¿QUÉ ES UNA AGENCIA DE INTELIGENCIA? (SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE)
La credibilidad, como la virginidad, solo se puede perder una vez y nunca se puede recuperar.
Charley Reese (1937-2013)
La
búsqueda de “proveedores de información” nos indica que las fuentes deben ser
evaluadas considerando dos aspectos relevantes: la confiabilidad y la proximidad.
La confiabilidad
estará dada por la experiencia que hayamos tenido con esa fuente en otras
ocasiones. Si con anterioridad esa fuente suministró información precisa,
permite que una nueva información sea considerada como confiable. Si se trata
de una fuente nueva, que no hemos evaluado porque no hemos trabajado con ella
con anterioridad, deberá tenerse cierto resguardo al momento de ser valorada.
La proximidad
está relacionada con la vinculación que la fuente puede tener con respecto a la
información que proporciona. De tal manera que puede ser un testigo presencial
de un determinado hecho o que esté involucrado en la cuestión que nos interesa,
constituyéndose en una fuente primaria. Si se trata de una fuente que
proporciona información de segunda mano por estar relacionada con ese testigo
presencial o con el protagonista de un determinado hecho, se trata de una
fuente secundaria y el grado de confiabilidad ya no sería el mismo.
Si se
retoma el enfoque de que “es una empresa en la que se negocia con
información”, al considerarse que no existe un fin
comercial, esa información debe ser pagada con información. Es decir, que se
trata de un intercambio dentro del mismo rubro. Esto exige que si nuestro
servicio recibe información debe, a su vez, elaborar información propia y de calidad
para “entregar en forma de pago” o colaboración. Para poder llegar a producir
inteligencia de calidad se precisan buenos agentes operativos y buenos
analistas. Si no hay agentes operativos, la organización solo se limitará —tal
como se propuso en el proyecto que había presentado la diputada Elisa Carrió— a
realizar inteligencia “exclusivamente sobre fuentes abiertas” y/o informes que
servicios de otros países nos proporcionen, lo que indica en primer lugar, que
los analistas tendrán muy limitada la reunión de información y, en segundo
lugar, que sus productos finales carecerán de interés como moneda de
intercambio.
Cierto es
que un organismo de inteligencia se nutre en un altísimo porcentaje de fuentes
abiertas pero los “indicios” y los elementos que enriquecen un informe de
inteligencia suelen ser los que se obtienen por “fuentes propias”.
Recapitulando sobre la situación de inteligencia en la Argentina, es
evidente que se debe comenzar de cero. Desde el inicio de la democracia
en 1983 se puso énfasis en los vicios de un servicio de inteligencia: en lugar
de que produzca una inteligencia al servicio del Estado se la produjo al
servicio de los diferentes gobiernos, es decir, tuvo un uso meramente político
a partir de espiar a la oposición como así también a los propios. Asimismo,
durante las gestiones de los gobiernos de los Kirchner y Macri, el organismo
fue utilizado para funciones policiales o vinculadas al crimen organizado, para
lo cual existe la Dirección de Inteligencia Criminal, dejando de lado su objetivo
de producir Inteligencia Estratégica. A esto debe el agente de inteligencia
debe proteger su identidad pero durante la etapa macrista a algún funcionario
se le ocurrió que nada menos que los operativos utilizaran campera con el
acrónimo AFI en la espalda al mejor estilo del FBI o de la PFA… Los medios de
comunicación están a la mano gracias a Internet y los ejemplos son numerosos,
por lo que no es necesario mencionar casos aquí.
Como se trata de una disciplina que puede estudiarse en algún instituto
o universidad pero cuyo profesionalismo se adquiere formando parte de un
organismo, puede afirmarse que la transferencia del conocimiento se encuentra
en los propios organismos. Si los mismos fueron sometidos a constantes purgas
por diversas vías, esa transferencia de conocimientos pierde continuidad, se
corta. Tanto los gobiernos kirchneristas como el de Macri apuntaron a la
“profesionalización” de la inteligencia, procediendo a su
“desprofesionalización” dejando en la calle al personal de carrera y haciendo
ingresar a personal sin formación, parientes y amigos. Todos estos gobiernos
responsabilizaron a la inteligencia como si se manejara autónomamente y
responsabilizaron a su personal por los propios desaguisados generados por los
políticos. Alberto Fernández y la actual interventora se llenaron la boca
hablando de los “sótanos de la democracia” para referirse a la inteligencia
pero se trata de las propias cloacas que ellos han creado desde la Casa Rosada.
En la actualidad, cada vez es más evidente que todos critican lo que en
definitiva terminan haciendo.
Respecto a la capacitación de los agentes, los casos del “Instituto
Patria” [1]
o lo sucedido con una funcionaria de la Embajada de Irán [2],
ponen en evidencia que la tan deseada profesionalización de Mauricio Macri y
Alberto Fernández ha sido un fracaso. La filtración a la prensa de las actas ha
sido otro caso de “amateurismo” en inteligencia. La Ley 25.520, en su artículo
16º es clara al respecto:
Las
actividades de inteligencia, el personal afectado a las mismas, la
documentación y los bancos de datos de los organismos de inteligencia llevarán
la clasificación de seguridad que corresponda en interés de la seguridad
interior, la defensa nacional y las relaciones exteriores de la Nación. […]
La
clasificación sobre las actividades, el personal, la documentación y los bancos
de datos referidos en el primer párrafo del presente artículo se mantendrá aun
cuando el conocimiento de las mismas deba ser suministrado a la justicia en el
marco de una causa determinada o sea requerida por la Comisión Bicameral de
Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.
A partir de lo mencionado en la ley, es claro que la clasificación de la
información debía ser mantenida aunque fuera suministrada a la justicia. La
filtración ha, precisamente, puesto en peligro al personal, a la defensa
nacional y a las relaciones exteriores, en cuanto quedaron expuestas reuniones
con servicios extranjeros. Por suerte para los funcionarios siempre hay jueces
“oficialistas” dispuestos a dictar un sobreseimiento.
De tal manera que se deben recuperar las capacidades operativas y
reconstruir el área de Análisis con personal idóneo que pueda integrar datos,
interpretarlos, desarrollar hipótesis y cerrar los informes con su
correspondiente consideración prospectiva. Llegar a desarrollar una
Inteligencia Estratégica requiere de un esfuerzo aún mayor, ya que no
cualquiera puede ser un analista estratégico y esto requiere de unos doce o
quince años de análisis y de haber abordado un sinnúmero de temas que su
cerebro pueda relacionar: pero fundamentalmente de la formación de equipos.
Por otra parte, debe reducirse el ingreso de determinadas profesiones y
reclutar personal con amplios conocimientos de cultura general y de diversas
carreras con el objetivo de formar equipos multidisciplinarios. La inteligencia
amerita actualizarse para enfrentar las actuales amenazas. En este sentido, es
necesario sumar profesionales informáticos y de la salud, pero para aplicar sus
conocimientos a la inteligencia.
Nuevamente habrá que poner el acento en el
dominio de idiomas. Sin embargo, lo más importante es tener presente lo que ha
expresado Peter Drucker: “Nadie debería ser nombrado para
una posición directiva si su visión se enfoca sobre las debilidades, en vez de
sobre las fortalezas de las personas”.
FIN
* * *
* Licenciado en Historia
(UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de
la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG).
Autor del libro “Inteligencia y
Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para
la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.
Referencias
[1] “El Instituto Patria acusó
a la AFI de realizar tareas de inteligencia contra Cristina Kirchner”. El
Tribuno, 08/08/2018, https://www.eltribuno.com/salta/nota/2018-8-8-8-35-0-el-instituto-patria-acuso-a-la-afi-de-realizar-tareas-de-inteligencia-contra-cristina-kirchner, [consulta: 10/08/2018].
[2] Omar Lavieri.
“Identificaron a tres agentes de la AFI que seguían por la calle a una empleada
de la embajada de Irán en Argentina”. Infobae, 05/10/2021, https://www.infobae.com/politica/2021/10/05/identificaron-a-tres-agentes-de-la-afi-que-seguian-por-la-calle-a-una-empleada-de-la-embajada-de-iran-en-argentina/, [consulta: 05/10/2021].
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