COBARDÍAS

 


Reaccionaron como plañideras de velorio


Autor: Eduardo Siutti (@evelynmundo)


 

Fue G. Sartori quien creo que dijo, no hay ciudadanos, hay televidentes. 

La Pantalla, ese artefacto omnipresente, domina nuestras vidas, machacando y repitiendo como en un loop interminable, temas cuidadosamente elegidos por el Sistema. La consigna es: hay que mantener entretenido al rebaño. 

 

“Vivimos en un mundo gobernado por ficciones de toda índole: la producción en masa, la publicidad, la política conducida como una rama de la publicidad, la traducción instantánea de la ciencia y la tecnología en imaginería popular, la confusión y confrontación de identidades en el dominio de los bienes de consumo, la anulación anticipada, en la pantalla de TV, de toda reacción personal a alguna experiencia. Vivimos dentro de una enorme novela. Cada vez es menos necesario que el escritor invente un contenido ficticio. La ficción ya está ahí. La tarea del escritor es inventar la realidad.”

J.G. Ballard - Crash, prólogo. 1973.

 

Esa exacta frase de uno de mis autores favoritos me parece tremenda: “…la anulación anticipada, en la pantalla de TV, de toda reacción personal a alguna experiencia…”, la lucidez del autor para describir lo que nos pasa desde hace tiempo y que aumenta cada vez más. Las pantallas muestran atrocidades que de tanto repetirlas y mostrarlas, terminan produciendo ese efecto del que habla Ballard. Un niño secuestrado con horribles implicancias, el caso de Lucio, ahora las “actividades” de quien nos gobernó durante 4 años. Crímenes, robos, abusos. El mensaje electrónico termina anestesiando los cerebros. La fiesta de la anormalidad, una forma de alienación que me hace acordar a Videodrome, esa extraordinaria y anticipatoria película de Cronenberg. 

Esta introducción me parece apropiada para poner en contexto lo que quiero expresar. Porque de todas las bajezas, agachadas, traiciones a las que nos tienen acostumbrados los personajes públicos, la cobardía se destaca ampliamente. 

Empecemos con el episcopado argentino (con minúsculas), logia de mosenes pusilánimes arrastrados ante el Poder, algo que siempre ocurrió desde hace décadas. Hoy la Iglesia argentina es un hato de izquierdistas, rosqueros y cínicos. El nuevo arzobispo llena la Catedral de gente organizando banquetes, bailes, es decir, profana un lugar sagrado. Algo que como católico además, me indigna. Sacerdotes de la llamada “opción por los pobres”, vil falsificación del mensaje evangélico convertido en resentimiento y odio, organizan actos políticos en las iglesias, profanado nuevamente el lugar sagrado.

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García Cuerva y sus adláteres, van de visita a una cárcel común, eso para Cristo forma parte de ser un buen cristiano, visitar presos, no importa lo que hayan hecho. Pero cuando unos diputados visitaron a ancianos condenados a una muerte lenta por mala atención médica y que tendrían que estar en sus casas como mínimo, eso es malo, eran “genocidas”, son cuasi herejes, se habla de expulsarlos de la Cámara. Es el doble discurso, el no molestar a la progresía y en algún caso directamente, ser como en el pasado, cómplices de la guerrilla y hoy serlo de sus beneficiarios y herederos.

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El Congreso y buena parte de la politiquería reaccionaron ante la visita de los diputados a los presos de “lesa” como plañideras de velorio. Pedido de sanciones, expulsiones, pases de cuenta. Eligen bien los blancos: un sacerdote, Olivera Ravassi, intachable y excelente persona. Fue echado de la diócesis donde estaba por un arrastrado mosén. El otro blanco es de manual, la Vicepresidente como supuesta “ideóloga” de este “delito” de lesa república cuando no hay ningún dato o prueba objetiva que la relacione con el asunto. Otra vez:

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Otro ámbito a destacar, las Relaciones Internacionales y la Defensa. Acá la cuestión es de una gravedad absoluta. Nuestros diplomáticos tanto ayer como hoy, no hacen más que arrastrarse por cuanta orga internacional haya. Peor aún, se da por sentado tener relaciones normales y hasta colaborativas con Albión, nuestro enemigo de siempre y usurpador de territorio nacional, algo indigno en cualquier país, que arrastramos desde la época de Menem. Lo mismo en el ámbito militar, donde desde Alfonsín en adelante se ha perseguido a todo lo que tenga uniforme. Un generalato comprado a base de sobresueldos y AMEX a los Bendinis y trato desconsiderado y hasta persecutorio a los que no se alinean y a los VGM. Algo que hoy no ha cambiado más que en la superficie. Somos un país desarmado, con el sistema de defensa destruído porque en este tema las directivas vienen del enemigo. Más que nunca:

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La famosa Ley “Micaela”, comienzo de las “leyes de género”, lo que conlleva que todo se analiza, juzga y determina con “perspectiva de género”. La figura de “femicidio”, neologismo disparatado y tendencioso. Todo regado con miles de millones de los contribuyentes para solventar un Ministerio de la Mujer, hoy gracias a Dios disuelto, gigantesco negocio, porque no disminuyeron las muertes o maltratos a las mujeres, solamente ñoquis, festivales, subsidios y respaldo a colectivos amigos como “actrices argentinas” por ejemplo. Recuerdo el caso absolutamente cruel del niñito Lucio, víctima inocente de dos “militantes”, muerto en medio de una orgía de sevicias, violacion sexual y finalmente muerto. El Ministerio, bien gracias. La Jueza aplicó la “perspectiva de género” para que el niño sea asesinado; la Jueza, bien gracias.

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Hay que destacar la conducta de los conductores de programas, verdaderos reality shows disfrazados de noticieros. Uno de los principales ámbitos donde se exhiben bajezas, agachadas, traiciones, operetas. En este caso y como corresponde, el blanco primario es A. Fernández. Completamente knock out, la mayoría de los, o sea digamos, periodistas que han recibido del ahora caído todo tipo de sobres, pautas y facilidades desde el 2003, ahora en el piso lo patean sin piedad. Se lamentan ante las aventuras de un gordo pito duro (CFK dixit), obseso sexual según parece, convocador de mujeres jóvenes y no tanto, preferentemente de la tele o de dudosa fama. Noches de alcohol, vasodilatadores (no me consta, solo por comentarios de allegados), mucha pastillita así no hay botón de stop. Sexo, droga y rocanrol, incluso en la cuarentena con el país encerrado y amenazado. Todo relatado y reiterado con perverso deleite disfrazado de espanto. La hipocresía y el cinismo como forma de hacer periodismo. No hace falta nombrarlos, son todas las caras de los canales de noticias, peor aún:

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Y Fabiola. Qué decir de esta chica de Misiones. En este caso el periodismo tiene una actitud ambivalente. Por un lado parece ser la “víctima” de ese gordo obseso sexual y golpeador. Situación aprovechada por caranchos para extorsionar con dinero o info asquerosa, que de hecho la hay. Marido que utilizaba su condición para engañarla casi a la vista. Humillaciones, ninguneos durante años.

Por el otro es la protagonista de viajes, organizadora de fiestas en pleno encierro, glamour, alhajas, casas, millones (ella dice que es pobre). Rodeada de altos personajes durante años viviendo en la Residencia de Olivos, repleta de personal de servicio, custodia, médicos, secretarios de todo tipo. Todo ese tiempo parece que nadie sabía nada. ¿Los medios, espantados porque se vienen a enterar ahora de golpizas y violencia psicológica? No embromemos, también ahí se nota la opereta.

Y el kirchnerismo calladito.

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CFK, factótum de su presidencia y enterada mejor que nadie de lo que pasaba en Olivos, guardó silencio cómplice antes. Tuvimos esta semana su presentación en Comodoro Py con motivo de un dudoso atentado. Ocasión perfecta con lo cual armó su show para despegarse del gordo y retomar la centralidad. El acostumbrado ego trip, siempre rodeada de alcahuetes y chupaculos que al igual que su líder, carecen totalmente de escrúpulos y la festejan y vivan. Que su largo paso por el poder no haya dejado más que pobreza, marginalidad y exaltación de todo lo miserable, no le importa a sus seguidores. Nuevamente:

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Y la sociedad, la gran cómplice, porque vota corruptos, vota personajes abominables, incluso indescriptibles. No es excusa la ignorancia, los mismos medios como herramienta del Sistema muestran sus bajezas sin pudor. Y, salvo excepciones, lo acepta y apoya. Es decir, la sociedad argentina, no en su totalidad por supuesto, es quien entroniza estos personajes abominables. Y ya no es cuestión de hipocresía, ignorancia, resignación o cinismo. Es:

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La Patria necesita dureza, dureza Romana, poesía pero de hombres con nervios férreos y visión profunda, como dijo Spengler, no veganismo palermitano, posturas buenistas, gestos de buena voluntad o asociaciones pautadas por el Enemigo.

 Argentina no tiene claro de donde viene, es decir ignora su pasado, solo una saga novelesca en su mayor parte. Por lo tanto no puede comprender lo que pasa. Y lo más grave, no puede saber a donde va.

Es decir, no sabemos hacia donde vamos.

 

@evelynmundo

Eduardo Siutti

Agosto 2024

 

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