ISCHIGUALASTO
Autor: Juan Martín Perkins
San Juan es una provincia de fuerte personalidad. Por algo Sarmiento fue sanjuanino.
Raro que pase un día sin temblar. La gente que no está habituada suele sentirse mal sin razón aparente, hasta que se entera que ese día hubo unos 350 temblores imperceptibles y ahí si que no pegas un ojo. Así es San Juan.
Entramos desde San Luis por Sierra de las Quijadas. Pasamos por Caucete y San Juan capital rumbo a Jachal, para quedar cerca del parque Ischigualasto.
La ruta ya se ocupa de aclararte quien manda en San Juan. Toneladas de piedra y barro que arrastran las correntías sepultando la ruta… Él manda en San Juan y lo deja claro.
Como para que te vayas dando un baño de humildad y recuerdes lo arrogantes y soberbios que somos a veces.
En el puesto caminero de Jachal nos aconsejaron ir hasta Valle Fértil, un pueblo simpático y pintoresco que hace de anfitrión al turismo que visita el parque.
Valle Fértil, además, tiene la particularidad de ser el lugar donde el ex gobernador Gioja se cayó con su helicóptero comprobando que los kirchneristas respetan la ley.... de gravedad.
Ischigualasto es impresionante. Vale la pena. Es un lugar que te hace reflexionar sobre nuestro peso relativo en el universo. Es un lugar que te hace sentir pequeño y te permite ver desde otra perspectiva.
Allí podes imaginar 4.600 millones de años desde la creación hasta la actualidad.
Ischigualasto es un increíble viaje al pasado donde se puede ver que ese desierto al que hoy llaman paisaje lunar, fue un valle con una gran llanura de características tropicales, surcada por ríos, lagos y pantanos donde tuvieron origen los primeros dinosaurios.
Todo está allí, solo tienes que prestar atención y aprender a verlo.
Ischigualasto tiene 60.000 hectáreas, como una estancia grande de la provincia de La Pampa, pero que en vez de tener vacas, tiene dinosaurios. Para verlos no es necesario excavar, el viento y el agua los deja al descubierto. Vienen del Triásico, de la Era Mesozoica a convertir a Ischigualasto en una de las cuencas fosilíferas mas ricas del planeta.
Te decía que Ischigualasto te hace sentir pequeño. Me bastó con imaginar como se creó la cordillera de los Andes que acabó con los dinosaurios de un plumazo para pensar en lo idiota que es nuestra visión antropocéntrica. Esa idiotez arrogante muy nuestra de creernos tan determinantes en el devenir de los sucesos de los tiempos.
¿Adonde quedan los eco terroristas esos que declaman el ambientalismo soberbio cuando imaginan el momento en que se forma la cordillera? Le echarían la culpa al glifosato tal vez. ¿A quien culparían de la extinción de los dinosaurios? ¿A el calentamiento global de Donald Trump?
Ischigualasto me recordó a aquella reflexión sobre el “Pálido punto azul” de Carl Sagan donde subraya la responsabilidad de tratarnos mejor los unos a los otros y de preservar y querer nuestro pálido punto azul, el único hogar que tenemos en el universo.
Me hubiera gustado oír de este paladín del progresismo, la ciencia y el cosmos que ponía al hombre en el centro, me hubiera gustado oír su explicación durante una noche de luna llena de Ischigualasto. Me hubiera gustado oír la versión de quien aconsejaba despojarnos de la soberbia… me hubiera gustado escuchar su versión científica prescindiendo de la mano de Dios.
Yo no pude explicarme nada sin al final de cada argumento notar su presencia.
Ischigualasto es un registro documentado de la obra de Dios.
La provincia de San Juan también… y se ocupa de recordártelo a cada instante.
Juan Martín Perkins.
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