Obsoleto
Autor: Hyspasia
- Hay divergencias entre la élite que gobierna (=“casta política”) y el Pueblo de la Nación.
- Hay divergencias entre quien gobierna ahora el país y el aire de época.
Son dos cosas distintas.
Las élites de Occidente hace rato que actúan a espaldas del Pueblo. Lo saben y no les importa. Ver Laura Ingraham, “Las élites y el poder”.
Cuando se formó la Unión Europea con la estructura jurídica actual (Tratado de Lisboa), se plebiscitó en varios países (Francia). Fue rechazada por el voto popular. De todas maneras, el Congreso la aprobó. procedimiento repetido en Colombia.
Aquí es igual: el miércoles a la noche mientras una parte (¿⅓, ½?) del país estaba pendiente del ARA San Juan, la Cámara de Diputados votaba la ley de la Cuarteta y festejaban cual fiesta de fin de curso, el nuevo reglamento del juego de selección de legisladores nacionales.
Acá las señoras diputadas festejando que
44 compatriotas se perdieron en el fondo del mar.
44 compatriotas se perdieron en el fondo del mar.
Algo que le interesa sólo a la casta política. Es un tema interno de ellos que le importa a la población tanto como la prohibición de la redondilla por la Asociación Argentina de Polo. Es un mecanismo de cómo repartirse los cargos entre ellos.
Poco le importó a todas las diputadas la suerte de una mujer que se consiguió su lugar desde Oberá, Misiones, a base de estudio, exámenes y concursos estrictísimos como es el caso de la submarinista Eliana Krawczyk. Claro, no lo consiguió a base de fellatios, no es del club.
Varias diputadas salieron a boconear sobre el “logro” obtenido. No se esperaron el tsunami de respuestas. Claro, en el termo de la casta política, poco importa el destino de 44 submarinistas.
Aire de época
Macri viene ganando todas las elecciones desde 2007 a hoy, con ayuda de Durán Barba.
- Equipo que gana…
- ...no se cambia.
Las fórmulas que usó (usaron) han andado fenómeno. Entonces, ¿por qué criticar?
Es que hay algo que suena mal. Un ruido. Una disonancia.
No entre lo que yo querría y lo que sucede (lo que me gusta a mí le gusta a muy pocos) sino entre las decisiones “pour le gallerie” del gobierno y las demandas generales de una parte de la población.
Durán Barba se precia - vive de ello - de entender y saber leer el gusto del público y asesorar a quien lo contrate para que actúe demagógicamente - que el pueblo lo quiera - y así ganar las elecciones.
Personalmente, y sobre esta especulación no tengo ninguna prueba, Macri tiene una agenda, que le es propia, y que tiene que ver con intereses económicos y todo el resto le resbala. Hará lo que tenga que hacer para durar el tiempo necesario para llevar adelante su agenda.
Creo que a Macri o al PRO en general le dan igual los DDHH, los cambios de sexo, el aborto o las mascotas.
Durán Barba se presenta, por lo menos en las pocas entrevistas que vi, como alguien que era zurdito ma non troppo cuando estudiante universitario y luego un “liberal” en el sentido norteamericano del término.
Existe una convicción profunda en los asesores PRO y en el staff gubernamental de que parte de la población genuinamente acompaña todos esos reclamos sobre sexo, aborto, guerrilleros, indios, desaparecidos, educación inclusiva y cambio de género (la agenda “progre”).
Esos reclamos a mí se me antojan 100% importados de la socialdemocracia europea y de los “liberals” norteamericanos, fogoneados a base de dinero de fundaciones, cargos en las facultades y en organismos internacionales. Que si no hubiera tanto estímulo monetario, no les daría bolilla ni la madre.
Hoy, con los estímulos actuales que el PRO/Cambiemos no desmontó, ser “progre” es un vehículo a beneficios: entrar y promoverse en la carrera periodística o en la academia, en el Ministerio Público Fiscal (los fiscales), en la Justicia, y en ministerios (alcanza ver la cantidad de secretarías y departamentos sobre políticas de género, minoridad y otras gansadas), crecer en el sindicalismo de clases medias (docentes, judiciales y empleados del estado). Son una minoría. Vocingleros, tendrán el 98% del aire en tele y radio, serán el 80% de los redactores de La Nación y Clarín, pero son minoría.
No tienen lugares de poder genuinos, como la UIA o las petroleras. Es poder prestado por el puesto que ocupan, que hay que distinguir - y esto es crucial - del poder real.
Algunos lo harán por plata. otros por no ser la oveja negra o porque los “progres” les resultan piolas o chéveres.
¿Y el resto de la población? ¿Es progre?
Yo tengo la idea que el pueblo argentino es de derecha. La mejor muestra es Perón. Perón que vació a los sindicatos de izquierda cuando el maccartismo reinaba en EEUU y luego lo volvió a hacer en 1974, dándole la espalda a las agrupaciones armadas marxistas (ERP) o de la Doctrina de la Liberación de la Iglesia (los grupos que luego se plegaron al peronismo). Y ahí se demostró claramente que la mayoría de la población lo acompañaba y no quería saber nada con eso y que en realidad, les rompían bastante los quinotos.
Los progres no votaron a Macri, a pesar de que bautizara a una estación de subte “Rodolfo Walsh”. La gente a la que le cae bien Walsh votó a ese 20% de Unidad Ciudada o a ese 9% de troskos de diferentes sectas.
La mayoría de la gente o no es nada o es de derecha en el sentido que quiere Ley y Orden, esto es, que no le afanen si va al kiosko a comprar una cerveza, que no usurpen una casa en su cuadra, que no esté con el corazón en la boca mientras guarda el Gol 2007 en el garage o que no haya huelga docente porque no tiene con quien dejar a los nenes.
Ley y orden.
Por esas personas ganó Vidal en Provincia de Buenos Aires, por eso ganó Macri en Capital y los votos que sacó Del Sel en Santa Fe y De Ángeli en Entre Ríos fue por ese grupo de personas. Por eso sacó Morales un 50% de los votos en Jujuy hace un mes. A lo que debemos agregar aquellas personas que quieren Ley y Orden sin haber votado a Cambiemos.
Entonces ¿por qué Durán Barba aconseja llevarse bien con esa gente?
¿Por qué los funcionarios de Macri le dan bola? ¿Por qué Vidal aprobó la aberración de declarar que los desaparecidos fueron 30.000? ¿Por qué la sobreactuación?
Y acá creo que hay dos elementos diferentes.
- La relación empresarial y política con los países europeos.
- Porque hay un fuerte elemento de obsolescencia política en Durán Barba y sus seguidores, una dosis de cobardía y una desconexión con “los nuevos aires”.
La primera es fácil. El partido PRO estableció lazos con partidos europeos desde el principio, en particular con el liderado por Ángela Merkel. Eso quedó en claro con el desembarco de Hollande, Renzi y Merkel en cuanto asumió Macri y la buena onda con Macrón. Macri brindó contundente apoyo a la candidatura de Hilaria. A lo que agregamos que la familia Macri ha sido la representante local de varias empresas europeas (algunas estatales) por décadas.
Las élites europeas han decidido, desde hace un par de décadas, sostener una política cultural progre. Nadie puede creer que genuinamente crean en esas cosas (poner profesoras de letras como ministras de defensa, las políticas de género o de inmigración, la destrucción sistemática de la educación), pero es lo que públicamente sostienen, Y si Macri quiere estar alineado - y quiere - debe hacerse eco de cuanta pelotudez sea apoyada por los líderes europeos.
El segundo punto me es más difícil de argumentar. Durán Barba realmente cree que los socialdemócratas, o como dice Mathew Bracken (aquí), el socialismo internacional, es quien está gobernando Occidente y es quien va a ganar.
Y se quiere poner del lado de los ganadores.
No es que no sabe que a la gente le gusta cantar el himno, le gusta Sarmiento y cree que los chorros deben estar presos. La población argentina (y la yanqui, y la francesa, y la inglesa y la...) da muestras una y otra vez de su genuino afecto al concepto de Nación.
Pero todos los expertos internacionales argentinos, incluidos Durán Barba, sostienen que el multilateralismo va a ganar. Que la Federación Unida de Planetas (Star Trek - la Flota Estelar -, Star Wars) va a ganar.
Que “Nación” es un concepto perimido. ¿Y #Brexit? ¿Y Trump? Anomalías. Errores en la Matrix que serán anulados, o compensados, o neutralizados o sometidos. Pasos atrás circunstanciales dentro de la marcha triunfal hacia la Unión de Planetas.
Y acá es donde yo discrepo. Creo que intentaron algo: Unión Europea, NAFTA, acuerdo del Pacífico, etc., y que no anduvo. Y que no va a andar. Se podrá tener una salida civilizada no traumática (Brexit, Trump) o una traumática (Dios dirá cómo), pero los pueblos no lo van a aceptar. De hecho, ya dijeron que no y no los escucharon.
Este proyecto tenía grandes chances en el 2000...hasta el 2005. Era el carro triunfal. No más.
Ya quedaron expuestas las fisuras. La elección en Francia fue una burla, en Hungría se los quieren comer crudos, en Austria (¡en Austria!) tuvieron que hacer fraude.
Y es el casette que todavía Durán Barba tiene puesto. Porque era zurdito cuando iba a la facu, porque es de la generación de Merkel, porque es más fácil no pelearse con la CIDH, con Amnesty International, etc., por lo que sea.
Y porque ni Durán Barba ni ningún otro experto en internacionales de la Argentina sabe qué hacer con este nuevo escenario post-Brexit.
Entonces le aconseja a Macri seguir en lo obsoleto, lo viejo.
Tirar flores a “las víctimas de la dictadura” con Obama y no ir al desfile de las FFAA y de los veteranos. Me es muy difícil entender por qué el presidente no “leyó” el desfile del 9 de julio de 2016 en Buenos Aires, sobre Libertador y el Campo Argentino de Polo.
No pegarle a Maduro cuando asumió (cómo lo iba a hacer si la Unión Europea estaba negociando el acuerdo con las FARC, a través de Cuba-Maduro-Bergoglio-Obama).
No derogar la ley 26.160.
No ponerse a meter presos a los chorros. Al contrario, tienen a Garavano que es el orden socialdemócrata viejo. Garavano es lo viejo, es más de lo mismo, es Garré-Gils Carbó-Zaffa, es de la banda.
Macri queda muy expuesto. Porque todo su plantel, de Peña para abajo, es monolíticamente socialdemócrata, con la excepción parcial de Bullrich.
Entonces cuando hay un problema, un imprevisto, como Maldonado, el piloto automático los lleva a responder como socialdemócrata: “pobrecito el indiecito, policía (gendarmería) fea mala”.
Y le quita cintura al presidente, lo aleja de la población, porque después de todo, Maldonado le importa a una minoría de empleados estatales y empleados de organismos internacionales y fundaciones y medios de comunicación.
Los patagónicos quieren que a estos falsos indios los corten en pedacitos y los arrojen a las truchas de los lagos.
Entonces no sólo hay un divorcio de la casta política en general (una diputada que quiere la ley de cuartetas, un diputado electo que todavía no asumió que pide aumento de sueldo), sino que hay una falta de iniciativa de quienes toman decisiones porque se mueven con parámetros obsoletos.
Se mueven en un mundo que ya no existe más. Que formalmente gobierna, pero que no anda y sabe que no anda. Merkel está en etapa de control de daños.
Y es así como el equipo de Macri ni una sola vez puede agarrar la iniciativa.
Con la excepción de Bullrich, todo hay que decirlo, que defendió a Gendarmería a capa y espada, incluso del mismo Peña.
* * *
Muchachos, hay que prepararse para gobernar.
El nuevo tiempo es el nuestro.
La única manera de que no sea así es que Macri se avive y el liderazgo lo asuma él, lo que es posible.
Pero no con Durán Barba.
* * *