LOS AMIGOS DEL BARRIO VAN A REAPARECER

Autora: Crai @cecirai


Peret - El Muerto Vivo ft. Marina "Ojos De Brujo"
"No estaba muerto, estaba de parranda".


Considerando la velocidad con la que gracias a las redes sociales nos movemos de un tema a otro, éste podemos decir que pasó casi desapercibido. Influyó un poco también que la nota que levantaron (tardísimo) todos los medios después de que la hubiera escrito “el periodista ese de Clarín”, el mismo que en septiembre dijo dónde estaba Santiago Maldonado. Pero, como ya sabemos, Clarín miente. Seguramente lo haga, imagínense que a esta altura de la soirée no vamos a defender a Clarín, pero hay una cuestión: Claudio Andrade no mintió.

Y volvió a poner en circulación un tema que, por distintos motivos, sigue siendo una piedrita en el zapato para muchos: los desaparecidos y lo que realmente pasó durante el Proceso de Reorganización Nacional que duró de 1976 a 1983. Y se ve que la piedra es grande, y cada vez más molesta, porque ha habido más acciones tendientes a repudiar a un periodista que a aclarar qué es lo que realmente pasó con Gentile. Pero vamos a lo que vinimos.


Antonio Gentile.

Hará cosa de casi un mes, se supo que Antonio Gentile, científico del Instituto Balseiro homenajeado hasta el hartazgo como desaparecido durante la dictadura, vive en New York desde finales de los ’70, tiene 85 años, goza de muy buena salud y pasa a engrosar la lista publicada en el libro “Mentirás Tus Muertos”, en detrimento de los dogmáticos e indiscutibles 30.000 desparecidos.

Sospecho que Gentile nunca aclaró su situación, porque nunca supo que en Argentina se lo consideraba desaparecido; a los nacidos en la era digital les puede resultar rarísimo, pero hasta entrados en los ’90 las comunicaciones no eran tan simples, no había Internet, y una carta a otra provincia (no digamos ya a otro país) podía demorar semanas en llegar. Puede que no supiera tampoco que cuando lo llamaban de la Comisión Nacional de Energía Atómica para ver cómo estaba, los de la Comisión omitieran informarlo, como al parecer también hicieron todas las personas que se comunicaron con él, y estoy convencida de que siguió ignorando (aunque puede que esté equivocada) que hubo un resarcimiento y una pensión graciable por su condición de desaparecido.





La súbita aparición –en escena al menos, porque en rigor nunca estuvo realmente desaparecido- de Gentile logró, además de una nueva colección de puteadas a Claudio Andrade, poner por enésima vez en discusión el dogmático 30.000.

Porque es un dogma, contra todas las evidencias, los censos, los rectores de Universidades desparecidos en 1979 que están libres y vivos, ya ni siquiera puede discutirse porque una ley lo prohíbe (en Buenos Aires; yo estoy en otra parte, así que puedo).

Pese a todo, se lo sigue comparando –y en la mente de algunos, es incluso más grave- con el Holocausto, aún cuando curiosamente en Auschwitz-Birkenau hubo dos placas, una que acusaba la muerte de cuatro millones de personas, que luego fue cambiada por otra que denunciaba un millón y medio.

A quienes no nos importa el número porque una muerte es una muerte, discutir si fueron cinco, mil, treinta mil o seis millones carece de sentido. Pero que no nos importe el número no significa que no nos importe la verdad, y los 30.000 de todas las conmemoraciones y monumentos están cada vez más lejos de esa verdad que no busca ganarle a nadie ni ensuciar a los que sí desaparecieron por defender sus ideales, o por estar en la agenda de alguien, o porque otro no aguantó las torturas y tiró un nombre al azar.

La verdad es que ni siquiera sumando a los muertos “del otro lado”, es decir los que murieron en atentados del ERP, Montoneros, etc., esos muertos a los que no les llegó la reparación histórica, ni el reconocimiento ni el pedido de perdón de Néstor Kirchner (el mismo que no recibió a Abuelas hasta que fue presidente) en 2004, llegamos a 30.000. Siempre me pareció curioso que gente que denosta al catolicismo y a cualquier otra religión y sus dogmas no acepte que se discuta éste, que justamente es el menos creíble de todos.


Cultos paganos argentinos:
- el gauchito Gil
- la difunta Correa
- los 30.000 desaparecidos
cada uno con su centro de culto pagano.

Como pueblo sentimental que somos, sentir cosas con esto más que inevitable es casi obligatorio.

A la objetividad del “acá hay algo que no es cierto, veamos por qué llevan 35 años mintiéndonos”; al marketing de los DDHH que empezó con el gobierno anterior y que éste no soltó, como sí lo hizo con la mano de un funcionario que se atrevió a cuestionar el NÚMERO; a la idea romántica de que “el Golpe” comenzó con una especie de invasión extraterrestre y no a través de un decreto firmado en democracia con acuerdo de muchas partes; le gana inevitablemente el qué sentimos al respecto.



 Personalmente me vienen a la cabeza dos cosas: el primer capítulo de Televisión por la Identidad, donde a la hija de dos desaparecidos le cuentan que sus papás eran “titiriteros” y se los habían llevado “por ayudar en las villas”…y en la página de Abuelas consta que los buscaban por poner bombas.

Lo primero que pensé fue qué identidad puede construirse desde la mentira; si nada, absolutamente nada, justifica el accionar de los militares durante el Proceso, en qué cambia que se diga por qué los buscaban, qué sentido tiene la mística, de qué vale haber luchado por lo que se cree si en el inconsciente colectivo te llevaron por titiritero, ¿no?

Lo segundo que me viene a la cabeza es Chicha Mariani; como cada 24 de marzo, como cada vez que aparece un nieto y no es la suya. Si no fueron 30.000, si hay desparecidos dentro y fuera de la lista de CONADEP que están vivos, ¿qué es lo que esperan sus familiares? Si revisar a conciencia la lista para no pagar reparaciones históricas y pensiones graciables y rendir homenajes a gente que está viva es poco menos que sacrilegio, ¿por qué no revisarla por aquellos que esperan saber qué pasó con los suyos? Mantener el número por el número en sí mismo, ¿agrega o quita credibilidad? ¿Dónde está el rédito político en llevar a cada presidente que viene de visita a tirar flores al mar? ¿Cuántos votos más lleva María Eugenia Vidal imponiendo por ley un número que cada año se vuelve más falaz? Si el número es verdadero, ¿es necesaria una ley?




Lo objetivo: muchísimas personas fueron torturadas y asesinadas por cuestiones ideológicas y de religión en un período de siete años (algunos dicen que más). Si fueron uno, ocho mil novecientos sesenta y siete o treinta mil no era relevante, pero establecer un número grandilocuente era crucial. Ahora queda en manos de quienes iniciaron juicio a Darío Lopérfido demostrar que efectivamente fueron treinta mil. La aparición de Gentile pone en tela de juicio, para cualquiera que se moleste en ello, todo el accionar desde la CONADEP para acá en relación a los derechos humanos. Un gobierno que buscara realmente la verdad (y no solamente un periodista perdido en la cordillera patagónica) debería ponerse a la cabeza de la investigación, no tanto por los cientos de Gentile que hay dando vueltas, sino por los que realmente están desaparecidos.

Lo subjetivo: siguiendo con la línea del gobierno anterior, éste continúa prostituyendo todas las causas y sus caras visibles, en las que alguna vez creímos y apoyamos: Trimarco y la trata de personas, Juan Carr y la Red Solidaria, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, los incontables movimientos de gente sin viviendas, como por ejemplo Milagro Sala, o las mismísimas Abuelas, universidades creadas para triangular fondos (que este gobierno no cerró, ni puso a funcionar). En función de la ¿paz social? recurren una vez más al recurso de no innovar, anuncian por un lado investigaciones pomposas y reclamos de deudas que quedan en absolutamente nada mientras al día siguiente el Presidente recibe a estos flamantes defraudadores de la Administración Pública (cuando menos) y se saca fotos para la gilada que no los votó.




Frente a esto (y otro montón de causas, pero justo tocó que la nota trataba sobre este tema, sabrán entender), el número en el que tendrían que empezar a fijarse, y con lupa, es el de votantes que los va a acompañar en 2019.
Por mí, QLVSM (Que Los Vote Su Mami).


* * *



Charly García, nuestro gran genio.
Ahora escucharlo en reversa.

* * *

Notas relacionadas:





* * *


Agradecemos la difusión del presente artículo: 

* * *

Entradas populares

Traducir