ARGENTINA, VACA MUERTA, MINERÍA, EXPORTACIONES Y MAGIA
Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)
En este mes se publicaron sendas notas de Carlos Hallak y Andrés López (La Nación) y Jorge Fontevecchia (Perfil) que tratan el tema de la exportación de productos naturales, y los eventuales beneficios (o no) que podrían traer a la economía del país.
Pensemos algunos de los puntos que traen a colación.
El gobierno sostuvo - en varias oportunidades - que el futuro del país está en Vaca Muerta, la minería y el agro.
Otros objetan que las exportaciones, per se, pueden convertirse en una navaja de doble filo, ya que un exceso provocaría una apreciación del tipo de cambio y perjudicaría al resto de la economía. La que quede en pie, al menos. Es lo que se llama enfermedad holandesa.
Sumo la entrevista de Jorge Fontevecchia al sociólogo Daniel Schteingart, ayer viernes 12 de diciembre 2025. El segmento en cuestión empieza a las 12:20 hs.
El kirchnerismo y la primarización de la economía
Durante los años kirchneristas, tuvimos que sufrir todo tipo de discursos anticampo, y a expertas en género hablar de “primarización de la economía” como si supieran de qué se trata.
Se cuidaban de hablar mal de la minería, considerando que la principal mina de oro del país se encuentra en Santa Cruz. ORO.
Aprecié, de la entrevista de Schteingart, que reconociera los innumerables errores económicos del kirchnerismo, luego de 16 años de gobierno durante el SXXI. Cuando unos pocos marcábamos los errores - que eran evidentes para cualquiera que tuviera mínimos conocimientos en la materia -, teníamos que soportar toda suerte de escarnios, porque se las sabían todas y estaban en ganadores.
Desaprovecharon una situación internacional excepcional (el alto precio y la alta demanda en volumen de la soja), y en lugar de invertirla (por ejemplo en poner a tono los FFCC de carga) la gastaron en idioteces o se la robaron. Por eso el PBI per cápita decreció desde el 2011 a hoy, mientras que el resto de los países sudamericanos crecieron. Derrochamos una oportunidad única.
La tesis kirchnerista es que los del campo son unos oligarcas malos y que lo que verdaderamente importaba eran las fábricas y talleres del conurbano.
Entre otras cosas, fueron terriblemente hipócritas.
Los gobiernos kirchnerista tomaron innumerables medidas para primarizar la producción (fomentaron la soja y pusieron trabas a la diversificación de la producción agropecuaria; persiguieron a la ganadería - todo con fines recaudatorios; la soja era la gallina de los huevos de oro kirchnerista -).
Como si ese daño al perfil productivo no fuera suficiente, sostuvieron un tipo de cambio no competitivo que fomentó el traslado de la industria de Argentina a Brasil y la importación de bienes (intermedios y terminados) de Brasil con multimillonarios déficits comerciales con el gigante del Mercosur. Al punto tal que Argentina tenía que salir a venderle al mundo para pagar los saldos comerciales negativos con Brasil. UNA VENTANA AL MUNDO, LA VENTANITA: BRASIL y VAMOS DE PASEO EN UN AUTO FEO.
Durante el SXXI financiamos parcialmente el crecimiento de Brasil con un déficit fiscal acumulado de U$D 55.000.000.000. Parte de los 300 mil millones de reservas que ellos tienen son gracias a nosotros. Ciertamente, gracias a nuestros gobernantes, las reservas negativas netas del BCRA son mérito nuestro.
Pero volviendo a la primerización de la economía, ¿Es verdaderamente así?
Un poco de historia económica
Tanto Argentina como EEUU tuvieron a fines del SXIX y principios del SXX un fenomenal crecimiento del área agroganadera que les y nos permitió absorber millones de migrantes europeos, acrecentar explosivamente la producción y generar enormes excedentes exportables que permitieron a ambas sociedades prosperar a niveles soñados para otros países.
Ahora bien, en ambos casos, la producción agrícola no solamente fue una fuente de arraigo y de prosperidad, sino que fue el motor de sendas economías. ¿Por qué? Hay mucha literatura sobre el tema, pero recuerdo un breve trabajo de Milton Fridman - totalmente aplicable a nosotros - que explica el mecanismo de desarrollo y crecimiento.
Es sencillo. Si crece la explotación agropecuaria se necesitan alambradas, aguadas, mangas, molinos, etc. Una serie de insumos que requieren de una industria metalmecánica - en esos momentos incipiente -. Mueve la economía de todo un país.
No es casual, entonces, que la industria de la maquinaria agrícola naciera en EEUU y en Argentina hace más de cien años. A niveles soñados mucho antes que en el resto del mundo.
Por lo tanto, el campo, - hoy con una tecnología distinta - no es motor del país porque genere divisas. Eso es lo de menos. Lo es porque moviliza la industria y los servicios en toda la economía.
Ahora bien, y acá entramos al proceso decisorio de un país: ¿quién hace esos insumos?
Si los insumos se hacen en el exterior, tenemos una economía de enclave. Traigo semilla, traigo fertilizantes, importo maquinaria agrícola, hasta puedo traer los trabajadores. En ese caso Argentina solamente prestaría el suelo y le tocaría algo de los dólares luego de pagar los insumos importados, la patente de semillas, los fletes, etc.
Ahora bien, si Argentina produjera la totalidad de los fertilizantes que requiere - hoy importamos parcialmente -, su maquinaria agrícola - hoy importamos U$D 1.500 millones anuales- , fuera dueña de sus patentes - si usara semillas creadas por el INTA en un 100% -, fabricara silos (hablo de los grandotes de la ruta, no de los silobolsas que se fabrican en Tierra del Fuego) y tuviera navíos para sacar sus cosechas y carnes, de los dólares de la exportaciones agropecuarias nos quedaría gran parte.
Cito los fertilizantes porque se hacen a partir de petróleo y gas. Tenemos todos los insumos para ser uno de los grandes exportadores mundiales de fertilizantes.
Pero hay algo mejor aún, los insumos que se fabricaran para Argentina se podrían también - a su vez - vender al mundo. Hoy se cumple parcialmente: se vende (muy poquito) de maquinaria agrícola, embriones y semen; Akron está fabricando maquinaria para la manipulación de silobolsas en EEUU.
Pero podríamos estar exportando muchísimo más, en particular a África y Europa Oriental en todos los rubros de insumos agropecuarios - servicios y consultoría incluidos.
Veamos el caso de Dinamarca. No solamente exporta leche y quesos, sino que es uno de los referentes para maquinaria láctea del mundo, tanto para tambos como para envasado de productos lácteos.
De eso se trata: tener controlado todo el ciclo.
Petróleo y minería
EEUU es una potencia petrolera desde fines del SXIX. Pero no solamente en la explotación de petróleo. Se dedicaron a ser dueños de todo el ciclo. Eran - y tal vez sigan siendo - los mejores en exploración y explotación, pero también en la fabricación de la maquinaria y todos los insumos necesarios para no solamente controlar la totalidad del ciclo propio sino para venderlo a terceros países.
Argentina, tardíamente, intentó hacer lo mismo. El crecimiento de YPF fue no solamente de la exploración y explotación, sino que YPF tenía su laboratorio de experimentación de productos químicos (fertilizantes, aceites industriales, plaguicidas e innumerables derivados, además de la experimentación con combustibles), su propia flota, destilerías, etc.
Siderca creció como proveedor del estado (YPF). En su momento se intentó que Argentina fabricara sus plataformas petroleras marítimas. De esto último yo fui testigo del intento.
El presidente de Brasil este último mes destinó una cifra multimillonaria de dólares para que astilleros brasileños construyan 34 buques para Petrobras. Eso es tener una visión geopolítica e integral del tema.
YPF traslada el crudo desde la Patagonia hasta la destilería de La Plata en camión. Lo que podría ser una oportunidad enorme para nuestros astilleros (y para bajar costos en YPF), se enfrenta a un marco conceptual diferente al de Brasil. Por eso Brasil crece y nosotros tenemos menor PBI per cápita que hace una década y seguimos barranca abajo.
Veamos otro caso. Italia no tiene petróleo. Durante décadas la empresa petrolera ESTATAL italiana se dedicó a cortejar a Libia. Se especializó no solamente en exploración y explotación, sino en refinerías y la red de distribución en Italia de combustibles y gas.
Hace unos años, durante el gobierno de Obama, Francia instigó a EEUU a financiar e instrumentar un golpe de estado en Libia que terminó no solamente con el régimen de Kadafi, sino con el ingreso de los franceses y el retiro parcial de los italianos del negocio petrolero libio.
Eso dejó a Italia con una más que saludable industria de insumos de la explotación petrolera y con necesidades de colocación de su producción.
Lamentablemente, Vaca Muerta, en lugar de ser una oportunidad para replicar el recorrido italiano (generar una industria de soporte de la explotación hidrocarburífera), importamos equipamiento. Cuando gran parte del mismo se podría fabricar acá, ya sea porque tenemos la tecnología o porque podemos aprender.
Esta semana Paolo Rocca protestó públicamente - con razón, a mi entender - porque se importarán caños/tubos para ductos, cuando Ternium loS puede proveer. Tiene razón.
Ese mismo predicamento vive gran parte de la industria metalmecánica argentina, que ve que, ya sea por tipo de cambio artificialmente bajo, ya sea porque no existen líneas de financiación para los empresarios argentinos, los cuales se ven obligados a competir con extranjeros deslealmente (la industria extranjera no solamente cuenta con un tipo de cambio favorable sino con créditos estatales subsidiados y, además, con menores impuestos).
El gobierno se olvida de determinados costos fiscales.
Los aranceles de importación recaudan menos que los impuestos domésticos.
Ahí hay una pérdida fiscal. Todos los desempleados serán futuros demandantes de la seguridad social. Aún desde un punto de vista estrictamente fiscal y dejando de lado consideraciones geopolíticas, de crecimiento, de desarrollo y de soberanía, si no pensamos en ciclos completos en lugar de una partecita de la producción, nos equivocamos.
La minería
La minería puede generar divisas, pero no ocupa mano de obra. Excepto que se haga como en Rusia, Canadá, Australia y EEUU, donde, además, fabrican equipamiento pesado, insumos químicos, bombas de agua, FFCC (tanto el servicio como la fabricación de material rodante e insumos ferroviarios), buques para traslado de minerales, etc.
Argentina tiene una larga tradición metalmecánica, acerías y gigantescos talleres hoy desocupados. Nada impide que podamos fabricar la maquinaria necesaria para la minería o al menos algunas de ellas. Incluso pueden comprarse las patentes para hacerlo o invitar a las empresas a instalarse en la Argentina.
Argentina no tiene por qué hacer de todo. Sería tonto. Argentina debe integrarse al mundo y quintuplicar sus exportaciones.
Entiendo que la respuesta no es generar enclaves, que al final de cuentas, gracias si nos dejan el 10% y los pasivos ambientales. Lo inteligente es controlar y dominar el ciclo completo.
La obligación, a mi entender, de todo proyecto político y de la clase política que pretenda gobernar el país, es lograr un lugar donde puedan ganarse el pan 50 millones de argentinos. Si la propuesta es darle trabajo un tercio de las familias, no sólo es un plan mezquino, sino que es un fracaso en sí.
Ya sea porque no sobreviva las tensiones sociales que provoca, ya sea porque sumerja al país en la insignificancia y la miseria.
Nos merecemos algo mejor, donde haya un lugar - y no cualquier lugar sino uno próspero - para todos nosotros.
No bajemos los brazos.
Invito a pensar por fuera de los límites que otros nos imponen.
La codicia no puede ser la vara rectora de nuestro destino.
Follow @RestaurARG Follow @SperoniIris
Perfil
Jorge Fontevecchia
INFOBAE
ORO
https://restaurarg.blogspot.com/2024/04/oro.html
http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/una-ventana-al-mundo.html
LA VENTANITA: BRASIL
https://restaurarg.blogspot.com/2022/11/la-ventanita-brasil.html
LA PRIORIDAD: LA PRODUCCIÓN
Follow @RestaurARG Follow @SperoniIris
