COUPÉ FUEGO
Autor: Juan Martín Perkins
Esta semana leí 31 razones para no vacunarse de un Rabino israelí. Una más lógica que la otra.
También vi un video de una entrevista entre periodista y médico-científica cordobesas donde explican que no debíamos hacer cuarentena ni usar barbijo porque el virus se atenúa solo, que todo se hizo para inyectarnos un tratamiento médico experimental que todavía no está aprobado ni puede llamarse vacuna.
Lo relaciono con la campaña mediática más unánime que yo recuerde desde que nací.
Nadie puede pronunciarse en contra ni manifestar dudas sobre la dictadura sanitaria… que amenaza volverse vacuno compulsiva.
Entre semana, también escuché al hijo de la rusa, como le gusta que lo llamen al ruso Verea, diciendo que vivimos arriba de una cloaca. El Ruso sostiene: “que cada tanto miramos para abajo y nos damos cuenta de que chapoteamos en mierda” (textual).
Chapoteamos siempre entre la mierda, pero nos damos cuenta sólo cuando miramos para abajo, o sea bastante poco.
Cuando vemos el enchastre, rezongamos con que así no se puede vivir y le echamos la culpa a Mauricio y María Eugenia. Con eso nos alcanza para levantar la mirada nuevamente, aguantar otra vez levitar sobre la kaka y acudir a pedir nuestro nuevo documento, hablar en inclusivo, pedir cupos y privilegios para “minorías” y aceptar, una vez más, los Dráculas y Frankensteins que la política nos pondrá en las listas sábana para reforzar la escribanía de la impunidad …
En las redes, leí en chiste o patéticamente en serio, que alguien desafía al presidente preguntándole qué debe hacer con un hijo que se auto-percibe como coupé fuego, ¿debe sacarle DNI o lo tiene que patentar?
Mi madre sostiene que no debo angustiarme, porque cuando algo se torna tan ridículo, tarde o temprano, se cae por su propia ridiculez.
Yo no la contradigo pero no creo que sea así, más bien creo que si seguimos caminando sin mirar para abajo sobre la cloaca en la que chapoteamos, la que va a extinguirse es la humanidad.
Muertos de miedo y ridículos, inyectados e inoculados de idiotez, engañados y estafados a sabiendas como niños, chapoteamos hacia nuestro destino.
En “La Historia del Amor”, de Nicole Krauss se dice que: “desde que empezó la vida en la tierra han existido entre 5.000 y 50.000 millones de especies, de las que solo entre 5 y 50 millones viven todavía". O sea, que el 99% de todas las especies que han vivido en la tierra se han extinguido.
Y nosotros estamos más preocupados por el pingüino austral que por la humanidad.
Quizás el hombre, olvidando a Dios, haya iniciado su proceso de extinción ... y el progresismo global imbécil de Fernández, Larreta, Macrón, Merkel o Biden sea el arma homicida.
Mientras tanto, date un paseo en coupé Fuego.
Juan Martín Perkins.
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