#YOBANCOAENZO

 


Fingen indignación porque es lo que dicta el manual de hipocresía y corrección política.


Autor: Juan Martín Perkins  



Tomo el ejemplo de Margarita Stolbizer por citar una fiel representante de los legisladores que se arrogan y declaman nuestra representación.

Margarita, siempre en nombre de los ciudadanos, dice que los diputados que fueron al penal a visitar a los ex combatientes de la guerra antiterrorista y de Malvinas, militares presos, no representan al pueblo argentino que hace 40 años eligió vivir en democracia.

Sentencia Margarita: “Es un acto de provocación que deshonra el lugar que ocupan”.

La primera reflexión es preguntarme por qué esta señora se arroga el poder de policía del pensamiento y la moral, justamente ella de tan ambiguas convicciones, que en cada turno electoral ha cambiado de idea, de partido y participado de cuánto frente le asegurara un asiento para permanecer al calorcito confortable del estado.

Incluso ha acompañado fervorosamente a quien supo decir en su momento, cuando le resultó conveniente, “que se acabaría el curro de los DDHH”, aunque después al poco tiempo, se tragó los mocos por pura especulación política.

Quien es la señora Stolbizer y todos los hipócritas que se desmarcan y pontifican con el dedo acusador profiriendo sentencias cuando en muchos casos todavía siguen las prisiones preventivas eternas y vengativas. 

De eso no dicen nada, mas vale prefieren ocuparse en retar a Enzo Fernández por una canción de cancha festejando en el vestuario.

Fingen indignación porque es lo que dicta el manual de hipocresía y corrección política, pero en el fondo, la verdad es que todo les importa un rábano menos la plata, el dinero del curro y los cargos que los mantienen sin trabajar.



Lo valioso de todo este episodio es que logró hacer visible todo lo que la política y la in Justicia perversas barren bajo la alfombra.

Aunque digan una mentira tras otra, los medios y las redes pusieron el tema en agenda.

Gran mérito del diputado Benedit, un señor valiente que prestó su cuerpo poniendo el pecho a las balas de la jauría progre, incluída la de su propio partido, que viene degollando…  y chilla deshonestidad intelectual. 

Bien por el diputado Beltrán Benedit y los 4 ó 5 compañeros de bloque curiosos que lo acompañaron. Aunque ahora se desmarquen, le han prestado un servicio real a la verdad y a la Justicia moral. 

Como estos pocos diputados, creo que todos los ciudadanos de bien deberíamos prestar atención y abandonar nuestra confortable indiferencia.

En mi caso, desde mi condición de ciudadano civil y sin tener ninguna relación con el ámbito castrense, sin familiares militares en las últimas generaciones, pero con apego a la verdad y vocación por la justicia y la defensa de pobres y ausentes, tengo algo para decir.

He ido y seguiré yendo a los penales a llevar algo de paz, consideración, reconocimiento y sentimiento cristiano a los soldados que están presos. Voy porque lo merecen y porque siempre vuelvo con más de lo que fui.

A mi no me lee nadie, pero soy una gota en el mar que habla fuerte y claro. En mis visitas, he visto las caras y sostenido la mirada de hombres con palabras y ojos profundos… 

He probado y comprobado desarrollando una opinión franca y una experiencia que nadie ha manipulado ni reemplazado por un relato.

Nadie me lo pregunta, pero creo que mi obligación es dar testimonio: los demonios que están en el penal no son los de los militares presos, son los demonios de la sociedad indiferente y su gobierno que no resuelve la injusticia, manteniendo a toda la Nación en pecado MORTAL.

Pobres Stolbizer y Cía., creen que poniendo sus propios demonios en Ezeiza se van a librar del juicio final, pobres. Ojalá en la clase política hubiera el 5% de la dignidad que se respira en el penal, seríamos otro país.


Juan Martín Perkins 

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