UNA TRISTE REALIDAD
La triste realidad, ¿cuál es la verdadera cantidad de empleados públicos de la Capital Federal?
Autor: #Bajenelgastopublico @hpititiminisky
En el pasado, la única salida laboral en las provincias más pobres de Argentina era el empleo público, esa situación continúa siendo así en el presente.
La diferencia es que esa situación forma parte de la realidad de la ciudad de Buenos Aires del siglo XXI. Lamentablemente.
Es sabido que la Capital Federal de la República Argentina reúne a las autoridades nacionales y a las autoridades de la ciudad, a lo que hay que sumar delegaciones de gobiernos y bancos públicos provinciales. También de gobiernos y entidades financieras estatales del extranjero, pero eso último no es una cantidad significativa de personas, ni depende de las decisiones locales de gobierno.
La información que publica el Ministerio de Trabajo a continuación, abarca a los puestos de trabajo que se encuentran bajo relación de dependencia declarada con organismos del sector público nacional, provincial y municipal, incluyendo en este ámbito, al poder ejecutivo, legislativo y judicial.
A su vez, en el ámbito nacional se incluyen a las universidades nacionales, bancos y empresas públicas
Entonces, a los 172 mil empleados públicos de la ciudad, habría que sumarle una cantidad de personas por provincia (que trabajan en las casas provinciales y en las sucursales de bancos provinciales que están en el centro), y a un elevado porcentaje de los empleados públicos del gobierno nacional (reconociendo que hay organismos públicos que tienen delegaciones en las provinciales como INTA, bases militares, sucursales de Garantizar SGR, BICE y Banco Nación, etc).
Por lo tanto, en la Capital Federal estarían trabajando 172 mil empleados públicos de la ciudad, y, además, como entre 370 mil y 555 mil empleados públicos del estado nacional (que serían entre 50% y 75% de los 740 mil), que se reparten entre los distintos ministerios, bancos, medios públicos, universidades, tribunales, organismos públicos, etc., y a lo que se podrían sumar un promedio de 100 empleados públicos de 20 provincias (teniendo en cuenta que algunas provincias no tienen banco público y otras si).
En total, podríamos estar hablando de entre 500 mil y 750 mil empleados públicos trabajando en la Capital Federal.
A su vez, están los empleados públicos municipales, siendo los municipios de Capital Federal y los del GCBA los que concentran la mayor cantidad de empleados municipales por una lógica razón: hay más población, más presupuesto y más necesidad de brindar servicios de salud y seguridad, entre otros.
Y los intendentes aprovechan esa situación para acomodar ñoquis.
Implicancias:
El empleo en el sector público en Capital Federal representaría entre el 25% y el 30% del empleo. Porque el empleo privado formal ronda 1,5 millones y los estatales entre 500 mil y 750 mil.
Además, muchas empresas del interior están radicadas en Capital Federal por temas impositivas, y muchos de sus empleados también. Con lo cual, la cantidad de empleo privado formal que figura en la ciudad podría ser menor.
Y de estas empresas privadas, unas cuantas son proveedoras del estado: dispensers de agua, empresas de limpieza, barrido, alumbrado, podas, artistas varios que suelen conseguir contratitos en el boletín oficial, empresas que cotizan en bolsa y tienen como accionista a la ANSES, medios de comunicación que se solventan con pauta oficial, empresas de software que le venden al estado, empresas de obras públicas, los carniceros y verduleros que participan de las ferias de la ciudad, etc. La lista es interminable.
Entonces, la situación es mucho peor de lo que comúnmente se cree.
Y esta situación impide advertir que la Capital Federal está sobredimensionada, tiene 20 mil empleados públicos más que Madrid, y eso que ambas ciudades tienen presupuestos similares: 4.800 millones de euros, a un euro de 45 pesos.
Con lo cual, la triste realidad es que el mercado laboral de la Capital Federal es mucho más estatista y por acomodo de lo que se cree. Y esta tendencia viene empeorando desde el 2002 a esta parte.
Particularmente agravada por el estancamiento del empleo privado formal, que está en los mismos niveles que en 2012.
Otra implicancia, el tránsito y el código urbanístico:
El empleo privado está tendiendo a escaparle al centro, cada vez más empresas trasladan sus oficinas al corredor norte que va por Avenida Libertador, por Avenida General Paz, y por Acceso Norte. Beneficiando a municipios como Vicente López, San Isidro, Tigre, o Pilar.
La digitalización está ayudando, el infierno de tránsito y los cortes de calles por piqueteros en que se ha convertido la ciudad ha colaborado a esa tendencia.
La mudanza a countries del GBA de muchos profesionales que antes vivían en la ciudad, también.
Con lo cual, cae la falacia de Larreta para cambiar el código urbanístico.
Él argumenta que 3 millones de personas ingresan diariamente a la ciudad para trabajar o estudiar, y que reforma el código para que vivan en la misma y no tengan que trasladarse, y así nos evita que hagan colapsar los ingresos y egresos de la ciudad de lunes a viernes.
Es decir, que si se realizara una reforma del estado a conciencia, y si se hiciera una reforma universitaria, copiando los modelos universitarios con ingreso restringido a la meritocracia, vía exámenes de ingreso, bajaría notablemente la cantidad de personas que ingresan a trabajar y estudiar diariamente a la Capital Federal.
Además, alrededor de un tercio de los 9 millones que cobran planes sociales en Argentina viven en la ciudad y alrededores. Y, al menos, un tercio de los 6 millones de jubilados, también.
De 3 millones que ingresan diariamente a la ciudad, según Larreta, hay miles de empleados públicos, miles de alumnos universitarios y de otros niveles educativos, y miles de piqueteros.
Poniendo en orden estos temas, no haría falta cambiar el código urbanístico para sumar más población.
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