VEGANOS EN LA RURAL


O tempora, O mores!

Autora: Hyspasia

Más allá que, evidentemente, fue para conseguir publicidad relativamente gratis, nos hemos reído un rato.


La práctica es conocida y no fue inventada en la Argentina. Un “evento” que garantice gran cobertura mediática y voilá!, posibilidades de manguear dinero para alguna ONG.


Una enorme satisfacción que les den lonjazos a estos niños sensibles de Palermo Ídem o de casi Caballito.











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¿Por qué se promociona el veganismo?


Hay un montón de suposiciones, algunas contradictorias.


Mi favorito es Marvin Harris que estudió la relación entre la comida y las personas y sociedades con minuciosidad. Mi vida es antes y después de M.H.


Pocos pueblos del mundo comen más carne que nosotros. El promedio anual argentino compite con el de EEUU turnándonos el primer lugar. 


Esto explica por qué con la caída de PBI que tenemos igual sigue viniendo a vivir gente a la Argentina. Comer carne da paz y maximiza las probabilidades de supervivencia ya que aleja las enfermedades. Se recuperan con mayor rapidez los músculos en particular y los tejidos en general. Aumenta el hierro en sangre.


Por eso los inmigrantes no vuelven a sus lugares de origen aún con crisis. Por la carne. Un boliviano en la Villa 31 está mejor que en su casa: come carne.

Nada iguala en satisfacción, sensación de bienestar, capacidad de reproducción, de longevidad, el consumo frecuente de carne, en particular de carne roja.

Los humanos valoramos tanto la ingesta de carne que solemos - en todas las culturas - hacer grandes eventos para festejarlo y solemos convertirlo en ocasión social. Tiene una palabra en castellano: banquete.
Tiene una palabra en Argentina: asado.



¿Por qué alguien querría no comer carne?


Las razones por las cuales las personas hacen cosas son inescrutables. 


Por lo cual no es ésa la pregunta a hacer. La pregunta es: ¿por qué hay gente que quiere que otras personas no coman carne y gastan dinero en difundir y hacer propaganda para que esas personas no coman carne?
Los países árabes, muchos de los cuales no tienen altos ingresos, comen carne, en particular de cabra. Hay una matanza anual seguida de un banquete. Historias similares abundan en la Biblia y en los textos clásicos (La Ilíada y La Odisea) disfrazadas de ofrenda a los Dioses.


En El Garage TV (un canal tuerca) cada tanto pasan un documental sobre la vida de Juan Manuel Fangio. Una de las escenas es un asado familiar en Tandil. El periodista entrevista al padre de Fangio, ya anciano. Don Fangio padre cuenta que llegó a la Argentina de niño. Vino de una zona rural donde lo único que comía era polenta. Cuenta que comió carne por primera vez en la Argentina.
Me impactó.
Dijo que la primera vez que comió carne en su vida fue acá. Para él fue una experiencia trascendental. Sólo alguien criado en una vida muelle puede despreciar lo que significa para una persona NUNCA comer carne y de pronto, hacerlo.

Hay pueblos orientales que son vegetarianos, pero parece que es más de hacer de la necesidad, virtud ,que otra cosa. India, Bangladesh, etc.


Entonces ¿Cuáles son los intereses detrás de incentivar a la población a no comer carne?

Las excusas las conocemos: 

  • el ganado produce gases que aumentan el agujero de ozono (no comprobado e incomprobable). Fue la excusa del presidente de Francia Macron ante nuestro presidente para no firmar el acuerdo Mercosur - Unión Europea hace un año atrás, que nuestras vacas producen dióxido de carbono. Dicho sea de paso Francia tiene más vacas, más humanos, más autos y más aviones por km2 que nosotros. Detalles.
  • Que la ganadería provoca la desforestación del Amazonas. Mentira. La desforestación es motivada por la siembra de soja, que se usa para hacer biodiésel. Para “proteger” al planeta substituyen carbón y petróleo por biodiésel y ¡madera! Una de las grandes usinas de GB fue modificada para no quemar más carbón sino ¡madera! ¿Qué destruye más la biósfera que producir electricidad quemando madera?
  • Que los animales consumen agua. Sí. Y hacen pis. Las plantas también consumen agua. Y se evapora. Es el ciclo de la vida.
  • Que los animales sienten. Las berenjenas también.


Todas estas son excusas. Quienes las inventan y las instalan conocen su trabajo. Porque inventan slogans que cualquier descerebrado puede entender.


Ahora bien. ¿Quién estaría interesado en que la gente deje de comer carne?


Sólo tengo conjeturas. Cero certezas.

El tiempo separará la paja del trigo.



Una introducción sobre el Acuerdo de París por el Cambio Climático (que es lo que está detrás del veganismo y las protestas contra el pastoreo). Los europeos no tienen petróleo. Por eso se pusieron a promover energías alternativas (eólica, solar, biodiésel). Resultó que destinaron miles de millones de euros y todo lo que consiguieron es energía mucho más cara y que le hace peor al medio ambiente. Para poder permanecer competitivos sin tener energía no se les ocurrió nada mejor que obligar a TODOS los países del planeta a usar la misma bosta de energía que ellos para emparejar hacia abajo. Esto es, que todos sean ineficientes. China, Rusia, EEUU y Brasil los mandaron a freír espárragos y NO firmaron. Inexplicablemente la Argentina, que tiene petróleo, firmó un acuerdo PARA NO USAR PETRÓLEO Y CARBÓN. Inexplicable.


Con la carne es lo mismo. Europa importa el 70% del forraje para sus animales. Decidieron no importar carne (hay cuotas para EEUU, Canadá, Australia, nosotros). Es razonable el interés de que su propia población demande menos carne, le quitaría una enorme presión al ecosistema europeo que tiene más ganado que el que puede soportar. Esa es una explicación razonable para promover le no-consumo de carne en Europa.


Pero eso no explica que se haga propaganda para el veganismo en Argentina, Canadá, EEUU o Australia. Es contranatura. Es el alimento más eficiente (porque tiene más proteínas y exige menos al cuerpo humano poder procesarla) y es abundante en estos países. Es contranatural despreciar lo más barato y eficiente. Entonces ¿por qué?


Y acá aparecen mis conjeturas:
  • Estamos viviendo tiempos donde las élites imponen ingeniería social. Nos tiran un experimento tras otro. Algunos funcionan, otros no. Creo que parte es para ver qué prende y qué no y cuán vulnerables somos a cualquier idea de laboratorio social y para detectar los anticuerpos.
  • Degradar la identidad de los pueblos y tratar de pasar todo por lavandina globalizadora. En nuestro caso sería deshacer nuestras tradiciones camperas, que tienen que ver con el asado y con las destrezas a caballo, así como la tradición religiosa, las procesiones a caballo, el culto a la Virgen y una larga serie de etcéteras. (aquí lo traté en el 2016). Esta me parece lo más relevante de todas las razones.
  • Y hay un tema básico: las élites urbanas desprecian a las poblaciones rurales. Pasa en Europa, en EEUU y acá. Acá desde hace un siglo los llamamos rivadavianos. Pero en Europa está en vigencia desde hace cuarenta o treinta años y es visible desde hace 20: desprecian a las poblaciones rurales. Los tratan de brutos, resentidos, “medievales”, con costumbres tontas, religiosos, apegados a sus tradiciones. Tienen una visión amplia con el multiculturalismo, esto es con las tradiciones ajenas (exóticas) y un desprecio a las propias. En Europa, en particular en Francia, esta brecha parece infranqueable y en Gran Bretaña quedó claro que es así entre el interior rural y las poblaciones urbanas globalizadas. Y es hoy la gran diferencia entre el interior republicano y las costas demócratas en EEUU. Muy bien descripto acá (CRISTOPHE GUILLUY).


Luego hay negocios colaterales que creo que son productos y no los motores de la propaganda y la ingeniería social:

  • El negocio de la carne de laboratorio. Hace tiempo que está dando vueltas y no terminan de lograrla a precios competitivos. Pero imaginan un futuro donde ciudadanos globalizados coman eso bajo el verso “ningún animal sufre”. Las familias dejarían de criar ganado (estará prohibido) y sólo tres o cuatro laboratorios en el mundo (tipo BAYER o MERCK) tendrían autorizado hacerlo. Dependeríamos de dos o tres empresas para poder comer, cuando el pastoreo es un saber milenario que logró que la vida crezca en el planeta al liberarnos de tener que cazar para comer. La domesticación de animales y plantas fue EL gran salto cualitativo de la Humanidad. Es largo y apasionante, pero en resumen, sólo comeríamos si los que pasan a ser los “dueños” de la carne desean vender.

  • Los pueblos que comen carne son guerreros. Un pueblo que elimina la carne de su dieta puede volverse sumiso. Además de volverse más vulnerable a enfermedades y otros temas delicados. Así que una población civil no carnívora es más manipulable. Siempre creí que parte de nuestra belicosidad y de nuestra falta de deferencia se debía (y debe) a la alta ingesta de carne. Desde la Colonia a hoy. Por eso creo que Argentina es un error en la Matrix. Por la carne.
  • La prohibición de las carreras de galgos fue una prueba, un globo de ensayo, para ver si pasaba. Y pasó de largo casi sin oposición. Una de las pocas fue Diana Conti. La persecución a las tradiciones viene ahora y lo de este fin de semana fue la prueba. A ver cómo reacciona la población y cómo los “comunicadores” e “influencers” convencen o no a la población.



Mientras nos preparamos para la próxima carga (porque a no engañarse, vienen por nosotros), me divertí mucho.


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Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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