CHILE Y BOLIVIA
Autor: Juan Martín Perkins
El protagonista principal de la semana fue el doble estándar con que han analizado los comunicadores y políticos los actos de violencia acaecidos en Bolivia y Chile.
Los medios, en su gran mayoría incurren en la misma maniobra cargando de opinión la información como si la ciudadanía ávida de información, fuera idiota.
Inspira esta nota una artista chilena que protesta en topless sobre la alfombra roja de los Latin Grammy.
Mostrar senos femeninos, todavía da algo de notoriedad por el momento, máxime si entre ellos puede leerse un símil tatuaje que reza: “En Chile se tortura”.
Digo que el protagonista principal es el doble estándar porque los mismos que dicen que Evo Morales fue derrocado por un golpe de Estado también portan carteles con “Fuera Piñera”.
Un mismo episodio histórico puede ser una revolución popular o un golpe de Estado según quien la cuente. El problema es que siempre la cuentan los mismos y ese es el “relato” que se impone.
Hace más de 20 días que venimos oyendo sobre las diferencias sociales que hay en Chile y la forma en que se reprime y violan los derechos humanos. Todos los días nos muestran la violencia en las calles y los destrozos materiales en un país que hasta hace un mes era modelo de éxito económico con los índices de pobreza mas bajos de la región. ¿Cuál fue su pecado?
Por otro lado, durante los mismos 20 días en Bolivia había convulsiones similares pero como su presidente nos cae más simpático, los medios le dieron la chance de resolver el problemita sin tanto “puterío”.
Los ciudadanos de a pie nunca sabemos las motivaciones y causas reales pero si vemos lo que asoma del iceberg. Y lo que se ve, aunque no entendamos nada, es que hay grandes intereses de potencias que juegan y se reparten mientras, nosotros nos matamos por las ideologías, esas que nos dicen que ya no existen.
Todo se mira y decide bajo el prisma de la izquierda.
Piñera es malo, represor y torturador. Es de derecha.
Evo es bueno y amado por el pueblo. Es de izquierda.
Como en 1989 cayó el Muro de Berlín y el mundo adoptó la libertad y el capitalismo, el comunismo mutó.
¡Se acabaron los comunistas! Ahora somos todos progresistas y populistas. Nos mimetizamos, cambiamos el discurso y nos infiltramos en los medios y las instituciones para imponer una teoría y discurso único.
En la ONU, en la OEA, en las cumbres de todo tipo, en los organismos de crédito, en la Iglesia… en todos lados empezaron con una agenda livianita. Empezaron con el medio ambiente… ¿Quién se puede oponer al medio ambiente? Después siguieron por el “Género” y ahí se puso pesado, el aborto y demás calamidades de una agenda que no sabemos quien ni donde se hace. Y al final, cuando quisimos acordar estamos manejados por una agenda internacional que no respeta soberanía ni frontera ni bandera.
Ellos manejan elecciones amañadas, economías endeudadas, ponen y sacan gobiernos pero la culpa de todos nuestros males siempre es la derecha genocida y el capitalismo salvaje.
Todo así de simple y bien de línea editorial de CNN. Te lo dice tanto Leuco y Longobardi como Navarro y Verbitzky porqué en el doble estándar están todos de acuerdo, jueguen al golf en Escocia o a las bochas en La Matanza, la deshonestidad intelectual es transversal.
Sale Mauricio, entra Alberto. No va a cambiar demasiado mientras nosotros, los ciudadanos, sigamos felices con la destrucción que están haciendo los políticos de un sistema como el que estaba desarrollando a Chile.
Mientras nosotros seamos una ciudadanía vergonzante que no se atreve a defender la libertad, el Estado de derecho, la propiedad privada, el cumplimiento de la constitución, el respeto por las instituciones y el trabajo, porque no es políticamente correcto, entonces vamos a navegar entre el progresismo populista. Así terminaremos de destruir el sistema en Argentina también.
¿Cómo creen que estaría la calle si Macri hubiera sido exitoso y logrado la reelección?
A Alberto Fernández ya le están avisando que la mecha es corta.
Juan Martín Perkins
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