LA SIMULACIÓN REPENTINA DEL K-INDUSTRIALISMO

No tienen ninguna visión estratégica para el país excepto deuda, dólar atrasado y maquinita para comprar votos.


Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)


Recomiendo dos notas de esta semana en @RestaurARG:


RENOVAR EL PÉNDULO

https://restaurarg.blogspot.com/2025/11/renovar-el-pendulo.html

De lautaro (@l4utx) https://x.com/l4utx 


UN LUGAR EN EL MUNDO

https://restaurarg.blogspot.com/2025/11/un-lugar-en-el-mundo.html

De @gauchomalo140 https://x.com/gauchomalo140 


Y repasen esta joya de Sasha (https://x.com/notsashapak

COMO ROMPER UNA SOCIEDAD

https://restaurarg.blogspot.com/2024/02/como-romper-una-sociedad.html 


En base a las tres, comparto algunos pensamientos.


* * *


Durante toda la semana pasada distintos funcionarios kirchneristas pasearon por los canales de televisión profesando industrialismo.


Ex ministros de Cristina Fernández y/o Alberto Fernández, ex secretarios de estado, ex directores de bancos oficiales, etc., al igual que el actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, públicamente adujeron amar la industria nacional.


No solamente eso, sino que dieron una serie de argumentos supuestamente razonables, como que la actividad extractiva más servicios no alcanza para darle trabajo a todos los argentinos y que la industria da trabajo y bla-bla-bla.


https://x.com/VascoAmonda/status/1989300410138472640


Ahora bien, ¿son sinceros?

Imposible saberlo. Pero sí podemos fijarnos qué hizo el kirchnerismo en sus 20 años de gobierno durante el SXXI, donde estos personajes fueron protagonistas.


El actual gobernador de la provincia de Buenos Aires fue ministro de economía de Cristina Fernández. Bajo su administración [1] el gobierno retrasó el tipo de cambio, usó el tipo de cambio para “anclar” (infructuosamente) la inflación, pagó altas tasas de interés a cambio de pesos desde el BCRA (LEBACs luego LELIQs), fomentó el turismo hacia el exterior y emitió para aumentar el gasto público.


Dicho gasto público no se aplicó a renovar los FFCC, o mejorar la estructura vial o la generación de electricidad, ni modernizar los puertos. No. Se usó para mejorar los salarios públicos, en particular los jerárquicos (ocupados por militantes). No solamente eso, la política del gobierno fue subsidiar viajes en avión (¿se acuerdan de Aerolíneas Argentinas y DESPEGAR), donde la clase media en general pero los burócratas estatales en particular dilapidaban los dólares subsidiados, comprados a mitad de precio al campo.


Kicillof fue el maestro del retraso cambiario con alta tasa de interés. Esto es, exactamente la misma política que luego aplicó Macri (con Prat Gay, Sturzenegger, Caputo y Dujovne), la cual continuó con Alberto Fernández y hoy con Caputo-Sturzenegger 2.0.


Kicillof aplicó exactamente la misma práctica anti campo y anti industria que todos sus sucesores. Las diferencias, en todo caso, son de grado. En vez de tasa de 80% (Sturzenegger 2016) habrá sido 25%. De una forma u otra son anti actividad económica.


Kicillof, al igual que todos sus sucesores, incluido Massa, apostaron a Vaca Muerta como solución mágica. Esto es, tener infinitas cantidades de dinero disponible para el pago astronómico de tasas de interés sobre la deuda soberana y una fuente inagotable para satisfacer la fuga de capitales. MAGIA.


Durante su paso por el ministerio, se sub invirtió tanto en activos públicos como en activos privados. La balanza comercial fue a favor de Brasil - notoriamente - [2] y la balanza de pagos altamente negativa.


Durante el ministerio de Kicillof Cristina Fernández públicamente se quejó de que Argentina importara maquinaria agrícola de Brasil. 


La industria necesita infraestructura para funcionar. FFCC, red vial, torres de control aéreo, líneas de alta tensión, gasoductos, generación eléctrica. Nada de eso construyó el kirchnerismo.


Kicillof era amigo del retraso cambiario con DEX. Con todos ellos - los que salieron a golpearse el pecho al grito de “industrialismo” - avalaron los límites a la exportación. Esto es colocar trabas regulatorias a la exportación. Le ahogaron el negocio a los frigoríficos (excepto los comprados por capitales brasileños, claro), cayeron los rodeos, se dejó de sembrar trigo (mientras Kicillof y Costa racionaban derechos de exportación beneficiosas para la industria molinera).


Un período que para el resto de los países del Mercosur fue de inversión pública (infraestructura) y privada (reinversión) y en el caso de Brasil de grandes inversiones estratégicas (Petrobras, astilleros, industria de Defensa, EMBRAER) y soberanas (U$D 300.000 millones de reservas de su Banco Central), para la Argentina fue de déficit de balanza de pagos, estímulos y subsidios al turismo al exterior, financiación pública a la importación de bienes de consumo, desinversión de infraestructura, desinversión de nuestro principal activo estratégico (el campo) y extranjerización de las empresas argentinas.


Voy a dar dos ejemplos de despilfarro y de políticas contrarias a la industrialización y a la “nacionalización”.


El kirchnerismo inventó el “Ahora 12”, créditos al consumo a tasa cero. En principio, a favor de la población. Estimular el consumo favorece la obtención de votos y supuestamente estimula la industria nacional.


Nada de eso sucedió. Se fomentó la compra de aires acondicionados, importados en su totalidad y ensamblados en TdF, es decir, se fomentaron las importaciones, cuando había deficiencias en la generación de energía eléctrica. Lo mismo con las motos, donde simplemente se ensamblaban partes importadas de China (una de las empresas pertenecía a los hijos de De Vido). Se financiaba la importación de bienes de consumo durables que requerían mayor importación de combustible. Unos genios.


El otro punto es el turismo al exterior que se fomentaba con tres medidas del gobierno kirchnerista: a) se subieron los salarios relativos de empleados públicos jerárquicos, en su mayoría militantes kirchneristas; b) se subsidiaba la compra de divisas para turismo en el exterior como hoteles o gastronomía  mediante el control de cambios y la compra de dólares del campo a bajo precio; c) se subsidiaba y se financiaba a tasa cero los viajes en avión de Aerolíneas Argentinas, en ese momento bajo administración de La Cámpora.


En el punto c), doble efecto, ya que se gastaban dólares (que no teníamos) para la compra de combustible aeronáutico, se compraron más aeronaves (a Brasil entre otros), más el manejo deficitario de la empresa, parte de esos gastos en el exterior (ejemplo: hoteles de la tripulación, tasas de aeropuerto en el exterior, etc.). En resumen, un gigantesco derroche de dólares para que las clases medias argentinas se vayan de vacaciones a NY o Cancún y voten al gobierno. Mientras tanto Brasil, Paraguay y Uruguay usaron los dineros de sus campos para repagar deuda, acumular reservas, hacer rutas, líneas de alta tensión, escuelas.


Estos tipos, que fomentaron la importación de partes para ensamblar acá, destruyendo la industria metalmecánica, química, plástica, de vidrios; estos tipos que impidieron la exportación de aceitunas a Brasil; estos tipos que multiplicaron por 10 la importación de vacunas (dólares que se fugaron; pasaron de U$D 12 MM a U$D 1.122 MM), estos tipos que no movieron un dedo para que crezca el campo, verdadero motor de la industria química, del acero, de la obra civil, son los que ahora nos dicen que hay que ocuparse de la industria.


La “democracia” festejada ampliamente por Cristina Fernández los 10 de diciembre, junto a Carlotto, Bonafini y Casan entregó nuestra industria atada de pies y manos a Brasil.


Las herramientas fueron el Mercosur, que permite la introducción de bienes brasileños sin aranceles. Para complementar el vaciamiento industrial se acopló: el retraso cambiario, la tasa de interés alta que hace imposible que ninguna inversión dé mejor rendimiento que la tasa fijada por el gobierno argentino, los derechos de exportación, no solamente al campo sino a la pesca y a la industria, y la eliminación de todo tipo de crédito a la industria - a diferencia de Brasil.


El retraso cambiario  hace que algo sencillo como un cuchillo de cocina no se pueda fabricar en la Argentina a pesar de que se fabrique acero y haya madera. Se importan Tramontinas.


La tasa de interés fijada por el gobierno (LEBACs, LELIQs, LECAPs) hace que todos los precios de la Argentina tengan incluidos altos costos financieros, que ninguna inversión tenga mejor rendimiento que la tasa fijada por el estado. Es por eso que no hubo inversiones netas en nuestro país en los últimos 25 años. Es por eso que nadie invierte en la Argentina (ni siquiera con el RIGI). Es por eso que las empresas argentinas se mudan a Brasil.


Los derechos de exportación no los pone NADIE en el mundo. Como dice muy bien @notsashapak los impuestos - en una sociedad donde existe el dinero fiat) es solamente la forma en que los gobiernos castigan ciertas actividades. COMO ROMPER UNA SOCIEDAD. 


Para demostrar que el kirchnerismo - tanto el viejo como el kicillofismo - no tiene visión estratégica del país, recuerdo mi nota EL ESTADO LE QUITÓ A LOS PRODUCTORES 15 NIDERAS (LA PRENSA). Argentina debió comprar NIDERA. Era una buena forma de invertir los miles de millones de dólares robados al campo. Al menos, si el gobierno chino insistía en comprarla, comprar la división patentes de semillas, que COFCO se la vendió a los suizos. No solamente no lo hicieron, sino que no se les cruzó por la cabeza. Porque no tienen ninguna visión estratégica para el país excepto deuda, dólar atrasado y maquinita para comprar votos, mientras el rodeo se reduce en 10 millones de cabeza de ganado.


Otra prueba más de que el kirchnerismo/kicillofismo es anti-industria fue la venta de terrenos ferroviarios, en particular playas de maniobras, para negocios inmobiliarios. Recordemos todos la presencia de Bosio y Kicillof en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires presionando al bloque kirchnerista para la venta de los terrenos ferroviarios en Pacífico a IRSA. O el plan de convertir los terrenos de TANDANOR en un “polo audiovisual”. O que no hicieron un solo puerto containero mientras el contrabando vía Montevideo crecía a toda marcha.


La gente que nos regaló a la burguesía paulista, que proponía que Vaca Muerta sirviera para que la industria paulista tuviera gas barato, esto es electricidad barata (recuerden el gasoducto a San Pablo) y que gastaron los dólares robados al campo para comprar partes a China para ensamblarlas acá y venderlas a triple de precio; la gente que terminó de destruir lo que quedaba de los FFCC, no construyó ni un solo barco, hizo percha la pesca y dejó las líneas de alta tensión de la época de Menem, nos viene ahora a decir que le importa la industria argentina.


La gente que hizo puré al campo dejándolo a punto de caramelo para que venga BlackRock, Vanguard y cualquier otro a comprar cientos de miles de hectáreas a precio regalado, nos dice que les importa que los argentinos tengamos trabajo.


La gente que no acumuló reservas (a diferencia de Brasil) y no desarrolló ninguna industria estratégica (urea, por ejemplo), nos dice que el país les importa.


Los tipos que conjuntamente con el FFCC terminaron de destruir la educación, nos dicen que la Argentina les importa.


Los tipos que en lugar de acumular reservas las dilapidaron o financiaron que sus amigos las fugaran, nos dicen que quieren a nuestro país y a nuestro pueblo.


Realmente nos toman por idiotas.


No hay que dejar que estos tipos vuelvan al gobierno nunca más.


No por kukas. Kukas son todos.


Sino porque no tienen la más pálida idea de qué hacer con nuestro país excepto saquearlo y hacerlo colonia.


Unos de EEUU y BlackRock; otros, de China, Brasil y BlackRock.


Son iguales. Son todos iguales desde 1983. Es el tratado de Versalles al que estamos sometidos.


La nueva cara si la actual falla es Kicillof, agenda WEF al mango.


Dios nos proteja.

* * *



Notas:

[1]

Exactamente igual que el posterior gobierno de Macri, y el posterior; y el posterior. Es decir, más de 12 años ininterrumpidos de retraso cambiario, desinversión, altas tasas de interés y déficit de cuenta corriente, endeudamiento y pérdida de reservas. Mientras, Agenda 2030, niños trans, calentamiento global y ... Doce años de lo mismo. Kicillof es uno de ellos.

[2]

Argentina hace enormes esfuerzos para exportar y todo lo obtenido dárselo a Brasil para importar U$D 1.500 millones de maquinaria agrícola, automotores y cuchillos Tromontina. Nuestros industrialistas Nac&Pop son fantásticos.


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