LAS RATAS Y EL QUESO
¿Por qué hay tanta desesperanza?
¿Tanta gente desempleada?
Recordemos que la vida es un aprendizaje continuo.
El tiempo es precioso.
Harían falta cien vidas si quisiéramos conocer sólo algunas cosas. El verdadero remedio contra la vanidad y la presunción es leer siempre los grandes pensadores que nos precedieron en la existencia, no nos creamos ser “el personaje” siempre hubo, hay y habrá, alguien más sabio e importante que nosotros, por eso hay que volver siempre a las fuentes.
En lo que da en llamarse “Doctrina Nacional” autores de diferente origen y con diversos matices han exaltado el patriotismo que es el patrimonio espiritual de todo argentino, el de antes, el de hoy y el de mañana, recordemos que ya hemos venido diciendo que el patriotismo, como todo sentimiento solo puede experimentarse en situaciones vitales
En la sociedad actual de nuestra Patria todos formamos parte de un todo, En el contexto social la función de cada uno es necesaria, Hasta el pelo más delgado hace sombra en el suelo, cada persona cumple una función en el ámbito de sus actividades, cada uno tiene un roll y en función de él tiene un estatus determinado, nadie, ni el profesional más especializado ni el trabajador más humilde es prescindible.
Todos los trabajos son respetables y honorables, pero todos en una sociedad, salvo impedimento especial, deben trabajar. Siempre insistiremos en decir que los que trabajan y los que antes trabajaron (los jubilados) tienen que ser retribuidos por su labor con sueldos dignos y suficientes para cubrir el costo de sus necesidades, incluidas entre estas el confort que la vida moderna brinda al ser humano.
Entonces ¿Por qué esto no sucede? ¿Por qué hoy tenemos un pueblo empobrecido? ¿Por qué hay tanta desesperanza? ¿Tanta gente desempleada? ¿Tantos pobres? ¿Tanto niño desnutrido? ¿Qué nos pasó? En un país con un enorme potencial nos venimos malogrando, deteriorándonos como personas.
Hemos quedado como siembra después de una granizada, apabullados y achicharrados, es que como decía el P. Castellani, unos mediocres se pusieron a gobernarnos, pero, ¿De dónde salieron? Es lamentable decir que salieron de entre nosotros, de décadas de destruir nuestra educación, de banalizar los títulos hasta hacerlos una mera formalidad, de des alfabetizar nuestras escuelas, de desnacionalizar nuestros jóvenes en base a una filosofía del hedonismo convertida en ideología.
Nos han inculcado que, si la mayoría prefiere algo, ese algo tiene que ser bueno, pero muchas veces es lo contrario, en una comunidad donde impera la mediocridad, que además fue siendo llevada a una desintegración de valores, mediante una campaña de desinformación, hoy un título secundario es un mero trámite y una universidad, salvo excepciones, otorga muchos títulos y poco conocimiento.
Por eso, tenemos dirigentes con la soberbia del que cree que sabe todo y opina sobre lo que no sabe cómo si lo supiera, analfabetos con algún título conseguido “guitarreando exámenes” y por buenismo de sus profesores buscan el aplauso fácil a realizaciones mediocres donde todo “es igual”, en el afán por hacer cosas y tomar medidas que creen populares, pretenden “adular la plebe”, Como decía el historiador de la antigüedad Plutarco, sin caer en la cuenta del rechazo que siente el pueblo de toda esta “casta”.
Se amontonan con cualquiera, no importan las ideas con tal de obtener algún cargo, hoy son de una “coalición” mañana de otra, hoy dicen aborrecer a aquel con él se juntarán mañana, de tanto traicionar terminan hasta traicionándose a sí mismos con tal de conseguir un voto del electorado para seguir usufructuando de suculentos sueldos a costa de todos los contribuyentes.
En el político argentino existe siempre un problema de ego, inflado por el halo que les presto alguien al pasar cerca, todos los de la “casta” de cualquier bando o coalición, sus cómplices de la Justicia y los medios, carcomidos por el germen de la ignorancia, se creen Gardel, pero desafinan hasta en la bañera. Es por eso que, salvo alguna excepción, faltos de ideas y propuestas, se amontonan entre sí en función de cuanto “miden” en “imagen” según las estadísticas engañosas.
Hay que tener muy claro, que las promesas de todos los “partidos” “frentes” y “coaliciones” son solo un entretenimiento, que ninguno está dispuesto a cumplir con las promesas de “campaña” que las listas de “candidatos” las arman en función del negocio que se reparten, y no de representación alguna, que el acto electoral que llaman PASO solo les importa a ellos como una gran encuesta nacional para saber cómo se reparten la torta después, es la forma que tienen las ratas para pelear por el queso.
Muchas son las veces que Argentina estuvo al borde del abismo económico desde 1983, podemos recordar, la hiperinflación del alfonsinismo, los intentos estabilizadores del principio de los noventa, el 2001, la debacle de Macri y ahora el desastre de los Fernández y compañía, lo económico siempre se revierte más o menos, el problema de esta crisis son los valores morales y la lumpenizacion social.
Todo lo expuesto debería hacernos reflexionar, a no ser que resultemos cómplices del sistema perverso que nos agobia, debemos desplazar a la totalidad de la casta política por dirigentes patriotas, caso contrario y como venimos diciendo desde hace mucho, corremos el riesgo de más pauperización y desintegración, con un resultado incierto para la Nación y nuestra querida Patria.
Marcos Kowalski.