TALENTO
Autor: Juan Martín Perkins
Un periodista médico que suele jugar al corresponsal de guerra, experto en temas vaticanos y que se ufana de su cultura general, por la mañana resaltaba la genialidad del compositor e intérprete italiano Antonio Salieri y se quejaba de lo maltratado que fue por una película.
Nelson, siempre correcto y defensor de pobres y ausentes, argumentaba que la gran “Amadeus” dirigida por Milos Forman en 1984, fue un acto de gran injusticia para con el personaje de Salieri (Murray Abraham), totalmente opacado y acusado de haber matado al gran Genio de Wolfgang Amadeus Mozart interpretado por Tom Hulce.
Amadeus ganó el Óscar a la mejor película, cuando la Academia de Hollywood todavía premiaba con criterio de excelencia artística y no por idiotez de corrección política de izquierda woke.
Ridículo Nelson, exigiendo rigor histórico a un artista que no pretende ser historiador, sino crear una obra para que podamos establecer una conexión con su ficción. Se llama arte.
Me hizo acordar a cuando criticó al gran Ridley Scott por su versión de “Napoleón” con Joaquín Phoenix como el emperador francés y Vanessa Kirby como Josefina.
Nelson se sumó a la polémica y se solidarizó con los franceses criticando a Scott por hacer una versión irrespetuosa del máximo prócer galo.
Otra vez, la política metió la cola y se habló de todo menos de cine, el arte audiovisual.
"¿Y qué pretenden?" - les preguntó Scott (director también de “Gladiador”) - "¡Soy inglés!".
“Si no les gusta mi versión británica de Napoleón, filmen la de ustedes, ¡manga de pechos fríos!” les dijo Ridley Scott a los franceses y agregó que lo único que le gusta de Francia es La Marsellesa, pero eso no le impide expresar su arte. Y Napoleón era cornudo, todo un gran estratega militar, pero cornudo.
Arte, lo que casi siempre se sacrifica víctima de la mediocridad, la envidia y la ausencia de talento, arte ausente que desaparece cuando se pone al servicio de la militancia y el poder.
En estos días lo están matando a Francella por “Homo Argentum”, película que aún no he visto, pero que tengo la certeza de saber la causa por la que la defenestran.
El talento suele revolver el estómago a mucha gente en nuestro país, máxime, cuando para ponerlo de manifiesto no se ordeña lo que se le roba en impuestos a los laburantes.
No se que van a opinar el muy culto Nelson, Novaresio o Duggan desde sus frustrados micrófonos sobre las salas que llena Francella, pero alguna crítica socarrona ya fue por la línea de que el actor se quedó en los personajes de Pepe Argento de “Casado con hijos” y Eliseo de “El encargado”. Ladran Sancho, señal de que "Homo Argentum" duele.
Misión cumplida sin pedir limosna al estado.
Cuanto más lo envidian y subestiman los artistas lenguaraces del subsidio, más éxito y admiradores cosecha el artista.
Descuento que disfrutaré una vez más de una obra que nos pone frente al espejo y nos interpela.
Bien por Francella en este caso, pero también una mención a otros como Oscar Martínez, Brandoni y todos los que nos brindan su talento sin convertirse en sanguijuelas subsidiadas.
Hermosa mañana… ¿verdad?
Juan Martín Perkins.