PESOS JUSTOS
La corrupción intelectual de los pseudo profesionales de la economía que negaron esto, es mucho peor que la incompetencia de los políticos de cualquier partido .
Autor: Ricardo Inti Alpert (@intialpert)
Si queremos que los precios se ajusten, dejemos de reproducir dinero. Hagamos del ahorro inversión, y salgamos de la idea absurda de que el BCRA eleva la tasa para contener la inflación; cuando es el único banco central en el mundo que cuando usa esa expresión, eleva la tasa que paga, en lugar que la que cobra.
Nunca sabremos si los muchos economistas que han defendido esa postura los últimos años son ingenuos, o lo suficientemente perversos como para vivir del tumor monetario, cobrando comisiones miserables por ocultarlo.
Pero la corrupción intelectual de los pseudo profesionales de la economía que negaron esto, es mucho peor que la incompetencia de los políticos de cualquier partido que haya pisado el gobierno y que por lo visto son mucho más ingenuos de lo que se consideran. Porque en "la curva de los Pasivos Remunerados se hicieron bolsa todos".
Las LELIQ hoy son basura. Lo que hay que hacer es otra cosa. Convertir al ahorro de las personas, empresas e instituciones que lo tienen, en el motor de la inversión de quienes están dispuestos a remunerar ese ahorro demandando dinero en el mercado. Y dejar de jugar con una potencial confiscación o devaluación de esos ahorros.
Que las 12 millones de familias que hacemos la Argentina carezcamos de crédito para que nuestras ciudades, viviendas y aparato productivo se desarrolle con todo su potencial, mientras el BCRA genera Pesos por el 12,77% mensual (creciente) para mantener al ahorro en la heladera y nos trajo a los 9 billones de deuda en 3 años, superando a la que acumulamos en décadas de asistencia financiera con el FMI es un absurdo que se debe terminar.
El BCRA puede y debería generar un seguro de liquidez que permita convertir depósitos de corto en créditos de mediano y largo plazo, con rentabilidad positiva y ajustando la oferta y demanda de dinero en crecimiento y con superávit fiscal.
Millones de trabajadores y empresas necesitan crédito para invertir y pueden pagar intereses reales demandando y no creando dinero, que cuando sobra, hace injusto a todo y cada uno de los precios.
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