MACHINEA ALL OVER AGAIN

Mataron la incipiente recuperación económica de un hondazo.


Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)



A fines del gobierno de Carlos Menem, Brasil devaluó. Fuerte. Implementó un plan económico coordinado con el FMI.


Le avisó al gobierno argentino horas antes de su lanzamiento.


Las consecuencias fueron: importación indiscriminada de mercadería brasileña a la Argentina, profundización del déficit de balance comercial a favor de Brasil y en contra de la Argentina, pérdida de divisas por déficit comercial, caída de la actividad económica en nuestro país y su consiguiente caída de la recaudación. Recuerdo a mis lectores que el comercio con Brasil no produce ingresos aduaneros.


El gobierno argentino, a pesar de haber sido abandonado a la buena de Dios por su “socio” comercial (Brasil) y por el organismo multilateral que debe velar sobre la estabilidad fiscal y cambiaria de los países miembros (FMI), de a poco, revirtió la horrible situación provocada por nuestro socio y amigo de la nación hermana. Creo que lo correcto en ese momento hubiera sido poner un arancel aduanero equivalente al porcentaje de devaluación del Real, de forma de no empeorar la ya deficitaria balanza comercial.


Brasil, desde la creación del Mercosur, con Sarney-Alfonsín hasta hace poco más de una década, financió su impresionante crecimiento a costa de la Argentina. El déficit comercial del intercambio brasileño-argentino fue el motor del crecimiento y mejora del nivel de vida de la economía brasileña y del pueblo brasileño hasta hace unos años.


Todo ese dinero entregado a Brasil, era el que faltaba acá en forma de déficit comercial, falta de capital para invertir, y pérdida de capital neto. Además de la destrucción de la industria local, substituída por productos brasileños, en ese entonces, de peor calidad que los nuestros.


Igual, todo esto sobre Brasil es historia antigua. Hace más de una década que Brasil crece sin necesitarnos. Ya no importamos. Ya no les importamos.


Invirtieron en agro, dejaron y dejan ganar dinero a los productores, con impuestos bajísimos, tipo de cambio libre, tasas de interés minúsculas e inversión en infraestructura. Eso produjo un efecto en cadena para: la producción agropecuaria, industria de insumos al campo (maquinaria, semillas, medios de transporte), servicios (transporte, comunicaciones, comercio) y creación y crecimiento de nuevas ciudades. Acompañado de inversión pública en transporte, servicios públicos como salud y educación, y una gigantesca obra civil (viviendas, galpones, industrias y comercios) y pública (edificios gubernamentales, red vial, escuelas y hospitales). Algo bastante parecido al crecimiento de la Provincia de Buenos Aires al principio del SXX.


Volvamos.


El gobierno de Menem, hacia el final, enderezó y se recuperó del puñetazo que significó la devaluación del Real. Parte por mérito propio, parte porque la devaluación se diluyó parcialmente y Argentina encontró un nuevo punto de equilibrio.



Asume De la Rúa


En ese panorama asume el gobierno radical aliancista. En vez de no hacer nada (asumir que el país ya había pasado lo peor del cimbronazo propinado coordinadamente por el FMI y por Brasil) y dejar que Argentina recupere su camino de crecimiento y empleo, los gobernantes de la Alianza pusieron a Machinea de ministro de Economía. Imposición del brillante estadista, en particular a lo que a economía se refiere, Ricardo Alfonsín. Probablemente en premio a su excelente labor cuando fue presidente del Banco Central y su exitoso Plan Primavera que terminó en una hiperinflación.


¿Qué hizo Machinea, probablemente en contra de la voluntad de De la Rúa - nunca lo sabremos - ? Adivinen. Subir impuestos. Desde imbecilidades como aumentar los impuestos internos al comercio de alfombras a algo tan dañino como implementar el impuesto a la ganancias para que lo paguen - también - los trabajadores. La famosa cuarta categoría, que no son otra cosa que la de los giles.



Mataron la incipiente recuperación económica de un hondazo. Reventaron al consumo de un impuestazo y como no mejoraron el tipo de cambio ni eliminaron los impuestos a las exportaciones, no substituyeron la caída de consumo con exportaciones. Se quedaron sin el pan y sin la torta.


Lo que iba a ser un aumento de recaudación para asegurarle a los patrones de Machinea el cobro de capital e intereses de la deuda soberana, resultó - rarísimo - en un tiro en el pie.



Macri


Al asumir, Macri puso a Sturzenegger al frente del Banco Central. Sturzenegger es alumno de Machinea. Integra un grupo de gente que más o menos piensa lo mismo y responde a los mismos intereses. Si bien durante los primeros meses Macri intentó bajar los impuestos y se vio beneficiado por un aumento de exportaciones, eso cambió luego de ganar las elecciones de mitad de término. Ahí quitó el freno de mano y aplicó … la política monetaria y fiscal típica de los radicales. Aumento de impuestos, incluidas las gaseosas, y endeudamiento. ¡Sorpresa!  Logró los mismos resultados que cuando se aplicó la misma política durante el gobierno de Alfonsín y durante el gobierno de De la Rúa.


Alumno y Discípulo.
"La Escuela de Atenas", fragmento, Rafael.

Aún así se obstinaron en altas tasas de interés determinadas por el BCRA y tipo de cambio fijo. Macri obtuvo el mismo resultado que sus antecesores que ejecutaron la misma partitura: Alfonsín, De la Rúa y él. Caída de recaudación, caída del nivel de actividad, déficit comercial, inflación, altísimo déficit cuasifiscal (pagos de intereses) y finalmente perder en las urnas.





Hoy


El actual gobierno decidió subir a Sturzenegger, alumno de Machinea, al bote triunfal. Ejecuta llave en mano el proyecto que implica aumento de impuestos apenas asumir. Uno de los resultados posibles es la eventual caída de recaudación. Esto sucede cuando la baja en el nivel de actividad supera el incremento de alícuotas. Ambos efectos se anulan mutuamente y el resultado - como lo comprobaron Sourrouille, Machinea, Sturzenegger y Dujovne, es menor recaudación. En todos estos casos citados las autoridades intentaron fijar el tipo de cambio - que favorece enormemente al sector financiero - déficit del BCRA mediante. Su secuela natural es alta inflación, caída del nivel de actividad, mayor deuda pública y pobreza infinita para la población. En los casos de Alfonsín, De la Rúa y Macri, además, terminó en derrota electoral. 


El gobierno kirchnerista, luego de la muerte de Néstor Kirchner, tuvo una economía radical-aliancista pero en cámara lenta. Hicieron lo mismo, pero menos. Inflación, no crecimiento del PBI per cápita, caída de los niveles de inversión, anclaje del tipo de cambio, bicicleta y pobreza. Pero en dosis. Por eso dije en su momento que el plan de Macri era la continuación del segundo gobierno de Cristina Fernández y, posteriormente, afirmé que el gobierno de Alberto Fernández era la continuidad de Macri. Invito a leer mis viejas notas, en particular EL TAMAÑO DEL BOTÍN y EQUILIBRIO INESTABLE.


Espero que Dios, fuente de toda razón y justicia, como precepta nuestra Constitución Nacional, ilumine a nuestro presidente y traiga prosperidad a los hogares argentinos, básicamente con la baja de impuestos y el aumento de las exportaciones. 


Agrego mi modestísimo aporte, escrito antes de saber quién iba a ganar las elecciones, en abril de 2023: 168 horas. Por si sirve para algo.


Dios, ten piedad de nosotros.



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Notas relacionadas:


EL TAMAÑO DEL BOTÍN

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-tamano-del-botin.html  


EQUILIBRIO INESTABLE

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html .


168 horas

https://restaurarg.blogspot.com/2023/04/168-horas.html .



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