LA MONARQUÍA EUROPEA


Mi nueva vida como diputado Brexit.


Por Ben Habib
https://bit.ly/2LPmHXa

Traducción: Pachira (@cuabiapellarolo; @BGSNAFU)



Nunca pensé que me convertiría en un político, pero el fracaso de Theresa May en entregar Brexit cambió mi opinión. Como resultado, decidí postularme como candidato del partido Brexit y, en mayo, fui elegido como miembro del Parlamento Europeo para Londres. Para alguien sin experiencia política, las semanas posteriores han sido surrealistas. Sin embargo, el momento más extraño llegó la semana pasada, cuando mis compañeros del partido Brexit y yo viajamos a Estrasburgo para la reunión inaugural del Parlamento Europeo. Mi experiencia allí me ha convencido de que Gran Bretaña tiene razón al querer salir de la UE.

Incluso viajar a Estrasburgo parecía algo extraño. Después de todo, ¿qué hay de malo con el edificio parlamentario perfectamente bueno en Bruselas? Esta es la UE, no hay una respuesta directa a esta pregunta. El sitio web de la UE ofrece pocas pistas, señalando que este acuerdo se debe a un tratado, sin decir por qué se tomó la decisión de reunirse allí.


Pero independientemente del porqué, todos los meses, todos los diputados del Parlamento Europeo, su personal, el personal parlamentario y toda una carga de equipaje se trasladan de Bruselas a Estrasburgo y viceversa. Esta farsa tiene un costo de £ 97 millones por año, una suma que la UE desprecia (el sitio web dice que si bien esta es una "cantidad significativa", "corresponde a solo el seis por ciento del presupuesto del Parlamento". Bien entonces).

Otra sorpresa de mi nuevo trabajo es el poco tiempo que ocupa en el parlamento. Los parlamentarios en Gran Bretaña pueden disfrutar de largas vacaciones (durante las cuales se espera que traten los asuntos de los electores), pero cuando el parlamento está en sesión, las horas en Westminster son agotadoras y los días son largos.

Es difícil decir lo mismo sobre el Parlamento Europeo, que se reúne solo unos cuatro días al mes. Todo su negocio, en la medida en que lo tenga, se lleva a cabo en este momento. El salario anual (£ 94,000) y otros costos directos de los eurodiputados ascienden a cientos de miles de euros al año. Los pocos días que se reúne el parlamento hacen difícil creer que la institución es indispensable. Entonces, ¿cuál es su propósito? Ver la pérdida de dinero de los contribuyentes para mí ha sido una revelación deprimente.

Por supuesto, a ese costo, podría suponer razonablemente que los eurodiputados cumplen una función bastante importante. Por mi vida no puedo entender cual función es.

El Parlamento no tiene derecho a desempeñar las funciones más básicas de una cámara legislativa. No puede iniciar legislación. Tampoco puede pasar a que se derogue la legislación. En todos los términos prácticos, no puede bloquear la legislación, algunas de las cuales la pasan por alto de todos modos. El parlamento de la UE es diferente a cualquier asamblea nacional con la que pueda estar familiarizado.



Es más, ni siquiera es una cámara de conversación. Los eurodiputados están limitados a un minuto de conversación cada mes y para poder hablar, normalmente deben presentar su solicitud por adelantado (algunos eurodiputados son seleccionados si pueden llamar la atención del presidente, pero en una cámara tan grande, es difícil).

¿Qué tipo de cámara democrática es esa? Como mínimo, se puede esperar que los eurodiputados debatan entre sí para poder exponer la mala legislación. Sin embargo, la restricción de tiempo da pocas oportunidades para que esto suceda realmente.

Quizás se requiera esta restricción de tiempo para que los asuntos formales puedan concluirse en los pocos días que el parlamento se reúne cada mes. Pero el resultado es que se trata de una institución que no puede cumplir legítimamente el debate sobre la legislación.

Incluso cuando el parlamento se reúne, las sesiones pueden ser cortas. En mi primer día en el parlamento la semana pasada, nos reunimos para elegir a su presidente para el próximo mandato de cinco años. Pero como los jefes de estado no habían concluido entonces sus negociaciones sobre los próximos jefes de la comisión y el BCE, la votación para el presidente del parlamento también se retrasó. Como resultado, mi primer día en el Parlamento duró solo 12 minutos, tiempo durante el cual el negocio principal fue tocar el himno supranacional de la UE: Oda a la Alegría de Beethoven.



Los eurodiputados del partido Brexit tenían la intención de permanecer sentados durante el himno como protesta por la legitimidad de la UE y las trampas del estado que exhibe. No fuimos los únicos eurodiputados que lo hicieron. Pero cuando fuimos amonestados por permanecer sentados, no tuvimos más remedio que pararnos.

Como resultado, lo hicimos de espaldas al parlamento. Esta protesta dio lugar a una tormenta de críticas y ha habido muchas dudas sobre la falta de respeto demostrado. Pero repetiríamos esta protesta en un instante. El parlamento de la UE no tiene una función real, cuesta una fortuna y parece existir solo para servir a aquellos que son elegidos para ello. No merece nada más que nuestro desprecio.



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