BOCHA
Peluquería de la Estación Constitución, circa 1930. |
Porque los argentinos que hacían rutas tenían prevista la futura inundación, lástima que los cráneos modernos que vinieron después a administrar el estado, ¡¡las taparon con tierra como hacen ahora!!
Autor: Juan Martín Perkins
Iba para La Angelita a comprar jamón crudo para un melón, cuando vi que El Bocha estaba solo en la peluquería. Ahí nomás clavé los frenos.
No precisaba un corte, pero sí una charla con el Bocha y Rosalía que son mejor terapia que un tratamiento psicológico, sobre todo en tiempos de una seca atróz y luego de haber escuchado el increíble discurso del presidente en la Asamblea de apertura de sesiones legislativas ordinarias (ordinarias como diente de madera).
El discurso del presidente no merece ni media línea de nuestro análisis, así que no perderé tiempo en su imbecilidad, ni en nuestra indiferencia o desinterés por un mensaje que no se refiere a nuestros problemas sino, exclusivamente, a las dificultades judiciales que tiene su “condenada” compañera de fórmula.
Me cerró La Angelita y me quedé sin jamón, pero me fuí con la cabeza rapada a lo toro Ornat y con la charla del Bocha sobre la gran seca.
El Bocha Aiello es genial. De un plumazo pone en ridículo al cambio climático y al calentamiento global. ¿O alguien cree que esta es la primera sequía de la historia de la humanidad?
A principios de los 60, cuando el papá de Bocha tenía su tambo en las 60 hectáreas sobre la ruta 5 frente al ex frigorífico de Gazzotti, estuvo un año sin llover.
Allí se ordeñaban a mano 800 litros de leche que un camión traía todos los días a la Cooperativa de tamberos.
La planta de recibo de la Cooperativa estaba donde ahora está el nuevo basural.
Bocha papá, hasta que pasaba el camión a buscarla, almacenaba su leche en tachos de 50 litros con el número de “tambo 30″ estampado que identificaba a su tambo.
Me cuenta el Bocha con orgullo… mientras no puedo evitar recordar que el presidente no dijo ni una sola palabra para la gente que trabaja y produce.
Todo para la vagancia, porque nos quieren igualmente vagos y mal educados.
Cuenta Bocha que, siendo un chico, se divertía con algún amigo viendo desde abajo pasar los camiones. Acostados dentro de los guardaganados-alcantarilla que tenía la ruta 5 le miraban la panza a los camiones.
Porque los argentinos que hacían rutas tenían prevista la futura inundación, lástima que los cráneos modernos que vinieron después a administrar el estado, ¡¡las taparon con tierra como hacen ahora!!
Divertido el Bocha, te desfigura la cabeza (chiste malo), pero siempre con la mejor onda.
No entiendo como en nuestro país, con un gobierno que da tanta vergüenza y tanta gente mala que lo apoya, sobreviven personajes tan entrañables como mi amigo Bocha, al que tanto te podés encontrar limpiando las ermitas de nuestra Madre la Virgen María, como haciendo el asado para el plan Compartir, barriendo el atrio y la vereda de la Parroquia San Anselmo, colaborando en Cáritas o cambiando una cubierta pinchada del auto de una señora que pasaba por ahí.
Lindo personaje, buen amigo servicial de mi pago, el Bocha…
Estar con él, levanta la autoestima y rescata de la mediocridad y el hastío… es como bailar bajo la lluvia con tu viejo, después de un año sin llover.
El próximo 7/3, dentro de 4 días, cumple 74 años… Pasan los años, pero sigue siendo aquel pibe del tambo 30.
Feliz cumpleaños Bocha querido!!!
Peluquería para hombres, Harrods. |
Juan Martin Perkins.
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