FRAUDE
Autor: Juan Martín Perkins
Pasan las horas luego de la elección y baja la espuma y la efervescencia.
Gente de fiesta y gente de duelo convivimos en el circo de la política, mientras tanto, los problemas se postergan, se agravan y esperan su indefectible e implacable momento.
Nuestra dificultad para unir causa con consecuencia nos condena.
Leo a mucha gente manifestando enojada que votará en blanco porque no puede optar entre un corrupto y un psiquiátrico. Como si hablaran desde una calidad moral superior, que emplean para adjetivar descalificativos para ciudadanos de un bosque idiota, que vota a el hacha porque los ha convencido de que es uno de ellos, por tener el cabo de madera.
Mientras tanto, la conciencia sobre que la riqueza es algo que requiere ser creado, ha desaparecido entre los argentinos.
El poder empobrecedor enseña que la riqueza es un recurso natural que solo necesita ser cortado de a cachos, como las bananas… para ser repartida entre monos que se sacan los piojos, tomando sol dentro de la jaula.
Mucha gente cree que la riqueza ya está creada y busca la gracia y protección de quien le promete la distribución como elemento de justicia social.
Ojo que no me refiero sólo a la gente que espera el plan platita, también a la banda de empresarios prebendarios y corruptos que no quieren competir y viven al calor del estado.
No se dan cuenta de que están haciendo de nosotros una “idiocracia” donde cada vez somos menos capaces de resolver nuestros problemas más básicos.. y cada vez nos gobierna gente más inescrupulosa, deshonesta y bruta que regula, interviene y dirige hasta nuestra más íntima intimidad..
Así nos convertimos en una banda de débiles que intenta vivir del saqueo a los que aún tienen autonomía y fortaleza.
El estado, en manos de la política, oficia de Robin Hood del sistema.
El domingo fui a votar temprano en compañía de mi hija menor. Lo hice con alegría y con la esperanza de estar protagonizando un fin de ciclo. Mala mía.
Otra vez subestimé a la maquinaria y el aparato torció la historia en mi nariz.
Y la verdad, es que no es una sorpresa ni es inexplicable.
En las PASO, invento maquiavélico del tuerto, obtienen la radiografía, leen las demandas y el nivel de enojo ciudadano, para corregir luego en la primera vuelta, cuando se juega por la plata y los cargos.
Sencillo, se vuelca todo el poder económico del estado, que es ilimitado a pesar de estar fundido, se compra todo lo que esté a la venta y listo el pollo.
Ya está. Diputados, senadores, nuevos jueces, control del concejo de la magistratura, Corte Suprema, todos los melones tienden a acomodarse para asegurar poder e impunidad.
Desde temprano fue notable el aire enrarecido, mesas sin fiscales, distracción, desinterés, pesimismo, tristeza.
A la salida de la escuela, un fiscal general me contó preocupado que los números eran malos y que el radicalismo había levantado los fiscales.
Me dio vergüenza el puterío y lamenté que mi hija escuchara la conversación, pero miré fijo al fiscal y le contesté: - "¿Sabes qué pasa hermano? Nos equivocamos en el '83. Era Lúder".
Me fui abrazado a mi hija, pensando en que para nuestra próxima charla política tendré que aprender una nueva definición de la palabra fraude que nos describa al pie de la letra.
El 19 nos jugamos todo, a no defraudar.
Juan Martín Perkins
