HIDRÓGENO
Hidrógeno. Principales conceptos y características de una alentadora industria.
Autora: Laura V. Canale* (@LauVic)
El hidrógeno, el átomo compuesto por solo un protón y un electrón, es la sustancia más abundante del universo.
También es el elemento más ligero y el más simple de la tabla periódica. Forma parte del agua (H2O), de la biomasa de residuos y de los hidrocarburos fósiles (particularmente del gas natural).
Pero no lo encontramos libre en la naturaleza. Debe separarse a partir de energía primaria (renovable, nuclear o fósil). Por ello el hidrógeno NO ES EN SI MISMO una fuente primaria de energía. Es un medio para utilizar la inagotable energía renovable encontrada en varias formas en el planeta.
Se puede decir que el hidrógeno es un “almacenador transitorio” de energía que hace de interconexión y de “armonizador” entre la oferta de energía que hace la naturaleza y la demanda de los diferentes sectores y servicios energéticos.
Históricamente, se ha producido a partir de los combustibles fósiles en procesos que emiten gases de efecto invernadero. Se ha usado mayormente en industrias químicas y en refinación del petróleo.
El hidrógeno en sí no contiene carbono y su combustión resulta en vapor de agua, no produciendo ningún tipo de gas de efecto invernadero (gases GEI) y así reemplazar combustibles para producir electricidad, calor y diversos compuestos.
La matriz energética argentina en la actualidad esta dada por un 52% proveniente del gas natural y un 33% del petróleo. Es decir que un 85% de la energía que se produce en el país es de origen fósil, no renovable y con la consiguiente emisión de Dióxido de Carbono (CO2). Luego encontramos un 5% de energía hidráulica, un 3% nuclear y un 7% de otras energías como la eólica, la solar y las provenientes de la leña, el alcohol vegetal, el aceite vegetal y el bagazo.
Cuando hablamos de energías renovables, uno de los inconvenientes mas relevantes que se nos presenta es la intermitencia de las mismas, es decir, la imposibilidad de producir ese tipo de energía de forma continua dado las limitantes propias de la naturaleza. Y por ende, el gran esfuerzo y costo en el almacenamiento (baterías), y sus externalidades.
Es entonces cuando el hidrógeno, como vector energético, adquiere gran relevancia siendo ideal el obtenido a partir de energías renovables que son las más favorable a la preservación del ambiente. O bien, a partir de la energía nuclear que es la mejor candidata para suplir las intermitencias de las renovables, con capacidad rápida de adaptación a esos cambios de potencia, y por generar la energía más baja en emisiones de CO2.
Dependiendo del tipo de energía que se utiliza para obtener el hidrógeno, podemos hablar de diferentes clases del mismo. Así nos encontramos con:
- hidrógeno gris (o marrón), que es el de mayor producción a nivel mundial especialmente en la industria química y en refinerías de petróleo. Se obtiene principalmente del gas natural y de otros hidrocarburos, procesos con alta emisión de carbono.
- hidrógeno azul, que es el que se obtiene también a partir de fuentes de energía fósil y no renovables, pero durante su producción se incorporan sistemas de captura y almacenamiento de carbono para minimizar las emisiones contaminantes.
- hidrógeno verde, que se genera a partir de la electrólisis del agua utilizando energía eléctrica de fuentes renovables, especialmente solar y eólica.
El hidrógeno verde es la evolución de un gas industrial utilizado ampliamente hace cientos de años: el hidrógeno elemental (H2). Hoy se produce con eficiencias y escalas cada vez mayores a partir del agua. Esta se separa en sus componentes, hidrógeno y oxígeno, utilizando energía eléctrica renovable.
Un inconveniente del hidrógeno verde es su elevado costo de generación, mucho mayor que el que se obtiene a partir del gas natural, lo que hace que en la actualidad el 95% del hidrógeno que se genera en el mundo sea producido a partir del gas natural, petróleo o carbón (hidrógeno gris). Sin embargo, la esperable tendencia a la baja del precio de las energías renovables junto con un apropiado desarrollo tecnológico, permitiría pronosticar que en algunas décadas el hidrógeno verde será incluso más económico que el procedente de gas natural, hasta sustituirlo.
Eso significa que también podría ayudar a eliminar el carbón y el petróleo del consumo energético.
La infraestructura de transporte ya existe: los gasoductos regionales sirven para transportar hidrógeno, reduciendo drásticamente su costo.
La idea de utilizar pilas de combustible de hidrógeno para el transporte en general recibe mucha atención. Pero el uso del hidrógeno en los hogares y en la industria pesada podría ser más importante si los costos disminuyen.
La cadena de valor del hidrógeno tiene una perspectiva de gran crecimiento en las próximas décadas, y nuestro país cuenta con ventajas naturales y productivas para aprovechar el desarrollo de esta industria y su tecnología asociada, promoviendo el crecimiento de las exportaciones y el trabajo sostenible a largo plazo.
Las ventajas naturales para la producción de energía eólica y solar, la disponibilidad de biomasa y las reservas de gas natural no convencional hace que Argentina cuente con las capacidades suficientes para jugar un papel de relevancia en el nuevo escenario energético internacional como exportadores de hidrógeno gris, azul y verde.
No obstante estas especiales condiciones es de destacar que Argentina cuenta con un marco regulatorio, la Ley Nacional 26.123, que nunca fue reglamentado y se encuentra próximo a expirar, conforme lo establece el mismo texto legal en su Art. 21 donde se menciona que dicho régimen tendrá una vigencia de 15 años a contar desde el ejercicio siguiente al de la promulgación de la ley, en agosto de 2006.
Esta Ley establece el régimen para el desarrollo de la tecnología, producción, uso y aplicaciones del hidrógeno como combustible y vector de energía. Pero no incluye ni trata sobre el hidrógeno verde. Clara asignatura pendiente que deberán resolver nuestros legisladores, además de la renovación del texto legal.
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*Abogada especialista en Derecho Ambiental (UBA). Docente universitaria.
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Fuentes consultadas:
- Primer inventario de Gases de Efecto Invernadero. Provincia de Río Negro. Fundación Bariloche y Consejo Federal de Inversiones.
- Integración de Energias Renovables e Hidrógeno. Bolcich, Juan Carlos. Asociación Argentina del Hidrógeno.
- Hacia la economía del hidrógeno Perspectivas de la agenda internacional y las oportunidades locales. Julio Mateo y Mateo Suster
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