CAMPEÓN


Tal vez sea el momento de diseñar un plan para la Argentina,

ahora que comprobamos que no hay.


Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)


Hace unos pocos años atrás había un panelista de sólida exposición en la TV en horarios centrales. Este hombre afirmaba que no faltaban dólares en la plaza sino que el problema era el precio. A determinado precio (bajo) todo el mundo querría comprar dólares. 


Si, además, el estado argentino emite pesos infinitamente, la cantidad de dólares que satisfaría la demanda - a un precio percibido como “bajo” por los compradores - sería infinito.


Es por eso que no importa cuánto se exporte, cuánto se endeude, si los dólares obtenidos son vendidos por el estado a precio “bajo”, nunca, jamás, en toda la vida, serán suficientes. 


En algún momento habrá que cortar este ciclo perverso.


¿Cuál es el precio justo (precio no “bajo”)? Aquél que iguala las voluntades de compradores y vendedores.


¡Qué habrá sido de ese muchacho, tan extrovertido él, que hablaba en TV! Decía algunas cosas verdaderamente sensatas, como por ejemplo, que había que acabar con el carry-trade o bicicleta financiera y que no había que acudir al FMI.


Preguntas:


¿Por qué el estado se endeuda en pesos si los pesos los fabrica el estado? No he encontrado respuesta a esta pregunta tan elemental. Tengo un huerto y planto espinaca. Crecen espinacas sanas. Tengo todas las que necesito para mi consumo. ¿Por qué alquilaría espinacas? ¿Con qué objeto? El único que encuentro es que quiero darle dinero a Perengano y entonces invento la operación de alquilar espinacas. Con eso paso fondos del estado a Perengano. Entonces acá habría que preguntarse por qué el gobierno quiere darle dinero del estado a Perengano.


Respuesta de funcionario: Tengo exceso de dinero argentino en plaza (mercado) y tengo que “secar” (retirar) de pesos el mercado, para que haya menos pesos disponibles y menos gente disponga de pesos para comprar dólares. Traducido: manipulo la demanda de divisas. Pero vos emitís los pesos, campeón. Si no querés que haya pesos de más ¿para qué los emitís? Porque si emito pesos para pagar sueldos, o asfaltar carreteras o pintar escuelas o comprar insumos hospitalarios, esos pesos “no sobran en el mercado”, lo están usando empresas para pagar proveedores, sueldos e impuestos, o personas para comprar comida, ropa, transporte, escuela, expensas e impuestos. No sobran. Entonces, nuevamente, ¿para qué se emiten pesos que no son necesarios para que luego floten - sobrantes - en el mercado?


* * *


La microeconomía es la economía de las personas. La empresa, ya sea grande o un quiosco, las familias - las ricas y las pobres -, los comercios, los servicios. Todos nosotros.


La macro son los grandes agregados: la demanda de dinero, la oferta monetaria, las reservas del BCRA, las exportaciones, las importaciones, el PBI. Hay más, pero se dan una idea. El gobierno, que se jacta de despreciar a Keynes, omite, que justamente, es de lo que Keynes se ocupaba. Cuando el presidente afirma (si es que verdaderamente lo dijo, no tenemos razones para dudarlo) que él se ocupa de la macro y no de la micro, dice, sin saberlo, dos cosas: 1. que tan distinto de Keynes no es; 2. que no le importan las personas, que cada uno se las arregle.


Ahora cabe preguntarse, ¿arreglarse de qué? Porque acá tengo condiciones adversas decididas por el gobierno. La inflación es una medida gubernamental, ya que es el gobierno el que emite, y vaya si emitieron. La decisión de que los salarios no acompañen el nivel de emisión y de tal forma licuar los salarios o producir que pierdan su poder de compra, es una decisión del gobierno. Subir la tasa de interés (con la excusa de “secar” el mercado) tiene por efecto aumentar el costo del dinero para los privados (porque deben competir con el estado y porque el estado determina la tasa mínima). La consecuencia inmediata es el aumento del interés aplicado a las tarjetas de crédito (deuda de las familias) y la tasa de interés aplicada al descubierto de cuenta corriente y al descuento de cheques.


Por lo tanto, el costo financiero de toda la economía es modificado unilateralmente por el estado. Es menos dinero para los privados y más para la banca. Decidido por el gobierno. Existen consecuencias secundarias. Una alta tasa de interés hace que las empresas con liquidez (por lo general grandes) prefieran colocar sus excedentes en el sistema financiero y retener el pago a proveedores. Eso hace entrar en dificultades financieras a todas las PyMes y profesionales independientes. Por otro lado, tanto el estado nacional, como los estados provinciales piden que se paguen los impuestos por adelantado, lo que exige mayores disponibilidades de dinero a todos los agentes económicos y por lo tanto aumenta sus costos financieros, que se incrementan cuando hay altas tasas, como ahora.


Pagar impuestos demenciales también es un impedimento que pone el gobierno. Entonces ¿de qué nos tenemos que arreglar? ¿De las agresiones gubernamentales? 


Respecto a los impuestos pagados por adelantado, quiero remarcar que es un capricho gubernamental, porque el dinero puede cubrir esa brecha temporal a tasa cero, mientras que a los particulares nos sale carísimo, ya que se come nuestro capital de trabajo. 


Otras preguntas: Si se decidió bajar impuestos a determinadas actividades como el petróleo o la minería (RIGI) para que estas prosperen, ¿por qué no se eliminan los impuestos al campo para que triplique, cuadruplique o quintuplique la producción? Así habría muchos más dólares que la banca necesita imperiosamente para pasar a dólares los pesos obtenidos de alquilarle pesos al estado (carry-trade). ¿Por qué la banca o las élites argentinas necesitan dólares? Porque sacan todo beneficio obtenido por buenas o malas artes del país.





El kirchnerismo suele quejarse de que tenemos una economía bimonetaria, y suelen presentarla como la raíz de los males del país. 


Difiero de esa concepción. Vivimos una economía bimonetaria porque los gobiernos maltratan consistentemente, uno tras otro, al peso; lo que hace que sea inútil como moneda de cuenta o para transacciones relevantes. Alejandro Bercovich expone en su último libro, al igual que Roberto Feletti en un reportaje con Fontevecchia, que las élites argentinas fugan su dinero. “Fugar” significa que convierten en divisas la rentabilidad de sus respectivos negocios y las giran al exterior. Prefieren hacer eso a reinvertir en sus propios negocios locales [1]. El reproche de ambos es que la élite local no tiene un proyecto, a diferencia de, por ejemplo, la de Brasil. Por eso “fuga” su dinero. Ahora bien. El dinero fugado es, en gran parte, colocado en mercado internacionales, con suerte, al 4% anual. Los dólares que compran las familias locales son, bien para mandar a parientes en Bolivia o Paraguay, bien para dejarlos en la casa a tasa cero. 


Esto significa que nadie convierte sus pesos a dólares para tener mejores negocios en otro lado. Lo hace simplemente para no dejarlo al alcance del gobierno argentino o de las entidades financieras que operan en Argentina.


La élite argentina no tiene un plan para Argentina. Ya sea porque 1) no tienen imaginación, 2) se cansaron de innumerables fallidos o 3) ellos saben algo que nosotros - los comunes - no. Cualquiera sea la razón, han despaciosamente migrado sus activos al exterior. Como si la gente de Rhodesia hubiera sabido con antelación lo que las grandes potencias iban a hacer con ellos [2]. 


Si la respuesta fuera 1) ó 1) y 2) combinadas, tal vez sea momento de que nosotros diseñemos alguno y vean si les interesa acoplarse o no. Seguir y no iniciar rompe en un todo el concepto de “élite”, dicho sea de paso. Pero ahí no sería nuestro problema.


Otro comentario sobre el campeón. El año pasado se emitió el RIGI, sistema por el cual determinadas actividades eran beneficiadas con exenciones impositivas. Sin embargo, el país fue testigo de una emigración de capitales extranjeros (inversiones netas negativas o que se fue más dinero del que entró). ¿Cuál es la razón? Probablemente porque estamos cansados de la discordia interna y necesitamos estabilidad e instituciones.


¿Quiénes son los verdaderos "Campeones"? Los que trabajan todos los días para dar lo mejor de sí para propios y ajenos y como tantos otros millones de argentinos. 




No veremos el fin del túnel hasta que no terminemos con el carry-trade, bicicleta financiera, o como sea que denominemos la combinación de altas tasas de interés con tipo de cambio fijo o seguro de cambio. Nos está desangrando. El carry-trade es nuestro cáncer y hasta que no decidamos acabar con él, somos nosotros los que corremos riesgo existencial. Y no hay estudiantina barata que lo compense.


¡Qué desquicio! Invoquemos la protección de Dios, que la vamos a necesitar.


* * *

Notas:

[1]

Feletti dijo algo agudo, al marcar que el caso de los cuadernos fue un apriete de Macri inter-clase.

[2]

No me den bolilla. Es mi imaginación afiebrada.


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