LOS BURGUESES DE CALAIS
Autora: Iris Speroni
En el año 1346, al inicio de la Guerra de los Cien Años, el rey de Inglaterra inicia el sitio a la ciudad de Calais, al norte de Francia, sobre el Canal de la Mancha.
El asedio duró varios meses. Finalmente el ejército inglés logra cortar todo suministro de alimento a la ciudad, por lo que su población quedó en una situación vulnerable.
Las autoridades de Calais deciden expulsar a 500 niños y ancianos, en su afán de que las vituallas remanentes duraran unas semanas más para la población restante.
El escape de esas 500 personas hacia aldeas y otras ciudades fue denegado por el ejército inglés y todos ellos murieron de hambre fuera de las murallas de Calais, ante las líneas enemigas.
Finalmente, al final de sus fuerzas, la ciudad pide ayuda al rey francés. El mensaje es interceptado y los ingleses deciden reforzar su sitio hasta llegar a 32.000 hombres, según el historiador y cronista de época Jean Froissart. Una vez listos, el bando inglés hace llegar el pedido al rey francés, quien avanza a recuperar la plaza con 15.000 infantes y 11.000 jinetes. Deben tomarse todos los recaudos respecto a la veracidad de las cifras de ejércitos (o poblaciones) de la antigüedad y edad media. Tienen la credibilidad de los índices de pobreza de la UCA o de inflación del INDEC.
El rey francés, al ver la fuerza de su oponente, ordena la retirada y deja a la ciudad a su suerte.
A las autoridades de Calais sólo les queda negociar la rendición, lo que finalmente hacen.
El asedio le costó mucho dinero al rey Eduardo III de Inglaterra. Hombres, paga de soldadesca (en esa época los ejércitos eran pagos), provisiones para semejante cantidad de personas, barcos, armas, municiones. Fue un bloqueo caro. Para la ciudad y para el asediante. Por lo cual Calais, o mejor dicho, los ricos de Calais, tuvieron que entregar parte de sus fortunas en compensaciones, autorizar el uso del puerto a los ingleses (que lo mantuvieron casi 100 años) y otra serie de privilegios.
Pero, además, Eduardo III pidió un gesto simbólico. Porque en política existen los gestos. Los gestos de sumisión (*). Los gestos de deferencia. Los gestos de apoyo y lealtad. Los gestos de fricción (verdaderos o fingidos). Los gestos de castigo ante la desobediencia.
Son acciones que no sólo involucran a ambas partes (el señor y el vasallo) sino a quienes son sólo espectadores también.
El rey pidió a la ciudad que le entregara un puñado de hombres poderosos, que se entregaran sin condiciones, desarmados y cubiertos de sábanas blancas (en lugar de las ropas finas que exteriorizaban su rango). Los hombres ricos que gobernaban la ciudad. No quería que le dieran seis perejiles. No quería tampoco que le dieran miembros de la familia sino pater familiae o mejor dicho patres familiarum. Nada de sacrificar al primogénito o al segundón.
Los hombres caminaron descalzos hasta el vencedor, ante quien se postraron. El rey ordenó su muerte. La reina pidió por sus vidas, lo que fue concedido.
Según la historia, para complacer a su señora.
Yo que soy economista y mal pensada, intuyo que Eduardo III necesitaba que el puerto de Calais funcionara a su favor y para ello requería la colaboración de sus dueños, por lo que luego de un buen susto, se puso a negociar. De una manera u otra, sólo los protagonistas saben la verdad.
Más de quinientos años después, la ciudad de Calais decide homenajear a estos hombres y encarga a Augusto Rodin una obra a ser colocada en la plaza principal, frente a la Intendencia.
Resultó una escultura excepcional, que le llevó a su autor más de tres años de trabajo, de prueba y error, hasta llegar a la versión definitiva. Hay doce estatuas hechas por él sobre este tema distribuidas por el mundo, e infinidad de copias. Es muy original, como todo lo que Rodin hizo. Las figuras son casi de escala natural y están colocadas prácticamente al nivel del piso. Por lo que quien la observa se da cuenta que representan a hombres de carne y hueso en un acto excepcional.
Es un recurso de estilo que luego se repitió en numerosas esculturas. En nuestro país, gran cantidad de los monumentos a nuestros Veteranos de Malvinas fueron hechos bajo esta concepción (**).
Ahora bien. Calais honró a los seis que se ofrecieron para que la ciudad no fuera arrasada, pero no a los 500 expulsados (500 débiles) y abandonados a la buena de Dios. Pero yo tal vez hilo muy fino.
* * *
La Argentina hace 10 años que no crece. En los últimos tres años decrece sin pausa. Desde 1975, desde la guerra contra la subversión, el país tiene crisis recurrentes, que como el juego de la oca, cada tantos años nos vuelven a casilla cero y en términos generales, desde entonces nuestro PBI per cápita no crece.
Nuestros políticos nos endeudan, concesionan los bienes públicos a sus amigos, entregan nuestras montañas a empresas mineras y - además - las eximen de impuestos, subvencionan a las compañías petroleras (único país en el mundo), destruyen la educación, la salud, la seguridad y las fuerzas armadas, confiscan los ahorros previsionales, entregan los puertos, los FFCC; en acuerdos no escritos y a espalda del pueblo, autorizan que nuestros dos principales socios comerciales, España y China, depreden nuestro mar (***); se asocian internacionalmente con quien no deben. Como si todo esto fuera poco, en lo que va del SXXI han tropezado y peleado entre sí en su afán de hincarse ante sus mandantes para demostrar públicamente su sumisión.
La agenda global no trata sólo de lo que hacen en sí (destruir la educación o la familia o la religión o lo que fuera). Lo que trata es de exhibir sumisión.
Demostrar que el presidente de España crea oficinas antifemicidio, que el partido ganador de las elecciones de Argentina en el 2019 tiene como lema de campaña “TodEs”, que Irlanda aprueba el aborto, que en Holanda hay eutanasia o que en Francia se vandalizan dos iglesias católicas por día, entre ellas una catedral por año, sin que el gobierno francés haga nada para prevenirlo o hallar y castigar a los perpetradores.
No importa de qué se trate. Lo que importa es que no haya nadie que se niegue a someterse. Y que el acto de vasallaje sea público.
https://twitter.com/alferdez/status/1283238538709016576 |
Volviendo a los errores económicos, usando una frase remanida, “no hubo errores, no hubo excesos”. Un gobierno no le concede el FFCC San Martín que une el Pacífico con Rosario a un gobierno extranjero por asignación directa por error. Esas cosas jamás suceden por equivocación.
Sin embargo, a ninguno de todos estos políticos, que se llevan muy bien entre sí y que se pelean pour la gallerie - como dijo un tuitero, son Titanes en el Ring -, y que en todo este proceso se hacen ricos una y otra vez, les ha pasado nada. Ni siquiera caminar descalzos, postrarse, y temer que los maten, aunque luego terminen haciendo negocios como siempre.
La Argentina no tiene ningún problema económico. Ninguno. Tiene un problema político. Deberíamos todos nadar en la abundancia y deberían faltar brazos para cubrir todos los puestos de trabajo. Sin embargo tenemos sueldos miserables y una economía en permanente retroceso. Todos los que hablan en público proponen una y otra vez las mismas ideas. Las que fracasaron en 1965, en 1985, en el 2005, hoy.
Porque no son fracasos. Es a propósito.
Y aún así, siguen los mismos.
Y los que perdemos: los jubilados, el señor que tiene que ir a las cinco de la mañana al hospital para que lo atiendan, la señora que manda a su nene a la escuela pública y ve que la maestra va tres veces por semana y cuando se le antoja concurrir le enseña sobre la pachamama y cómo colocar preservativos pero no quien fue Belgrano o cuál es la capital de La Pampa; los policías que se rifan en cada esquina por unos pocos pesos y que si hay un problema el fiscalillo de turno lo mete preso, las FFAA mal pagas y con gobiernos como el de Garré o Aguad que les vende las propiedades, deja caer aviones o hundirse submarinos por falta de mantenimiento; el tambero que ve que todas las leyes son a favor de La Serenísima, al carnicero de Zárate que lo asaltaban una vez por semana y cuando se defendió lo acusaron de asesinato, el productor de algodón chaqueño que no sólo el estado se queda con el 80% de sus ventas sino que ni siquiera le hace mantenimiento a los canales; todos nosotros no tenemos ni una chance.
Ninguna de estas víctimas tiene ni representantes, ni es oída. Como los 500 expulsados de Calais a los que nadie les hizo un monumento.
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* * *
(*) Como el acto presidencial del 9 de julio de 2020.
(**) Con ese criterio, también, es la estatua de Fangio al lado de su Flecha de Plata.
(***) El 16 de Julio se conmemora El Día de los Intereses Argentinos en el Mar, en reconocimiento al Alte. Storni. http://restaurarg.blogspot.com/2018/10/intereses-maritimos-o-el-naufragio.html