ALIMENTOS E IMPUESTOS


 El objeto de resaltar una supuesta y nunca demostrada hambruna subsahariana era tener excusas para aumentar los impuestos

Autora: Iris Speroni

En estos últimos meses la clase política argentina de todos los partidos nos ha sometido a la ignominia de hablar de una supuesta pandemia de hambre, como si fuéramos Biafra. En este fraude mediático y colectivo participaron todos los partidos políticos, primero, en los estertores del gobierno de Macri, que prorrogaron una emergencia (¿alimentaria?) que todavía no había vencido. Curioso y más curioso.

Las declaraciones de emergencia tienen un único propósito y es evitar las licitaciones para efectuar compras, que así se pueden realizar por compra directa. En ese caso, que todos los organismos públicos nacionales que compran alimentos para comedores, merenderos, escuelas y hospitales no tengan que pasar por un proceso licitatorio. Extensivo a quienes reciben dinero federal con objeto específico. Esta ley condona a autoridades federales, provinciales y municipales, además de fundaciones y otras organizaciones sin fines de lucro que reciben dinero público en el caso que no cumplan con los procesos exigidos por ley.


El ataque de histeria pública y colectiva se exaltó aún más luego de que Fernández ganara las elecciones. El objeto de resaltar una supuesta y nunca demostrada hambruna subsahariana era tener excusas para aumentar los impuestos.


Lo que no dicen las autoridades - excepto Kiciloff en un sincericidio interesante, sobre el que volveré - ni la oposición, ni los periodistas, ni nadie, es que el dinero de los impuestos no va a parar a los pobres, ni verdaderos, ni imaginarios.


Según el presupuesto 2019 (todavía tenemos que conocer el presupuesto 2020) la Nación debía pagar $ 740.000.000.000 en intereses a la banca. Esto es el doble del dinero para sueldos y cargas sociales de toda la administración pública nacional (todos los ministerios, televisión pública, radio nacional, hospital Posadas, Gendarmería, CONICET, todas las empresas públicas, todo el poder judicial, los 8600 empleados de la Procuración - fiscales y empleados - y los 16.000 empleados del poder legislativo). Todos juntos cobran menos de la mitad de lo que cobraron los bancos. Y éste no es el número final, ya que los bancos además cobraron por LELIQ’s del BCRA, que no está en esta cuenta.

Se pagan impuestos para que el estado le dé dinero a las petroleras, por ejemplo al estado chino cuyos intereses petroleros son representados por Bulgheroni. O a Shell, propiedad de la Corona de Holanda. O a las distribuidoras de servicios de electricidad y gas. O a las compañías de colectivos, propiedad de políticos y sindicalistas.


Es decir que los “pobres” resultan un montaje, una excusa, a la que cientos de personas se han prestado en estos últimos 30 días. ¿Lo hicieron por dinero? ¿Por crédulos?

No sabemos. Sí sabemos que se prestaron a un montaje fraudulento para justificar ante la ciudadanía la reducción de jubilaciones y pensiones y el aumento de impuestos a la población. 


A la casta política sólo le interesan sus ingresos, su continuidad o en caso contrario, si la continuidad está en duda, manotear  todo lo que se pueda mientras se pueda.


Hay una serie de ¿empresarios? que aplaudieron al presidente entrante. Por ejemplo, pero no el único, Cristiano Ratazzi. ¿Cómo no va a ser así si reciben o tienen expectativas de recibir dinero del estado? Dinero de nuestros impuestos o reducción de jubilaciones.



El presidente dice que no puede actualizar las jubilaciones por inflación, porque sobrecarga al Tesoro Nacional. Diez días después de votada la ley, la máxima autoridad de la AFIP, Marcó del Pont, publica la recaudación 2019 que superó a la de 2018 por más de la inflación. Es decir, la recaudación de impuestos sí permitía y permite actualizar las jubilaciones. En resumen: otro fraude más con el objeto de obtener los votos en ambas Cámaras, en este caso entregando a los legisladores con información engañosa.

¿Algún diputado o senador pedirá explicaciones por haberles sido ocultada la información de la recaudación antes de decidir si le trasladaban la actualización a jubilados o no? No va a suceder.


Eso sí, los jubilados no reciben actualización pero quienes reciben planes sociales, sí. La casta política intenta por todos los medios no perder los débiles hilos que la atan a su base electoral.



Alimentos y Alimentación


La mitad del precio de los alimentos está constituido por impuestos. Eso lo traté en varias notas (*). Pero vamos a repasarlo.


Un paquete de galletitas paga un IVA de 21%. Además paga impuesto a los ingresos brutos por 5% e impuesto al cheque por 0,6%. Esto sólo en la última transacción. Es un total de 26,6%.


Pero el almacén le compró la caja al mayorista. Así que pagó 5% de IIBB y 0,6% de impuesto al cheque. 


El mayorista entregó las cajas con galletitas. El gasoil del flete paga 55% de impuestos, entre internos y los mencionados. Pero además le compró al molino, abonando IIBB, impuesto al cheque y adelantando IVA. Si bien el IVA se recupera en cada paso, es un adelanto de impuestos. Adelantarle dinero al estado cuesta 80% anual, actualmente 58%. Por lo tanto, todo el régimen de adelantos impositivos constituye un costo - y no menor - para toda la cadena.


El molino a su vez tuvo que comprar el trigo, la electricidad y todos los insumos correspondientes, también abonando IIBB e impuesto al cheque.


Por lo que tenemos:

IIBB e impuesto al cheque 3 veces (molino, mayorista, minorista): 5% x 3 + 1,2% x 3 = 15% + 3,6% = 18,6%
Además, en Argentina, el costo del flete constituye un 20% del costo total en promedio, a diferencia de otros países, en que sólo se lleva el 10%.
Los impuestos son el 30% que sumados a IVA e IIBB arribamos a los 55% de componente impositivo sobre combustibles.
Así que tenemos 30% del 20% del costo = 6%.
Hasta acá tenemos IVA + IIBB e Impuesto al cheque + impuesto al combustible = 21%+18,6%+6% = 45,6%
A lo que hay que sumar los costos adicionales sobre energía eléctrica (20,6% adicionales sobre IVA e IIBB en Provincia de Buenos Aires y 6,38% en Capital) y las cargas sociales del personal. Más ABL, habilitaciones, tasa de seguridad e higiene municipal, impuestos inmobiliarios sobre las instalaciones, patentes automotores de los camiones. Todos esos impuestos deben agregarse al producto.


Por lo tanto el costo de impuestos sobre las galletitas supera el 50%.


Eliminar los impuestos a los alimentos, combustibles y energía eléctrica no está en la agenda de nadie. Hay agenda de género, dinero para matar bebés, dinero para producir teleteatros, dinero para filmar películas que nadie ve, dinero para un canal de televisión de la Cámara de Diputados, dinero para que las diputadas viajen a Marruecos para que las atiendan.


Pero de bajar impuestos no habla nadie.


Si elimináramos estos impuestos tendríamos los siguientes resultados:

- Los alimentos serían más baratos.

- A las personas de bajos ingresos, empleadas en blanco o en negro, con planes sociales, que hacen changas, jubilados, pensionados, que reciben dinero de la AUH, el dinero le rendiría el doble.

- Los sindicalistas no tendrían que pedir suba de salarios para perseguir la inflación porque habría un incremento del poder de compra de los salarios.

- Habría un índice de inflación negativo (deflación). Si fuera verdad la teoría de las actuales autoridades monetarias y de los opinadores de televisión, que no lo es; pero si fuera verdad, bajarían los precios porque bajan los “formadores” de precios.

- El país se acercaría, se achicarían las distancias, al bajar el costo de los combustibles. Los productos del norte y centro del país (porotos y garbanzos de Salta, maní de Córdoba) serían más baratos. Mayor poder de compra para nosotros, más ventas para salteños y cordobeses.

- Los industriales podrían exportar, porque no tendrían el componente de impuestos embebidos que es lo que hoy les imposibilita colocar sus productos en el exterior. Nos convertiríamos en el mayor exportador mundial de maquinaria agrícola. Abasteceríamos a los mercados de Rusia, Hungría, República Checa, Montenegro, Rumania, etc. Podríamos exportar aberturas de aluminio. Generaríamos trabajo genuino.

Si además se elimina toda forma de adelanto impositivo le sacaríamos la horca del cuello a las Pymes. Total, el estado tiene la maquinita de imprimir. Puede hacerlo hasta que cubra la brecha de los adelantos. Pero a los burócratas no les da el cerebro para hacer ese cálculo.

Para tener idea. En EEUU se cobra impuesto a las ventas sobre la última venta. No sobre los pasos intermedios. New Jersey cobra 6,625%, Carolina del Norte cobra 4%. En EEUU no hay IVA.

En Europa hay IVA (aunque muchos estados no cobran a alimentos) pero no tienen impuesto a las ventas o a los IIBB.
Y ninguno tiene impuestos acumulativos como el impuesto al cheque.

Sincericidio

Es su retahíla de diatribas el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires confesó que su preocupación era el muerto a.k.a. deuda que le dejó la Gobernadora Vidal. Y que necesitaba dinero para cancelarla.

Si bien es un acto de responsabilidad encomiable reconocer los pasivos y mostrar voluntad de pago, que no diga que el impuestazo es para otra cosa que para cumplir con la banca y fondos de inversión. Que no sobreactúen sensibilidad.

Acá hay una única solidaridad y es con los amigos banqueros.

Que lo digan.

* * *

Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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Notas:

1. Falacias repetidas por el Sr. Piumato:
http://www.laprensa.com.ar/468205-Falacias-repetidas-por-el-Sr-Piumato.note.aspx
http://iris-speroni.blogspot.com/2018/09/falacias-repetidas-por-el-sr-piumato.html
2. IMPOSIBLE EXPORTAR CON EL LASTRE DE LOS IMPUESTOS - Caso: Aluminio.
http://www.laprensa.com.ar/478075-Los-impuestos-el-lastre-que-frena-la-iniciativa-exportadora.note.aspx
http://iris-speroni.blogspot.com/2019/07/imposible-exportar-con-el-lastre-de-los.html
3. CERDOS: LA CARGA IMPOSITIVA FRENA LA INVERSIÓN

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