DEUDA PÚBLICA: UN SALVAVIDAS DE PLOMO

 


Sin deuda seríamos libres.


Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)



En el año 2022 publiqué sobre la evolución de la deuda pública nacional durante el gobierno de Alberto Fernández (en curso en ese momento). DEUDA PÚBLICA

A principios del corriente año planteé un escenario imaginario donde los argentinos pagáramos la deuda (para los románticos: así es como se libró Rusia de su propia deuda y ahora la misma es del 17% del PBI) y así finalmente podríamos ser un país libre. (Libre de deudas). SIN DEUDA

Voy ahora a analizar el informe emitido por el ministerio de economía nacional sobre los datos de la deuda pública al final del 2023. Lo pueden leer directamente en DEUDA DE LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL - IV TRIMESTRE 2023 - MINISTERIO DE ECONOMÍA 


Evolución de la Deuda

Apreciemos la reducción respecto al año previo. Por el contrario, si se mide como porcentaje del PBI, dio un salto fenomenal. Se debe a: i) la caída del PBI al final del gobierno de Alberto Fernández, ii) el cambio del valor del tipo de cambio que deprecia en dólares el valor de la producción nacional.


Según este cuadro los mandatos presidenciales terminaron con los siguientes montos de deuda bruta:

  • Néstor Kichner (2007) :         U$D 176.870 millones
  • Cristina Fernández (2011) U$D 197.154 millones
  • Cristina Fernández (2015) U$D 240.665 millones
  • Mauricio Macri (2019)         U$D 323.065 millones
  • Alberto Fernández (2023) U$D 370.673 millones


¿Es para agarrarse la cabeza? Toda deuda de esa magnitud, ciertamente lo es, pero…

Hay elementos que permiten matizar esta situación.



El 45% de la deuda está en manos del sector público. O sea, no hay apuro.

El 21% en manos de organismos internacionales. Los mismos son instrumentos de sometimiento y a cambio de renovar la deuda se inmiscuyen en decisiones soberanas. Debemos recordar que todas las recomendaciones del FMI, sin excepción, son siempre para perjuicio del país. El FMI es un cáncer. Al menos para los países del Tercer Mundo como nosotros. Dicho esto, son renovables.

El resto, 34% está en manos de privados. Es la deuda que verdaderamente debemos tener en cuenta, y eventualmente pagar, sea justa o injusta. 

Será así si queremos tener obligaciones desestimables algún día. Como Rusia, cuya deuda es del 17% del PBI. 

Si nuestra deuda en manos de privados la evaluamos como porcentaje del PBI, nos da un 53,6% a fin del año 2023; pero si se toma el tipo de cambio promedio anual, es del 19,6% del PBI. Esta variación se debe al desastre que hizo Massa, en su carácter de ministro, con todas las variables económicas. Ahora bien, estas magnitudes son pagables. 

Significan un año o dos de apretar el cinturón. Estimado lector, piénselo. ¿Cuántos años venimos de sufrimiento en sufrimiento sin ver nada a cambio?


¿En qué moneda debemos?

Acá es donde se complica todo. El ministro Massa, a sus muchas conductas reprochables, debemos sumarle haber dolarizado la deuda pública. Negocio para algunos, enormes pérdidas para todos nosotros.

Actualmente el 72,0% de la deuda pública federal está nominada en moneda extranjera. Malo pero mejor que como la dejó Mauricio Macri con un 77,8%.

La buena noticia es que no todos los acreedores son extranjeros. Gran parte de esa deuda nominada en divisa está en manos del propio estado. Traduzco: parte de la deuda emitida en dólares o euros está en mano de acreedores estatales (ANSES, BANCO NACIÓN, estados provinciales y municipales, empresas del estado).


Vencimientos deuda privada

Como adelanté, la única deuda que debemos prestar atención en lo inmediato es la privada. A continuación muestro dos cuadros, el primero de capital, el segundo de intereses. 

El primer cuadro muestra los vencimientos de capital. Prestemos atención a los nominados en moneda extranjera. Excepto el corriente año, con vencimientos inferiores a los U$D 2.500 MM, los once años siguientes los vencimientos anuales van de los U$D 5.000 MM a los U$D 7.500. Totalmente manejables. 

A lo que agrego: esos vencimientos son nominales. Si hoy rescatáramos los vencimientos de, por ejemplo, el 2029, por supuesto, lo podemos obtener con un gran descuento. Por lo cual, con U$D 50.000 MM saldríamos rápidamente del atolladero. Si triplicamos o quintuplicar las exportaciones, es un número de fácil consecución. Si seguimos con el nivel de exportaciones actuales, también lo podríamos resolver.

El segundo cuadro presenta los vencimientos de intereses. Otra vez el mismo tema. Por un lado son U$D 2.500 MM anuales. Pagables. Por el otro, si uno comienza a rescatar el capital de la deuda, entonces los intereses caen estrepitosamente, lo que libera dinero para rescatar más capital de deuda. Todo esto conjuntamente acelera la reducción de la deuda total. Un círculo virtuoso.

Resumen

Es posible repagar la deuda con la pésima situación macroeconómica del país. Si se comienza a mover la economía, sería aún más fácil.

La pregunta entonces es: por qué ningún gobierno, desde 1983, buscó reducir la deuda argentina, verdadera herramienta de dominación.

Sin deuda seríamos libres. Es más o menos como si Alemania no tuviera bases militares norteamericanas y británicas en su territorio.

¿Por qué entonces ningún gobierno propone reducir la deuda? La respuesta es fácil: porque no son gobernantes; son interventores.

Todos los ministros de economía son algo así como la Margarita Stolbizer de las finanzas.

Dios se apiade de nuestra Patria.


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Fuente: Ministerio de Economía

Deuda de la Administración Central

IV Trimestre 2023  

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/presentacion_grafica_4t23.pdf 

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Notas relacionadas:

DEUDA PÚBLICA 

SIN DEUDA 


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