SOL


El bello rostro, el cuerpo estilizado, la gracia de sus modales y la voz de Sol, la hacen una mujer fina y distinguida.



Autor: Juan Martín Perkins  


El Meliquina es un lago de origen glaciar, no muy conocido, que está en un valle perpendicular a la cordillera a 40 km de San Martín de Los Andes.

En su extremo Este, hay una villa cordillerana que cuenta con muy lindas playas y cada año poco a poco, más infraestructura para recibir al turismo.


Meliquina es gestionada por una comisión de sus vecinos habitantes permanentes, o sea, es un paraíso auto gobernado y administrado por sus dueños…  


No reciben energía eléctrica ni gas de ningún gobierno político municipal ni provincial.


No tienen recolección de residuos, cloacas, policía, estación de servicio ni supermercado.


Se llega bordeando el lago…  y cuando cruzas el puente sobre la naciente del río Meliquina, a tu derecha, tendrás “El Refugio” De Sol Y Cristóbal.


Acá es donde quería llegar.


Hablando de mujeres en su día: Sol es un sol, una mujer de poderosa luz propia, que junto a Cristóbal su marido, nos dieron de comer en “El Refugio”.


Justo coincidió que llegamos al mediodía de su cumpleaños. Ella salió de la cocina secándose las manos en el delantal, nos miró sonriente, acomodó su cabellera, saludó como si fuéramos amigos desde siempre y nos sentó en una mesa desde donde tuvimos una panorámica del lago y de todo el salón.


Estuvimos junto a una biblioteca donde cada comensal puede tomar un libro y canjearlo por otro que ya haya leído. El objetivo es fomentar la lectura, dijo Sol mientras descorcha una botella de Tierra Tehuelche malbec.


Tehuelche, no mapuche, sugerí mirando la etiqueta de la botella. Ella sonrió, pero no pisó el palito ni entró en polémica recorriendo con la mirada las imágenes que decoran el salón.


El cacique Tehuelche Inacayal, el mapuche Sayhueque, el General Villegas y Julio Argentino Roca, todos conviven en el salón de Sol porque en “El Refugio” se cuenta la historia completa, sin adjetivos ni resentimientos.


Sol cumple 40 años, es nacida en General Roca, ultra patagónica por condición y elección… nos contó que hay que tener vida interior para vivir en Meliquina, que los inviernos son fríos y solitarios pero que con Cristóbal tienen mucho que hacer y la pasan muy bien. Salen a cazar, faenan y llenan las cámaras de carne para toda la temporada.


Carne salvaje de Jabalí, Ciervo, Liebre patagónica o vaca que anda libre por los cerros.


El bello rostro, el cuerpo estilizado, la gracia de sus modales y la voz de Sol, la hacen una mujer fina y distinguida. Era su cumpleaños, pero se desenvolvió en medio de un salón lleno de turistas despreocupados e indiferentes porque el trabajo es una bendición.


Ella supo que su presencia nos conmovió y por eso nos prestó una atención especial.


Guiso de lentejas, estofado con verduras de su huerta, tallarines amasados caseros con salsa de hongos del bosque, trucha a la manteca negra, eran sus platos del día preparados desde el amanecer…  más la especialidad de “El Refugio”: Costillar de vaca a la cruz.


Sol es muy generosa con su trabajo, con su amabilidad gestual, con su estética bella, con su pedagogía sobre el catecismo cordillerano… hasta tuvo tiempo de pedirnos que no olvidemos llevarnos nuestra basura, para preservar la naturaleza del lugar.


La semana pasada escribí sobre mi amigo Bocha y alguien hizo un comentario sobre lo bueno que es resaltar a la gente linda.


Esta semana le toca a Sol, una hermosa mujer que nos impactó por su condición y naturaleza. Ella completa el marco natural del paraíso donde vive... y vela por no dejar que la política con su agenda nefasta, rompa el equilibrio y la paz.


Te recomiendo, si vas a la cordillera pasá por lo de Sol.



Juan Martín Perkins.

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