EL PUEBLO CANCELADO Y SUS SOLDADOS

 




Autor: Juan Martín Perkins  



Me pregunto cuándo los argentinos encontraremos algo que nos una, además de la selección nacional de fútbol.


Mi gran esperanza es que sea “la Patria” y nuestro deber de honrarla y defenderla.


Éste 9 de Julio no fue completo, pero fue muy lindo a pesar de haber empezado mal…


Patético el arranque en el Tedeum de la Catedral, con un arzobispo recién despertado de un coma rancio, destilando política barata y retando al presidente “por la falta de termómetro social que tienen ALGUNOS para saber lo que les pasa a los argentinos de a pie”.


Así de mal pintaba la mañana desde el púlpito, con la jerarquía del credo bergogliano haciendo política conspirativa destituyente.


Los argentinos de a pie, los que no son arriados en colectivos escolares, los que son “pueblo cancelado” salieron a la calle a festejar y todo estuvo a la altura.


Banderas, escarapelas, orgullo celeste y blanco de ser y estar. Emoción, mucha emoción por participar y sentirse parte de algo grande que te excede, pero que te pertenece.


¡Buena del gobierno!


Buena del presidente Milei por interpretar su termómetro y advertir que hay un gran pueblo cancelado durante 40 años que pugna por recuperar visibilidad en la sociedad para ser aceptado y reivindicado. Vaya si lo merecemos todos.


Miles y miles de familias enteras pudimos encontrarnos y reconocernos, junto al ser castrense atávico que todos tenemos en nuestros genes y nos infla el pecho de emoción.


Oí a algunos periodistas tragando el sapo a regañadientes y consolándose con que “estos soldados no son la dictadura”.


¿Cuándo nos diremos la verdad? Completa y en forma oficial, la que reconozca que acá hay un pacto Verbitsky-inJusticia-Kirchner para sumir a los argentinos en la hipocresía de un pecado original que nos tiene a todos en la mentira y la injusticia para instalar la industria del juicio y la indemnización millonaria para “todos y todas”.


Cuando llegará un presidente que se anime a hacer un desfile con todos los veteranos.

Cuando digo todos, quiero decir todos todos, no solo los héroes de Malvinas. 


Los de la otra guerra también.


Los de esa guerra anti subversiva terrorista que no se animan ni a nombrar… 


Tendrían que desfilar con todos los honores. ¿O acaso no saben que sin un triunfo en esa guerra, hoy no sería posible este desfile, ni la democracia, ni la libertad?


Los veteranos impedidos de desfilar, evitaron la muerte de un millón de argentinos y la injerencia de un gobierno extranjero comunista. Es por eso que no tuvieron cabida en el desfile que conmemora, justamente, la independencia. 


“La Patria socialista”, derrotada en el campo de batalla, nunca los perdonó y emplea todo su poder, aún vigente, para que mueran en la mazmorra como ratas.


Perdió Francia en la Eurocopa y Mbappé se tuvo que tragar el sapo, Argentina llegó a la final de la Copa América y Messi hizo su gol; Bielsa y su resentimiento se quedaron fuori de la copa; en Bariloche tuvieron la dignidad y decencia de limpiar el monumento al General Roca…tuvimos un 9 de Julio con noticias que hay que agradecer, pero no estuvo completo.


Nos seguimos debiendo la verdad.


El Ejército Argentino, desde San Martín hasta hoy es siempre el mismo, mal que les pese a algunos periodistas como Feinman cuando banalizan la palabra “dictadura”.


Mal que les pese, la institución es la misma tanto en la Campaña al Desierto, la recuperación de Las Malvinas o el Operativo Independencia.


Los presos veteranos de la guerra antiterrorista debieron desfilar y recibir el calor de los ciudadanos con todos los honores. Ojalá haya tomado nota el presidente.


Sin verdad y justicia, nunca saldremos adelante ni tendremos paz de conciencia.


Juan Martín Perkins.

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Agradecemos la difusión del presente artículo:  


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