ALCOHOL EN GEL
Al escuchar el reportaje se puede apreciar una gran subestimación y desconocimiento sobre la actividad rural
En tiempos en que el monotema que acapara toda la atención es el coronavirus, me gustaría reflexionar sobre algo que no quiero que pase desapercibido.
El diario titula: “Tenso cruce entre Tenembaum y un productor sojero por los privilegios del campo”.
En vez de cruce debieron decir indagatoria… y lo de “sojero”, es una adjetivación cargada de ideología que siempre usan para descalificar, como si la soja fuera peor que el corona virus… y su cultivo, ilícito.
En cuanto a “los privilegios del campo” no tengo otra explicación que el consabido complejo argentino y especulación política del relato K que viene desde 2008 en boca de todos pero existía desde 1816.
Esta vez la víctima fue Alejandro Dalmasso, un joven productor de Alto Fierro, Córdoba, que produce en sociedad con su hermano Enzo sobre 50 has que su padre le dejó a cada uno en herencia y sobre 400 has mas que alquilan juntos.
La producción del programa de Corea del Centro Tenembaum llamó a los Dalmasso para hacer una nota periodística con referencia a la protesta del campo por la agobiante carga impositiva.
Los Dalmasso son de esos gringos de los que hacen todo a fuerza de agachar el lomo. De esos de los que se puede dar fe que no le hacen asco al laburo.
Tenembaum es un discípulo de Lanata y compañero de Marcelo Slotogwiazda, para que tengas una idea sobre su nivel de prejuicio que tiene sobre el campo. Conduce “¿Y ahora quien vendrá a ayudarnos?” en Radio con vos. (El nombre del programa delata su mentalidad asistencialista y prebendaria)
Desde el inicio de la indagatoria, Tenembaum trató de amedrentar con su oficio y experiencia a Dalmasso pidiéndole precisiones sobre las cifras y estadísticas de su negocio. Como hace siempre Tenembaum, parado sobre el pedestal de su moral particular, negó el derecho a protestar de los Dalmasso por considerarlos unos privilegiados de la sociedad.
Al escuchar el reportaje se puede apreciar una gran subestimación y desconocimiento sobre la actividad rural, lo cual no sería un pecado mortal porque el periodismo no tiene obligación de saber sobre todos los temas, lo que si sería bueno que ocurriera es que se liberaran de los prejuicios y la ideología para no desinformar y hacer tanto daño a la opinión pública inoculándole el resentimiento.
Tenembaum hizo de policía y juez ante alguien que ha sido saqueado una y otra vez por delincuentes. Analizó a la victima del despojo y le dijo que no está tan mal que le roben porque el año pasado tuvo rentabilidad así que este año está obligado a hacer una contribución adicional.
Tenembaum y muchos comunicadores, por suerte no todos, son generosos con la propiedad y el trabajo ajenos. Especialmente, cuando se trata de las actividades agropecuarias son los primeros en asociarse al discurso de los saqueadores. Todos partícipes necesarios en la cultura del saqueo con la sanata hipócrita y demagógica, esta vez, bien puesta en evidencia por un simple, sencillo y joven trabajador agropecuario.
¡¡¡Alejandro Dalmasso con su inexperiencia y frescura desnudaron la prepotencia de la demagogia, al aire!!!
Te estarás preguntando que tiene que ver el reclamo del campo con el coronavirus… debe servirnos para reflexionar sobre la necesidad de revalorizar las máximas que expresó Alejandro Dalmasso. La herencia de su padre, la vida en el interior, la familia, la sociedad de trabajo con su hermano, el amor a la tierra, el respeto y la convivencia con la naturaleza, la valoración de la importancia que tiene la producción de bienes, sobre todo materias primas que serán alimentos…
El periodista nos faltó el respeto y nos subestimó a todos en la persona de Alejandro y su profesión. No tuvo en cuenta que hasta el alcohol en gel sale del Agro… porque se hace con etanol que viene de la caña de azúcar, del maíz y otros cereales. No tuvo en cuenta que con el agregado de glicerina refinada, co-producto de la elaboración de biodiesel a partir del aceite de soja se produce el alcohol en gel… no, nunca se tiene en cuenta que todo empieza en la cadena productiva cuando los tipos primitivos y brutos como los hermanos Dalmasso se suben al tractor y lo echan al surco. ¡¡Todo empieza ahí!!
Mucho idiota charlatán como Tenembaum, cree y desparrama desde un micrófono que el milagro de lo que tiene en la heladera es precisamente un milagro que proviene exclusivamente de la tecnología y de la calidad de la tierra de la pampa Argentina.
Ex profeso ¡se olvidan del hombre!, o lo que es peor, lo demonizan. Como cuando deshumanizan a un bebe en el vientre materno diciendo que es una iguana o una bolsa de células para poder matarlo sin costo de consciencia.
En estos tiempos de cuarentena sería bueno reflexionar sobre el tenso cruce entre Dalmasso y Tenembaum. Cuando vayas al supermercado a estoquearte de fideos para resistir el Apocalipsis, preguntate cuál es la filosofía de vida, el trabajo y los valores que aportan más a la sociedad… ¿los de Tenembaum, el que defiende el consumo de pornografía infantil, o los de el “egoísta” Dalmasso que no soporta mas impuestos?
Juan Martín Perkins