EQUILIBRIO INESTABLE
Hoy la República Argentina es inestable no por los que pierden, sino, paradójicamente, por quienes ganan
Nos dieron un impuestazo por la cabeza con el fin de satisfacer a los acreedores externos. ¿Quiénes lo pagarán? Quienes no tienen quien los represente (A), o con representantes poco efectivos (B) o, simplemente, representados cuyos representantes no los cuidan (C).
Por eso este impuestazo lo pagarán los jubilados (A: sin representación alguna), el campo (B: con errores conceptuales inadmisibles a esta altura del SXXI) y los trabajadores (C: donde los sindicatos están ocupados en cuidar sus cajas) (*).
En resumen, la clase política fue en contra de los más débiles. No necesariamente los más pobres - un trabajador que paga ganancias está mejor parado que un indigente de Luis Guillón - pero sí contra quiénes carecen de una organización que los defienda.
¿Qué podemos esperar del impuestazo? Fácil, que baje el nivel de actividad.
¿Por qué? Porque reduce los niveles de rentabilidad (incluso hasta llevar a la pérdida a numerosas explotaciones) y la capacidad de ahorro de las familias. Afecta el nivel de inversión de familias y empresas. Todo esto sólo puede traer retracción económica. El PBI 2020 será inferior al del 2019.
¿A quiénes favorece el gobierno? Lo hemos visto en estos días: a las petroleras, a los laboratorios medicinales, a las mineras, a la pesca, a los contratistas del Estado, a las terminales automotrices, banca. Si uno pasa lista a los favorecidos, ve que coinciden 100% con el gobierno anterior.
Desde el punto cultural, la agenda es la misma. Impuesta por los organismos internacionales, Banco Mundial, FMI y Naciones Unidas: Calentamiento Global (Acuerdo de París); Global Compact (fomento a la inmigración desde países no europeos); la agenda de género turbofomentada por el FMI; control de la natalidad - despenalización del aborto, práctica financiada por el estado -; subordinación de nuestra justicia a organismos internacionales; abolicionismo penal y desmantelamiento de FFAA y FFSS; la payasada de los DDHH. Como se ve, no hay fisuras en los traspasos Cristina Fernández-Mauricio Macri-Alberto Fernández.
Hasta tienen coincidencias estéticas, un cuarentón con CV vacío (Cafiero) sucede a otro cuarentón con CV vacío (Peña).
Este sistema actual de exacción de la riqueza de unos argentinos por una coalición podría durar indefinidamente, si la ganadores tuvieran mesura.
¿Qué significa mesura? Robar las ganancias totales de la sociedad menos lo imprescindible para reinvertir - esto es reponer capital y ampliarlo levemente -, lo que implica alrededor del 20% del PBI. Pero como no respetan ese límite, la sociedad argentina no tiene excedente para reinvertir y el capital (privado y público) se reduce. Ergo, baja el nivel de producción. Es algebraico. Como no dominan su codicia, roban de más, y es la propia coalición la que brinda inestabilidad al sistema.
Hoy la República Argentina es inestable no por los que pierden, sino, paradójicamente, por quienes ganan.
Los ganadores están lanzados a una bacanal de apropiación, saqueo y despilfarro, que no saben cómo parar. Según las últimas declaraciones del presidente Fernández, no tienen conciencia del frenesí que comandan. Ciertamente Macri no lo tenía.
¿Por qué no pueden parar? Porque es una coalición amplia que tiene conciencia de su propia inestabilidad, por lo que quieren mucho dinero y ahora. Antes de que estalle el universo. Algunos miembros si abrazaran un esquema de orden, impuestos del 25% del PBI y racionalidad, ganarían más dinero que actualmente y tendrían mayor proyección de futuro. Pero no pueden retirarse, porque si se van solos, el resto de los miembros de la coalición castigará la defección con la cárcel en el caso de personas o con la quiebra o venta compulsiva a grupos extranjeros, en el caso de empresas. Por lo que, aún cuando saben que la alternativa a esto sería lo mejor, por su supervivencia, no pueden bajarse del barco.
Los aliados externos son los mismos también. China y España, los piratas del Mar Argentino. China + España es un continuo en la cadencia Kirchner-Fernández-Macri-Fernández.
El estado argentino cuesta el 50% del PBI. Cuando los gobernantes administraban el 25% del PBI teníamos educación, seguridad, justicia, FFAA, salud, la desocupación era 5%, y la pobreza era inferior a la de Europa Occidental.
Ahora saltaron de 25% a 50%. ¿Qué hacen con el 25% adicional? Si tienen 25% más y no hay nada para mostrar a cambio, quiere decir que se lo roban, que se lo llevan a la casa.
Durante todo el SXXI nos ha gobernado la misma coalición de intereses. Los pocos días de gobierno de Fernández me permiten aseverar que la misma coalición continúa, con un hombre distinto al frente.
Sin embargo tengo más esperanzas hoy que en ningún otro momento desde 2003, por tres razones: a) porque el juego está a la vista, b) porque estamos solos y desprotegidos, pero lo sabemos, c) porque los ingleses pudieron deshacerse de sus representantes sin tirar un tiro. Si ellos lo pudieron hacer, nosotros también.
¿Qué hacer? Unirnos todos los perdedores. Quienes rechazamos la agenda global, queremos que el estado vuelva a costar 25% y que cumpla con sus responsabilidades.
¿A quiénes incluye este club de perdedores? A muchos.
Quienes gobiernan son insaciables y no bajarán los impuestos ni aunque vengan a degüello. No miden su codicia, ni a cuánta gente lastiman ni hasta qué punto lo hacen.
Por lo tanto el bando de los perdedores es cada día más grande. Comerciantes cansados de que les asalten; monotributistas y dueños de pymes, abrumados por impuestos; los empleados que sufren impuesto a las ganancias, inflación y 50% de impuestos sobre alimentos; jubilados; miembros de las FFSS dejados indefensos por políticos y magistrados; los exportadores, desde software a garbanzos pasando por Cicaré; los trabajadores de los gremios de transporte, que podrían tener el quíntuple de carga pero la coalición gobernante impide la producción; quienes hacen cuatro horas de cola en un hospital para que los atiendan; las madres que ven que a sus hijos de 10 años las maestras no les enseñan a leer; el operario que es asaltado a las cinco de la mañana en la parada de colectivo.
El inventario de gente dañada es largo. Ahí están nuestros eventuales socios.
Estamos solos pero lo sabemos. Necesitamos inteligencia y la templanza para mejorar nuestro futuro. Nada que no podamos hacer.
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¡Les deseo un Feliz Año Nuevo junto a quienes aman y les agradezco la paciencia de leer esta columna!
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Notas:
(*) Justifico:
a) El presidente Kirchner sacó el salario familiar sin queja alguna por la CGT. Hoy el salario familiar sería un alivio en muchos hogares de clase media. La clase media es la que más se limita en la cantidad de niños que decide tener, cuando el salario familiar haría un cambio fundamental en el tamaño de las familias de ese sector. Además para eso fue creado.
b) Los trabajadores razonablemente se quejan por el impuesto a las ganancias sobre el salario. Los sindicalistas se limitaron a protestas testimoniales. La CSJN falló contra el impuesto. Aún así los sindicatos no presentaron demandas para acoplarse a esa exención