EDUCACIÓN SEGÚN CAMILA Y EL TAXISTA

 

A través  de los ventanales del Palacio de la moneda, la realidad no se ve como ella la aullaba con megáfono.


Autor: Juan Martín Perkins  


Hace algunos años estuve en Santiago de Chile. Me impresionó mucho la evolución y el crecimiento en 20 años. 


Chile no desarrolló el kurro de los DDHH.


Leí un libro de Axel Kaiser, prueba de que no todos los jóvenes chilenos son comunistas.


Todo al 50%. Electrónica, cubiertas, sábanas, toallas, electrodomésticos…


Ni hablar de los autos. Chile no tiene industria automotriz, así que los Toyota son japoneses y los Ford norteamericanos, igualmente valen la mitad que los nuestros, que son de fabricación nacional. ¿Me la explicas?


Durante un viaje en taxi del hotel hasta el centro, el chofer nos hizo de guía turístico.


En cercanías del Palacio de la Moneda, donde gobernaba Michelle Bachelet, había una protesta estudiantil fuertemente custodiada por los carabineros.


A fuerza de megáfono, Camila Vallejo aullaba comunismo duro de estudiantina, mientras nuestro chofer nos explicaba que la única forma en que los jóvenes tienen posibilidades de promoverse y acceder al poder político, es mediante la diatriba de la izquierda.


Camila Vallejo Dowling, hay que reconocerlo, además de comunista, es una bella mujer muy inteligente y con un carácter avasallante, tan radicalmente comunista, que da risa y miedo. 


La bandera de su lucha estudiantil fue reclamar una universidad como la Argentina, pública, libre y gratuita (de mentira porque nada es gratis).


Nuestro nivel de hipocresía nunca será el de la Argentina”, disparaba sus argumentos el chofer del taxi.


¿Por qué yo, que no tengo hijos, voy a tener que pagar los estudios de los 6 hijos de mi vecino?”, decía Sebastián… “apenas llegue al gobierno, esta hueona, cambiará de idea”.


Cuando nuestro chofer Sebastián nos daba esa visión de la política chilena, la presidente socialista Bachelet gobernaba su primer período y “la Camila Vallejo” ya la corría por izquierda.


Cuando el socialdemócrata Piñera fue presidente, Camila se potenció contra la derechita. 


Cuánta razón tenía el taxista de Santiago.


Camila fue diputada dos períodos y actualmente es ministra secretaria general de gobierno de Chile.


Funcionaria de altísimo rango en el gobierno de su camarada comunista Gabriel Boric. Camila tiene su vida resuelta por el poder, guardaespaldas de custodia, autos con chofer, sueldo en dólares y jubilación de privilegio que le pagará el estado que no torció un ápice de timón al rumbo liberal capitalista económico y social de Chile.


Camila es comunista, pero no hueona, al igual que el comunismo global gatopardista.


Se ve que, desde adentro, a través  de los ventanales del Palacio de la moneda, la realidad no se ve como ella la aullaba con megáfono.


Camila conserva su belleza e inteligencia, la universidad chilena conserva su financiación de siempre, con ARANCELES que pagan los estudiantes para cubrir costos operativos y programas académicos. Los subsidios estatales cubren el plan de becas para estudiantes que cumplen los requisitos correspondientes.


Camila olvidó el megáfono y la estudiantina, mientras Chile avanza y avanza.


El comunismo argento nunca larga el megáfono, a 10 meses de Milei están furiosos porque ven amenazado el quiosco. No quieren ser auditados y se valen de la causa de los estudiantes para hacer la revolución de la hipocresía, pero sin la bella Camila.


Los comunistas nuestros, amantes del eufemismo, tampoco son hueones, pero creen que nosotros lo somos. 


La caja es lo único que les importa y no sería de extrañar que sigan las revueltas para lograr su sueño inconfesable, ver a Milei yéndose en helicóptero… 



Juan Martín Perkins 


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