QUÉ VOTAN LOS QUE VOTAN

¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?
Cuando la mentira es la verdad.
Divididos
Letra: Diego Arnedo / Ricardo Jorge Mollo / Federico Gil Sola


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Mapa de los resultados electorales EEUU 2016, presidente, por condado. En azul, los distritos donde ganó Clinton (demócrata) y en rojo donde ganó Trump (republicano). Se aprecia que todo el centro rural votó a Trump.

Autora: Iris Speroni

En el año 2016 se llevó adelante una elección en los EEUU cuyo resultado hizo estallar en pedazos el camino triunfal de la socialdemocracia. Nada será igual aún si la socialdemocracia finalmente prevalece.

Los EEUU venían de gobiernos de distinto signo político pero con un rumbo único: internacionalización de la producción, expulsión de las fábricas norteamericanas a México, China, Corea del Sur. Dicho de otra manera, no importara si gobernaba Clinton, Bush u Obama, la música era la misma. La élite se beneficiaba del “ahorro de costos” y una porción de la ciudadanía participaba de la bonanza ya sea por acceso a productos importados baratos (celulares, zapatillas, automóviles) o por estar empleada en las finanzas o la comercialización de productos extranjeros. 

El sector más beneficiado fue, por varios cuerpos, el de los empleados del gobierno federal, con los mejores sueldos de la historia de los EEUU.

El apogeo de este devenir obsceno fue el gobierno de Obama. 

Éste sostuvo la decisión de Bush (h) de destinar miles de millones de dólares a salvar a bancos y fondos de inversión a costa de una recesión sin precedentes desde 1930. 

Obama presidió un gobierno con altos niveles de desempleo, caída del salario real (la contracara de lo anterior) y una política exterior incomprensible para el ciudadano medio: besos con Castro, apoyo a la amnistía con la guerrila colombiana, acuerdo con Irán y la voluntad de repetir con Asia el ruinoso acuerdo de NAFTA, más la financiación y fogoneo político de la primavera árabe y el ataque a Assad vía ISIS. 

El NAFTA benefició a las grandes multinacionales en detrimento de los trabajadores norteamericanos.

No sólo eso. Miles de millones de dólares del presupuesto federal de EEUU se destinaron a subsidiar megamempresas como FORD o TESLA para que éstas construyeran plantas en México.

Los números finales del gobierno de Obama son inequívocos: alta desocupación, 50 millones de norteamericanos con planes sociales (ayuda alimentaria), miles de tropas en el exterior, abandono de veteranos una vez vueltos al territorio nacional, caída de la expectativa de vida en numerosos estados del interior del país. Caída de casi todos los indicadores sociales.

Sin embargo la totalidad de la prensa de EEUU e internacional presentaba a Obama como un líder piola y gran estadista.

Todo el establishment estaba seguro que ganaría Hilaria Clinton, una persona de su riñón, que garantizaba la continuidad de las políticas descriptas. Nunca se les cruzó por la cabeza que podía perder. 

El status quo estuvo garantizado durante décadas por un simple procedimiento: la totalidad de los postulantes formaban parte del mismo. Por lo que daba igual que ganara McCain u Obama. Ambos representaban las mismas políticas y la misma ideología.

Mientras, ¿cuál era la actitud del pueblo perdidoso de la globalización? Ante la falta de alternativas el pueblo optó por retirarse de la vida pública. No ir a votar. No confiar en nadie. No expresar sus opiniones. 

Esto convenció a las élites de que tenían la vaca atada. De que no podían perder. ¡Porque no había voces disonantes! Lo que no se ve no existe.

Pero sí existe.


Resultados elecciones a presidente 2016 por condado según el porcentaje de voto recibido por Trump.
Cuanto más intenso es el rojo, mayor el porcentaje.


En el año 2016 en EEUU apareció un outsider. Quien no tenía compromisos con ninguno de los lobbistas de Washington. Tomó una ideología básica tradicional de EEUU (no inventó nada nuevo, tomó algo existente), lo remozó y salió a hacer campaña. Tomó una postura reivindicativa de los olvidados, una retórica postulada por Pat Buchanan años atrás (¡Gracias, Santiago González, por explicármelo!).

Es decir, abrevó en la tradición.

Si uno escucha con atención todos los discursos de Trump durante la campaña del 2016, tarea que me tomé con mucha disciplina en su momento, rescata un conjunto de ideas que trataré de resumir: 
1. bajar impuestos; 
2. bajar el “red tape”, los trámites, los formularios, porque, explicaba el candidato, las regulaciones favorecen a las grandes empresas que pueden pagar caros buffetes de abogados y perjudican al pequeño comerciante, al pequeño industrial; 
3. defender el estado de derecho y por lo tanto la aplicación de la ley; 
4. defender la vida de los policías (“blue lives matter”) y la persecución del delito [común];
5. estar contra los acuerdos con Cuba e Irán (nunca aprobados por el Congreso); 
6. recuperar los empleos que se fueron a México o China por los acuerdos comerciales (“Make America Great Again”) so amenaza de perder subsidios; 
7. denunciar a la inmigración ilegal como competencia desleal contra el trabajador autóctono; 
8. defender al no nato
9. acabar con la intervención militar fogoneada por los EEUU en el África Mediterránea (Primavera Árabe) y en Siria (ISIS); 
10. defender a los veteranos y a las Fuerzas Armadas; 
11. mejorar de la infraestructura pública (rutas, puentes, represas).

Millones de norteamericanos siempre compartieron esas prioridades sin escuchar político alguno levantar esas banderas - o al menos políticos con chances de llegar al poder y modificar la realidad -. Estas personas sintieron que alguien alzaba la voz por ellos. Los asistentes a los mitines gritaban “Drain de swamp” (“seque el pantano”, equivalente a limpie de mugre a Washington).

Y ganó.

En palabras de Scalabrini Ortiz: "Era el subsuelo de la Patria sublevado".


¿Cómo votaron los norteamericanos y por qué?

Las razones de un voto son numerosas y difieren de persona a persona. 

Existe una razón económica: ¿el modelo actual me perjudica o me beneficia?

Existen razones culturales ¿me siento cómodo con que los baños públicos sean unisex?, ¿me irrita o no me irrita que le falten el respeto a mi bandera? ¿Me molesta o me es indiferente que los veteranos duerman en la calle mientras el presidente Obama fundó una agencia ad-hoc con fondos millonarios manejados por amigos y sin que los beneficios lleguen a los destinatarios? ¿Me parece bien que el gobierno haya indemnizado a Irán con U$S 1.700.000.000? 

Cada persona responde distinto a esas preguntas.


Ingreso per Cápita y Voto

Razones económicas

Voy a tratar de correlacionar los resultados electorales (Trump o Clinton) con los ingresos per cápita en cada estado. Pero, en la mayoría de los casos, los estados más pobres votaron a Trump y los más ricos a Clinton. Los satisfechos y los insatisfechos. Hay estados ricos que votaron a Trump y pobres que votaron a Clinton, pero…

El ingreso per cápita de los EEUU en el año 2016 fue de U$S 49.253 anuales. Hay gran dispersión entre las distintas regiones. El distrito de Columbia (sede del gobierno federal, el Congreso y la Casa Blanca) tiene un PBI/C de U$S 159.395 (fuera de todo rango, 3 veces el promedio) y el de Mississippi de U$S 31.522.-

¿Quiénes ganan esos montos en D.C.? Los empleados públicos del gobierno federal. Todas esas agencias que brotaron como hongos en las últimas décadas, no sólo las militares y de seguridad (CIA, FBI, DHS) sino las que administran los planes alimentarios, de salud, de migraciones, etc. 

Decenas de miles de empleados públicos, decenas de miles de empleados de proveedores a agencias públicas (sistemas, servicios), y los empleados en ministerios, congreso, etc. El resultado de las elecciones en el Distrito de Columbia fue favorable para Clinton: 90,48% de los votos para Clinton, 4,07% para Trump. Los empleados públicos, los lobbistas y los políticos eran los grandes ganadores del modelo.

De los 50 estados que componen EEUU sólo 19 tienen un ingreso por encima del promedio y 31 por debajo. 


Estado PBI/cápita 2016 Hilaria Trump

Estados Ricos
D. of Columbia 159.395 90.48% 4.07%
North Dakota 71.056 27.23% 62.96%
Alaska 67.411 36.55% 51.28%
New York 63.420 59.01% 36.52%
Delaware 63.271 53.09% 41.72%
Massachusetts 62.510 60.01% 32.81%
Connecticut 62.236 54.57% 40.93%
Wyoming 61.417 21.63% 67.40%
New Jersey 55.635 54.99% 41.00%
California 55.374 61.73% 31.62%
Washington 55.001 52.54% 36.83%
Maryland 54.003 60.33% 33.91%
Nebraska 53.099 33.70% 58.75%
Minnesota 53.005 46.44% 44.92%
Texas 52.993 43.24% 52.23%
Illinois 52.795 55.83% 38.76%
Colorado 52.019 48.16% 43.25%
Virginia 50.803 49.73% 44.41%
Hawaii 49.497 62.22% 30.03%
New Hampshire 49.480 46.98% 46.61%
(en rosa los estados "ricos" donde ganó Trump).
EE.UU. 49.253 (PROMEDIO)
Estados Pobres
Iowa 49.218 41.74% 51.15%
Pennsylvania 49.155 47.46% 48.18%
Oregon 48.342 50.07% 39.09%
South Dakota 46.776 31.74% 61.53%
Rhode Island 46.668 54.41% 38.90%
Ohio 46.385 43.56% 51.69%
Wisconsin 46.340 46.45% 47.22%
Kansas 46.003 36.05% 56.65%
Oklahoma 45.007 28.93% 65.32%
Indiana 44.577 37.91% 56.82%
Louisiana 44.254 38.45% 58.09%
North Carolina 43.372 46.17% 49.83%
Georgia 43.313 45.64% 50.77%
Utah 43.069 27.46% 45.54%
Vermont 43.039 56.68% 30.27%
Nevada 42.927 47.92% 45.50%
Missouri 42.442 38.14% 56.77%
Tennessee 41.828 34.72% 60.72%
Michigan 41.514 47.27% 47.50%
New Mexico 40.842 48.26% 40.04%
Montana 39.214 35.75% 56.17%
Arizona 38.427 45.13% 48.67%
Florida 38.398 47.82% 49.02%
Kentucky 38.298 32.68% 62.52%
Maine 38.014 47.83% 44.87%
Alabama 36.538 34.36% 62.08%
South Carolina 36.295 40.67% 54.94%
Arkansas 36.249 33.65% 60.57%
West Virginia 36.161 26.43% 68.50%
Idaho 35.099 27.49% 59.26%
Mississippi 31.522 40.11% 57.94%
(en celeste los estados "Pobres" donde ganó Clinton).

De estos 20 distritos “ricos” (19 estados + D.C.), sólo cinco prefirieron a Trump (Alaska, Dakota del Norte, Nebraska, Texas y Wyoming). ¿Votaron a Trump por cuestiones ideológicas o porque si bien el ingreso medio es alto no se distribuye entre la población? En el caso de Alaska, el ingreso es alto pero también el costo de los bienes, por lo que el nivel de vida no es necesariamente mejor. Algo similar sucede en Tierra del Fuego y Santa Cruz con salarios nominalmente altos y bajo poder de compra.

En los 31 estados “pobres” o por debajo del promedio, sólo 6 votaron a favor de Clinton: Oregon, Rhode Island, Vermont, Nevada, Nuevo México y Maine. En el caso de Maine, el voto fue dividido, un distrito electoral votó a favor de Clinton y el otro a favor de Trump. ¿Por qué esos “pobres” votaron a favor del status quo? No lo sé. Gente más informada que yo podrá explicarlo.

Clinton obtuvo la gran parte de sus votos en las ciudades. No sólo en Washington DC o New York o Boston, Los Ángeles o San Francisco o Seattle, sino en las capitales de todos los estados, aún en los que perdió.
Las zonas rurales votaron en contra, aún en estados como California, donde obtuvo 61,73% de los votos.



Las zonas rurales californianas votaron a Trump.
Resultados elecciones presidenciales en California 2016
Clinton:      40–50%      50–60%      60–70%      70–80%      80–90%
Trump:      40–50%      50–60%      60–70%      70–80%



Lo cierto es que todas las regiones rurales de EEUU están postergadas económicamente. Y eso es una decisión tomada en Washington.

Los cinco estados con menores ingresos per cápita son Carolina del Sur, Arkansas, Virginia Occidental, Idaho y Mississipi. Todos estados rurales.

No es el tema de este artículo, pero queda claro que el dinero no queda entre los dedos de quienes trabajan la tierra. Y viene siendo así desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Otros grandes perdedores fueron las poblaciones ex fabriles ahora desocupadas (Pittsburg, Detroit). Gente que debió mudarse o refugiarse en trabajos precarios.

¿Por qué Clinton sacó más votos que Trump? Porque en las ciudades, tanto los ricos como los pobres la votaron. Y gran parte de la población de EEUU vive en las ciudades de ambas costas. La población emigra a las ciudades porque hay más beneficios impositivos y mejores servicios, lo que finalmente redundan en mayores ingresos. ¿Les suena?


Votos por Hilaria Clinton 2016, por condado.
Cuanto más intenso es el azul, mayor porcentaje de voto.
Fue más votada en las ciudades y en las zonas de alta concentración de inmigrantes.


Como en EEUU sigue en vigencia el Colegio Electoral, al presidente lo eligen los estados y no los ciudadanos. Y por eso ganó Trump. Fue el triunfo de los postergados, de los perdedores, de los deplorables.

Razones culturales

El otro eje de la campaña de Trump fueron los valores culturales. La Patria, la Familia, las Fuerzas Armadas, la Policía, la Ley y el Orden, la Tradición, la dimensión histórica de una Nación, Dios.

Esos valores siguen vigentes en gran parte del país. Son valores que parte de la población valora y quiere mantener y defender. No los quiere cambiar por los valores socialdemócratas. No los quiere cambiar por una nueva cosmogonía, que era lo que Clinton ofrecía, trudeaulike.

Esa población, sufrida, que gana menos que el promedio, siente que la vienen estafando desde hace rato. Es la población cuyos hijos se unen al ejército, ya sea como salida laboral como por convicción. Que luego reciben veteranos lastimados y con políticos que se hacen los desentendidos. Son los que escuchan a políticos hablar del NAFTA (como acá del Mercosur) cuando para ellos significa fábricas cerradas, y ciudades fantasma.


¿Y en Argentina?

Hoy tanto Fernández como nuestro Trudeau vernáculo, Macri, son socialdemócratas. Están de acuerdo con la gobernanza global, y que desde el exterior nos digan cómo debemos hacer las cosas.

Estamos como los norteamericanos de las últimas décadas, ¿para qué ir a votar si todos trabajan para la patronal?

Sin embargo hay mucho que aprender de lo sucedido en EEUU en el 2016. Nosotros sí tenemos un proyecto nacional de país (que ninguno de los dos candidatos encarna). Tenemos a dónde ir a buscar un libreto. No necesitamos empezar nada de cero ni inventar nada. Sabemos el daño que nos produjeron estas décadas de gobierno socialdemócrata y este unitarismo que concentra sueldos, dinero y población en Buenos Aires y Rosario.

No tenemos un fuera de serie como Trump. Aún. 

En el artículo "2023" repasé nuestra historia. Propongo que para el 2021 y 2023 se peleen lugares en los órganos colegiados: Consejos Deliberantes, Legislaturas Provinciales, Congreso Nacional. Ojalá sepamos armar una propuesta que valorice el interior, las poblaciones postergadas. Bajar impuestos para retener rentabilidad en el campo y volver a tener industria y comercio. Irnos del Mercosur. Recuperar FFCC y marina mercante. Respetar nuestras tradiciones y nuestros valores. 
En resumen, que la prosperidad llegue a nuestro pueblo. Y que se dé vuelta la taba. 



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Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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