida de su población. Civilizó todo el sur del país (tal como hizo la Argentina con la mitad sur de la Provincia de Buenos Aires en el período 1890-1940).
Cuando asumió Macri, liberó el tipo de cambio, crecieron las exportaciones… Duró un año.
Rápidamente el plantel económico decidió controlar el tipo de cambio y usarlo como ancla inflacionaria mientras emitían a lo loco. Era el mismo plan económico que el de los últimos años de Cristina Fernández. El mecanismo usado por Macri para controlar el tipo de cambio fue estimular el ingreso de capitales. El equipo económico obtuvo esos dólares “excepcionales” de dos lados: a) fondos de inversión que ingresaron a la bicicleta financiera (carry-trade) usufructuando las tasas del 80% anual de Sturzenegger, con Caputo como ministro de finanzas, b) blanqueo. Esto es, movimientos de stock para controlar un precio. Terminó en desastre, obviamente.
El préstamo del FMI, no fue para la Argentina. Fue para que los fondos de inversión de a) pudieran convertir su tenencias de peso a dólares. Constituyó un seguro de cambio para todos los “seducidos” por el canto de sirena del ministro de finanzas (o por la codicia). Igual que la tablita de Martínez de Hoz o el Plan Primavera de Machinea.
¿Qué hizo Alberto Fernández? Lo mismo que los últimos dos años del gobierno de Cristina Fernández y todo Macri: tasas de interés altas y cepo. Todo para que el dólar “no se dispare” y usarlo para controlar la inflación mientras el gobierno imprimía. La consecuencia: la misma que los años anteriores: impedir el crecimiento de las exportaciones y por tal razón, que crezcan las reservas y baje la deuda.
Cabe aclarar que lo que nosotros no hicimos (tipo de cambio competitivo, aumento de exportaciones, aumento de reservas, baja de deuda) sí lo hicieron el resto de los países del Mercosur: Brasil, Paraguay y Uruguay.
Ahora bien ¿por qué no sucede? ¿Por qué no lo hicieron? ¿Por qué no lo hace el actual equipo del gobierno?
Lo expliqué en EL TAMAÑO DEL BOTÍN. Manipular artificialmente el tipo de cambio, esto es, que el BCRA venda dólares “baratos” es lo que permite a los “empresarios” argentinos comprar dólares baratos y sacarlos al exterior.
Ese dinero lo obtienen ya sea participando en la bicicleta, esto es, dinero que el estado les da en concepto de intereses; o bien ganancias de sus negocios comerciales o industriales. Esto vale tanto para droguerías que le venden al estado con sobreprecio; o para algún empresario que gana una rentabilidad razonable en su negocio de décadas. Todos eligen comprar dólares baratos en lugar de reinvertir en su actividad. ¿Por qué? Porque no hay mejor negocio que comprar un bien líquido, como es el dólar, a menos de su valor. No hay negocio en la Argentina mejor que ése.
Eso se soluciona fácil: que el BCRA no venda dólares baratos. Es más, que no venda dólares. Ni uno. Que quien quiera dólares (importadores, gente que se va de viaje, ahorristas), que se los compre a los exportadores.
¿Se les acaba el mega negocio a quienes fugan? Sí.
Dejemos que el negocio ahora sea otro. Fabricar cosas y exportarlas, por ejemplo.
Todo negocio extraordinario muere algún día. No podemos seguir arrastrándolo.
¿Todos los habitantes argentinos se tienen que adaptar a ver cómo la infraestructura se hace pedazos por falta de inversión y no se abren fábricas nuevas y cinco mil personas no se pueden adaptar a que no les subvencionemos la conformación de activos monetarios en divisa? Estamos todos locos.
La propuesta a todos ellos es que se hagan millonarios o dupliquen sus actuales fortunas con la exportación.
Argentina es un caballo de carrera maneado.
Si dejamos el dólar libre y bajamos la tasa de interés (que el estado mantiene artificialmente alta) y eliminamos trabas a la exportación (como la falta de infraestructura para mover cargas), el país debería duplicar, triplicar, quintuplicar sus exportaciones en muy pocos años. Eso nos daría dólares para: importar bienes de capital, mejorar la infraestructura y repagar la deuda.
En cuanto a los que se preocupan por el poder de compra del salario. ¿No hubiera sido mejor eliminar el impuesto a las ganancias sobre el salario o bajar los impuestos a los alimentos, que afecta directamente a los sectores más humildes, que manipular el tipo de cambio, que afecta a todos pero principalmente a los más ricos?
Por eso digo que el tipo de cambio atrasado para beneficiar a la población es una cortina de humo.
En cuanto a la política monetaria y cambiaria del gobierno, es exactamente la misma que la del último bienio de Cristina Fernández, la de Macri y la de Alberto Fernández, venta de dólares futuros, blanqueo, carry-trade = bicicleta financiera, emisión, deuda y cepos incluido. Hasta el elenco es el mismo.
Digo hoy lo que dije en el 2023. Arreglar este descalabro es relativamente fácil. Eso sí, hay que acabar con el carry-trade = bicicleta financiera.
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