PAN Y COMBUSTIBLE


Quienes más sufren la inflación son quienes tienen ingresos fijos. Por supuesto, emitir es un gran negocio. Para unos pocos.



Es distinto el precio de una cosa que la inflación. El precio es el dinero que pagamos (o que estamos dispuestos a pagar) a cambio de algo.


La inflación es la suba de ese precio.


Un precio (quieto) en un país sin inflación, puede ser caro o barato, razonable o abusivo. Depende del bolsillo del comprador y del precio de productos similares o sustitutos.


Luego hay situaciones especiales, donde hay un solo vendedor o pocos y arreglan el precio entre ellos (cartel) o hay impuestos sobre bienes particulares (impuestos internos sobre bebidas gaseosas, bebidas alcohólicas, alfombras, etc.). El estudio de los precios de las cosas es un mundo en sí mismo.


Eso no tiene - necesariamente - que ver con la inflación. La inflación es cuánto suben los precios. Esto es, voy a comprar una botella de gaseosa todos los miércoles y cada semana, la misma botella, del mismo volumen y marca, vale más pesos (o la moneda que sea).


¿Qué sucede cuando hay inflación? Muchas cosas. La primera y que más nos afecta a todos es que no todos los precios suben de igual forma. Puede subir en forma inmediata los huevos o el yogur, pero no así los sueldos o la electricidad o los alquileres. Esto es porque tienen mecanismos no automáticos. Los sueldos suben cuando hay negociaciones de paritarias, por lo general una vez al año, las tarifas cuando las autoridades lo permiten y los alquileres cada seis meses. 


Este movimiento desparejo cambia lo que se llama precios relativos. Ejemplo: ¿Cuántos litros de leche compro con una hora de trabajo? ¿Cuántos días de trabajo me cuesta pagar la factura de luz? ¿Cuántas horas de trabajo me cuesta pagar mi parte del sueldo del encargado del edificio?


Eso descalabra la economía porque se pierden las referencias y de pronto actividades lucrativas dejan de serlo. Ejemplo: el gobierno congela el precio de la leche. Las usinas lácteas a su vez mantienen el precio al que le compran la leche a los tamberos. A lo que se agrega que les pagan a 60 días (en contexto inflacionario). De pronto una actividad que tal vez era lucrativa un año atrás hoy no lo es.


Como siempre, quienes más sufren la inflación son quienes tienen ingresos fijos. Sueldos, pensiones, jubilaciones, beneficios sociales, un jubilado que complementa sus ingresos con el alquiler de un departamento. Millones de individuos que se enojan cuando tienen que ir a comprar al almacén y vuelven con menos cosas que las que pensaban adquirir.


Informe FADA: Evolución de precio del ternero y del asado (minorista).



Los segundos más desfavorecidos luego de los asalariados son quienes no tienen poder de negociación (como los tamberos).


Entonces las autoridades monetarias y económicas, las únicas responsables de la inflación, - no los fabricantes, ni los comerciantes, ni los obreros, ni nadie - empiezan a buscar a quien colgarle el San Benito. Que el aceite sube porque las paritarias del gremio aumentó los sueldos un x%; o porque los comerciantes son codiciosos, angurrientos y agiotistas; y los que importan shampoo de Brasil son peores. O, lo más gracioso de todo, porque sube el dólar.


Otro manotazo de ahogado al que acudieron estas semanas es que como sube el precio internacional del trigo y de la carne, entonces suben los precios del pan o de la carne en mostrador. A ese efecto le llaman “inflación importada”. Una chantada monumental esgrimida para ocultar la propia inoperancia o la participación criminal en el desfalco que significa la inflación. Todos sabemos que la incidencia del trigo en el precio del pan o del kilo vivo en el precio de la carne minorista es mínima.



¿Existe la inflación importada?


Veamos. 

El precio de la tonelada de trigo en Rosario el viernes cerró a $ 21.580 (*). Esto es $21,58 pesos el kilo. Si el kilo de pan está a $200, el trigo incide en 10,79%; si el precio del pan es de $150 el kilo, la incidencia es de 14,39%.


Para comparar, el flete ronda entre  $30 y $40. Incide más una suba de combustibles (**) que el aumento de la cotización del trigo en Chicago. 


Lo cierto es que no sube el precio del combustible: se desintegra el precio del peso, de lo cual el único responsable, sí es el gobierno. 


O lo que es lo mismo, los salarios bajan. Las autoridades bajan los salarios generales de la economía sin pelearse con nadie, con sólo emitir. Fácil. Tranquilo.


Informe FADA, sobre índice de inflación y caída del salario real
(caída del poder de compra del salario).


Lo cual genera malestar general. En un artilugio defensivo los políticos salen a criticar, más o menos ofuscados, a los productores de trigo o a los agiotistas o al Increíble Hulk. A cualquiera menos asumir su responsabilidad en este descalabro.


Desde la Constitución de 1994 el BCRA depende del Congreso. Los legisladores nunca se hicieron cargo de frenar la inflación.



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Composición de los precios de los alimentos


Varios se han dedicado a calcular el impacto de cada rubro en el precio del pan, de la carne y de otros alimentos. Mis cálculos dan que el 50% del precio está constituido por diferentes impuestos acumulados. (ALIMENTOS E IMPUESTOS).


FADA hace un gran trabajo: (https://fundacionfada.org/infovisual/pan-leche-carne-que-pasa-con-los-precios/)


Los colegas Adrián Gutiérrez Cabello - Agustina Ciancio han hecho un excelente trabajo, el cual recomiendo: “Impacto de los precios agrícolas en los principales alimentos”,  


En ambos casos, FADA y Cabello & Ciancio, los números son inferiores al 50% del total.


Pero si uno se detiene en la memoria de cálculo es fácil ver por qué. Estos números incluyen la mayoría de los impuestos (IVA, IIBB, impuesto al cheque), incluso el efecto cascada de los dos últimos, que impactan todos los pasos de la producción y comercialización.


Por lo cual ambos trabajos son precisos e impecables, fuera de toda crítica.


Pero hay más. El flete en Argentina cuesta en promedio el 20% del producto a diferencia de países o regiones tan extensos o más que nosotros, que llega al 10%. La diferencia es el componente impositivo del combustible, que es del 55%, y el de los rodados, cubiertas, etc.


Yo agrego ABL, inmobiliario, sellos e IIBB sobre alquiler, cargas sociales, impuestos sobre los servicios del local y de las etapas anteriores (molienda, aceitera, frigorífico, usina láctea). Porque tanto en las etapas de elaboración como comercialización todo consumo de electricidad, gas, teléfono tiene su propia carga impositiva y sus cargas sociales. Así llegamos al 50%.



Soluciones


Para que el país empiece a moverse hay que satisfacer la demanda externa (exportaciones) sólo posible si se sincera el tipo de cambio.


Para que la gente empiece a consumir a nivel doméstico, el sueldo debe ser superior a 300 dólares por mes. Para ello hay que: 1) frenar la inflación en seco, de un día para otro; 2) sacar todo impuesto sobre alimentos, combustibles y servicios. Eso duplica el poder de compra de los salarios, lo que estimulará la demanda interna.


Nada de eso harán. Darán créditos blandos a los amigos, exenciones impositivas a otros amigos o a los mismos y le echarán la culpa al ferretero o los precios del sorgo en Chicago. 


Emitir es un gran negocio. Para unos pocos.





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Notas

(*) El mercado del trigo es manipulado por el gobierno coludido con un puñado de empresas que exportan cereales y oleaginosas. Recuerdo a los lectores que la que tiene mayor participación de mercado pertenece al estado chino. Esa intervención es dañina porque da mayores márgenes a las cerealeras y molineras (en el caso del trigo) contra la rentabilidad del productor. La consecuencia será la de siempre: se reducirá la siembra de trigo para las campañas siguientes, con el daño consiguiente en la balanza comercial y el nivel de PBI.


Lo significativo de esto es que funcionarios públicos crean las condiciones para la cartelización del comercio exterior; por lo tanto favorecen a empresas extranjeras en contra de los productores nacionales.


Por supuesto, los fiscales federales argentinos miran para otro lado. Como siempre.


(**) El flete es un gran componente de nuestros alimentos. En el caso del pan, tenemos el traslado del trigo hasta la molinera, de ahí la harina hasta el mayorista y de éste hasta la panadería. En el caso de que ésta abastezca al despacho de pan, se incluye un tramo adicional.



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Referencias

FADA

https://fundacionfada.org/

https://fundacionfada.org/infovisual/pan-leche-carne-que-pasa-con-los-precios/


UNSAM - Adrián Gutiérrez Cabello - Agustina Ciancio

 “IMPACTO DE LOS PRECIOS AGRÍCOLAS EN LOS PRINCIPALES ALIMENTOS”, http://unsam.edu.ar/escuelas/economia/economia_regional/Impacto%20Precios%20Agr%C3%ADcolas.pdf 


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Lecturas Relacionadas


ALIMENTOS E IMPUESTOS

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POBREZA FRANCISCANA

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MÁS DE LO MISMO

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LA OTRA IFE

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PD: Esta semana voy a dar un modelo de cómo calcular el impacto impositivo en un sueldo y en el cuadro de resultados de una empresa. Para el infarto.


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