QUE PAGUE PEPE PUEBLO

Otro atentado contra la propiedad, una desgracia que nos cuesta muy cara. 



Autor: Juan Martín Perkins  


Las familias vivimos en terreno hostil y poblado por burócratas malvados y estúpidos… pero no tan estúpidos, cuando se trata de bolsiquear al ciudadano contribuyente.


Esta semana inauguraron en Pehuajó otra herramienta de despojo, un nuevo impuesto disimulado en la factura del combustible.


¿Quién pudiera, no? ¿Se imaginan si nosotros, las familias, pudiéramos salir a robarle a los vecinos para seguir manteniendo nuestro nivel de vida sin sobresaltos?


El municipio puede cazar en el zoológico valiéndose de la complicidad de las petroleras que aceptan trasladar a precio, exponiendo a los estacioneros. Sencillo, artero.


Así es como, sin despeinarse, el intendente puede seguir su fiesta, ajeno a la realidad que vivimos los ciudadanos en la calle… 


¡Y que pague Pepe Pueblo cuando carga nafta en la moto!, todo muy justo y leal.


El transportista, el contratista rural, el productor, el comerciante…  y todas las actividades que desarrollamos los pehuajenses, buscaremos la forma de defendernos de esta voracidad fiscal y discriminación.


El intendente da prueba de su influencia camporista y obtiene la complicidad de YPF, tal vez, sin evaluar debidamente las consecuencias.


Nos somete a los pehuajenses al despojo y a los estacioneros a la competencia desleal que los expone a una intervención del mercado que les bajará aún más las ventas.


Obviamente, trataremos de evitar la maniobra. Se harán compras en localidades vecinas y todo redundará en un nuevo atraso y postergación de la iniciativa privada local.


Otro atentado contra la propiedad, una desgracia que nos cuesta muy cara. 


Soportar sobre los hombros de la economía local un estado municipal elefantiásico y voraz al que nunca nada le alcanza, ya nos resulta agobiante… y por demás injusto.


Sin la correspondiente contraprestación en servicios, tenemos las guías de traslado, la tasa de mantenimiento de red vial, el ABL y ahora el combustible, MÁS CAROS DEL PAÍS.


Además, el gobernador aumentó un 500% el inmobiliario y las patentes, reeditando el ánimo que existió durante la resolución 125, en tiempos de Lousteau y Cristina Kirchner…


La voracidad es realmente salvaje, como si no tuvieran en cuenta el esfuerzo que estamos haciendo a nivel nacional para superar la situación en la que ellos nos metieron.


Aullan “¡Ah, pero Milei!”, y en su nombre nos someten a toda clase de abusos.


Alguien me dijo que, en Pehuajó, nos tenemos que joder por poner en el municipio a gente que solo sabe pintar carteles, tocar el bombo y elucubrar como hacerse de lo ajeno.


La cuestión es que se resisten a resignar su curros, nichos y kioscos políticos personales, corporativos y demás privilegios a costa de bloquear el progreso de las empresas privadas y el crecimiento personal de los ciudadanos de Pehuajó.


Una cuenta muy prudente, indica que cada estación de servicio en Pehuajó vende en promedio 300.000 lts. multiplicá por 9 estaciones, sumale un 30% y multiplicá por 1.000, que es el valor del litro en promedio… a esa cifra hacele el 2% y tendrás una idea aproximada de lo que, como mínimo, nos quita el intendente Zurro con esta sola medida.


A mí me da entre 70 y 100 millones de pesos al mes… sin mover un dedo.


¿Les parece que esta no es una medida confiscatoria y recesiva?


Simultáneamente, ni siquiera desmalezan banquinas en las rutas, pero las llenaron de cámaras para agobiarnos con fotomultas con las que después nos extorsionan para renovar la licencia de conducir o transferir un auto usado en el currazo del Registro Automotor.


El objetivo nunca es la seguridad, el orden o la prevención del delito y esa sarasa del interés general que usan para justificar su voracidad.


El objetivo es RECAUDAR porque fundió todo lo que tocó… al estado municipal también.




Juan Martín Perkins




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