EL GOBIERNO OMNIPRESENTE VA A SER MÁS OMNIPRESENTE GRACIAS AL VIRUS CORONA



Delingpole: El virus corona hará que el gobierno grande sea aún más grande




Esta es la clase de nota aterradora que vamos a leer muchas veces en los próximos meses.


Se publicó en un medio que se presenta a sí mismo como conservador, el Daily Telegraph y su titular es: "No hay alternativa: ahora somos todos socialistas en la lucha contra el virus corona".

¿En serio? ¿Quién dice eso, exactamente?

Oh, lo adivino. Resulta que el autor es Tom Harris, representate del Laborismo, mandato cumplido.

¿No es extraordinario como el virus corona les viene bien para proveerles a todos ellos que aman un estado grande toda suerte de elementos persuasivos? Aparentemente - o eso afirman - es tan obvio que la pandemia es un problema que solamente puede ser solucionado por una masiva intervención del estado que eso solo justifica todo el sistema de creencias de la izquierda y que fuerza al resto de nosotros a hacer también.

Así suenan las palabras de Harris:
Pero en palabras de uno de los predecesores del Sr. Boris Johnson, no hay alternativa. Sí, va a sufrir críticas por aumentar el gasto público de la misma manera que fue criticado Gordon Brown en el 2008. Pero Johnson ha demostrado sentirse cómodo con una reputación de ser un keynesiano renacido: gasto en proyectos de capital para crear empleos y hacer crecer la economía en determinadas regiones en lo que parece, a primera vista, una política laborista. A Johnson no le importa mientras la política funcione.
¿No aman la arrogancia de "mientras la política funcione"? Harris ni siquiera intenta persuadirnos - sólo afirma ex cathedra - que un gasto keynesiano masivo será exitoso, algo que ni siquiera necesitamos cuestionarnos.
La economista Kristian Niemitz le marca los puntos en tono satírico:

Coronavirus prueba que necesitamos hacer urgentemente X.
Resulta que X es mi proyecto favorito sobre el cual vengo torturando a todo el mundo desde 1986.
Pero ése no es el punto.




Y no son solamente los izquierdistas los que se dan cuenta de esta trampa.
Acá hay un tuit de un político del partido UKIP:

Estoy a favor de una intervención masiva del estado (taxpayer) para salvar a la economía. Es una necesidad. Pero va a ser la segunda vez en 12 años. Por lo que espero que después de esto emerja un mayor respeto por los ciudadanos y por el pueblo y terminen con las tonteras de que el Gobierno siemre debe ser el origen de la creación de riqueza.




"Es una necesidad".
Oh, bueno, si lo dice así, me imagino que así debe ser.
Acá hay otro ejemplo egregio, esta vez por parte de un comentarista conservador. Nick Timothy era, por supuesto, el jefe de asesores del gobierno de Theresa May (y todos sabemos lo bien que termino eso...).
El párrafo me dio náuseas. Esencialmente es una copia del revulsivo, falto de ingenio, arrogante slogan del estadista Barack Obama "Vos no construiste eso" de su discurso de campaña del 2012.
De un zurdo como Obama fue malo. Pero de alguien que usa la etiqueta "conservador" ¿en qué pensaba Timothy cuando escribió esta tontera?
Ningún negocio ha construido su éxito a solas. Sus bienes son transportados por rutas, sus trabajadores son educados en escuelas y sus clientes forman parte de una sofisticada red que incluye al sector privado, al sector público y las fundaciones de caridad. A veces la propiedad intelectual de algunas firmas se originan en instituciones públicas. Lejos de operar en el vacío, todos los negocios se basan en una sociedad fuerte, un buen gobierno y virtudes morales, como honestidad e integridad.
Las voces de sirena que urgen más gasto del gobierno - y un derrochón gasto de NUESTRO dinero - son peligrosas. Realmente peligrosas. El virus corona va a pasar. Nuestras economías se recuperarán. Inyectar dinero ahora es insano, especialmente cuando todos estamos físicamente incapacitados de ir y gastar dinero. Pero lo haremos en cuanto podamos.
Adhiero totalmente con este artículo del economista Ryan Bourne:
Esto, sin embargo, no es una recesión ordinaria. Los economistas y los comentadores que se refieren a ella como si lo fuera y que presionan para los viejos argumentos de "estímulos fiscales"  para estimular el gasto y proteger la economía no sólo están equivocados sino que son peligrosos. 
La primera consecuencia económica del virus corona es que una caída abrupta de la economía es necesaria para contener el virus, porque es la consecuencia natural de la distancia social requerida para reducir la expansión de la pandemia. Si bien habitualmente el PBI es una proxy razonable para medir la salud de la economía, es totalmente inútil - temporariamente - para medir el bienestar social. Debemos ignorarlo. Debemos ignorar la evolución del PBI.
Segundo, uno de los objetivos claves debe ser asegurarnos que esta pausa en la actividad no tenga efectos prolongados. Queremos actuar como si esto fuera una mala cosecha o una "Semana de Navidad" extendida, con un recupero como palo de hockey o el logo de Nike, o un recupero en forma de "V" que redistribuya la actividad en el tiempo.
Ambos puntos significa que el éxito de la política deberá ser juzgado no por variaciones del PBI en el corto plazo sino por la habilidad de mitigar el daño entre los más vulnerables hogares y negocios, prevenir los cierres de comercios y despidos masivos en las empresas viables, o tiempos duros para aquellos que no tienen ahorros o beneficios de sus empleadores. Podremos medir el éxito de la recuperación luego de uno a dos años después de que termine la pandemia. 
Nuevamente, el virus corona pasará. Pero el daño hecho por la excesiva intervención del gobierno en los mercados y en todo el resto puede durar generaciones. Eso es lo que más debemos temer: y es contra lo que más debemos luchar para resistir.


* * *

Delingpole: Coronavirus is Going to Make Big Government Even Bigger

Here is the kind of terrifying piece we’re going to see a lot more of in the coming weeks and months.
It’s published today in an allegedly conservative newspaper, the Daily Telegraph and the headline is: ‘There is no alternative: we are all socialists now in the fight against coronavirus.’

Really? Says who, exactly?
Oh, guess what. Turns out that the author Tom Harris is a former Labour MP.
Isn’t it extraordinary how handy the coronavirus is proving towards those of a big government persuasion? Apparently — so they claim — the pandemic is just so obviously a problem that can only be solved by massive state intervention that it justifies their entire leftist belief system and forces the rest of us to do so too.
Here is a taste of Harris’s drivel:


But in the words of one of Mr Johnson’s predecessors, there is no alternative. Yes, he will suffer criticism for loosening the purse strings after the fashion of Gordon Brown in 2008. But Johnson has already proved himself comfortable with the reputation of being a born-again Keynesian: spending on capital projects to create jobs and boost the economy in targeted regions may be, at first glance, a Labour policy. But Johnson doesn’t care so long as the policy works.


Don’t you just love the arrogance of that ‘so long as the policy works’? Harris is not even attempting to persuade us — just stating ex cathedra – that a successful outcome for a massive Keynesian spending splurge is a given, something we no longer need even to bother questioning any more.
Economist Kristian Niemitz’s satirical point is well made:

Coronavirus proves that we URGENTLY need to do X.
X, as it happens, is one of my hobbyhorses that I've been banging on about since 1986.
But that's not the point.




And it’s not just leftists who are coming up with this statist guff.
Here’s a tweet from a former senior UKIP politician:
I'm in favour of massive state (taxpayer) intervention to save the economy. It's a must. But it will be the 2nd time in 12 yrs. So I hope what emerges afterwards is a greater respect for the public realm and an end to dumb jibes about Govt always being the bane of wealth-creation



“It’s a must”.
Oh well, if you say it like that, guess it must be.
“It’s a must”.
Oh well, if you say it like that, guess it must be.
Here is another egregious example, this time from a notionally Conservative commentator. Nick Timothy was, of course, the chief advisor to the Theresa May government. (And remember how well that turned out…)
This paragraph made me particularly nauseous. It’s essentially a riff on Barack Obama’s similarly revolting, disingenuous, overweeningly statist ‘You didn’t build that’ slogan on the 2012 campaign trail.
From a leftist like Obama it was bad enough. But from someone wearing the conservative label — what was Timothy thinking when he wrote this bilge?
But in the words of one of Mr Johnson’s predecessors, there is no alternative. Yes, he will suffer criticism for loosening the purse strings after the fashion of Gordon Brown in 2008. But Johnson has already proved himself comfortable with the reputation of being a born-again Keynesian: spending on capital projects to create jobs and boost the economy in targeted regions may be, at first glance, a Labour policy. But Johnson doesn’t care so long as the policy works.
These siren voices urging expanded government — and more reckless spending of OUR money — are dangerous, really dangerous. Coronavirus will pass. Our economies will recover. Pump-priming them now is just insane, especially when we’re all physically incapable of going out and actually spending money. But we will as soon as we can.


I agree entirely with this very sensible piece by economist Ryan Bourne:

This, though, is no ordinary downturn. Economists and commentators who talk about it as such, pushing the same-old “fiscal stimulus” arguments for encouraging spending to “protect the economy,” are not just wrong right now, but dangerous.
The first implication of coronavirus economics is that a sharp slowdown in activity is necessary to contain the virus, because it represents the social distancing required to reduce its spread. While usually a reasonable proxy for economic health then, GDP is temporarily useless as a metric of social welfare. We should ignore it.
Second, ensuring this pause in activity does not do longer-lasting damage should be our key objective. We want this to play out like a bad agricultural season, or an extended “Christmas week” – with a Nike-tick recovery or, given some spending will never occur, a V-shaped rebound that redistributes activity over time.
Both these points mean policy success should be judged not by short-run GDP, but ability to mitigate distress among vulnerable households and businesses, preventing business failures or mass layoffs in viable firms, or severe hardship for those without significant savings or employer benefits. We can judge longer success by assessing the path of GDP over 1-2 years.
Again, Coronavirus will pass. But the damage done by excessive government meddling in the markets and elsewhere could last generations. This is what we should most fear; and it’s what we should fight most hard to resist.











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