SEAMOS LIBRES, LO DEMÁS NO IMPORTA NADA

agosto 17, 2024

SEAMOS LIBRES, LO DEMÁS NO IMPORTA NADA

¿Qué es hoy la libertad?

Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)

¿Qué es ser libre? ¿Libre de qué? ¿Libre para qué?

¿Qué decimos cuando afirmamos que queremos ser libres?

¿Qué es la libertad?

La libertad sexual, por ejemplo ¿es libertad? Todo esa zaraza desde la segunda guerra mundial a hoy es ¿libertad sexual? ¿libertad femenina? ¿romper las restricciones del patriarcado? ¿o es darle una válvula de escape a los esclavos, gratis, además?

¿Qué sucede si uno empieza a ver el mundo con la óptica de “EL CLUB DE LA PELEA”? ¿O de “THEY LIVE”?

Somos unidades de carbono intercambiables, donde los que mandan promueven la promiscuidad como forma de entretenimiento gratis (más o menos) y además disruptiva de relaciones duraderas y de cohesión de la tribu.

¿Uno es libre si no es dueño de su techo?

¿Cuáles han sido los mecanismos para promover la caída de la tasa de natalidad en Occidente desde la segunda guerra mundial a hoy?

El primero fue la propaganda: “si tenés niños sos un gil”, “los niños son caros”, “las relaciones no duran" - ver punto anterior - "entonces mejor no tener niños”, “los niños impiden tu carrera y realización como mujer” (es profesora ayudante de sociología en la UBA). Esa es la parte propagandística.

Hay otras medidas gubernamentales más insidiosas. Cortar el acceso a la vivienda mediante diversos mecanismos: control de las tierras “construibles”, en particular en EEUU y Europa Occidental, encarecer artificialmente los materiales de construcción, regulaciones varias y…falta de acceso al crédito o planes de fomento.

¿Cuántos matrimonios ingleses abortaron (asesinaron) a su segundo o tercer hijo porque no tenían dinero para un departamento más grande? Sin embargo el estado gasta miles de millones de libras anuales en subsidiar vivienda para inmigrantes, mientras no existe un plan serio para que las familias (nativas) accedan a su vivienda.

El estado de EEUU gastó 4.000 millones de dólares en un año en financiar viviendas para inmigrantes. Más allá de que es un supernegocio (los locadores son megamillonarios o fondos de inversión y el locatario es el estado), lo cierto es que no hay dinero para que las familias compren su casa. Millones de matrimonios jóvenes, con trabajo, no pueden entrar en una hipoteca. ¿Suena armado? Está armado.

¿Libertad para hacer con el cuerpo de uno lo que uno quiera? Sí, siempre y cuando no pretenda reproducirse.

Vamos a situaciones autóctonas. El salario familiar existe desde mediados del SXX. Sobrevivió la Revolución Fusiladora, 18 años de gobiernos militares y radicales, los tormentosos ‘70s, la dictadura militar y a Alfonsín/Menem. Lo eliminó Néstor Kirchner con connivencia de Hugo Moyano. ¿Qué tal? Comprueben con sus ojos desde cuándo se ejecutan las políticas antinatalistas promovidas por la clase política argentina.

Volvamos a la libertad sobre el propio cuerpo. Uno es libre de suicidarse como quiera, de eso se colige que uno se puede suicidar en cuotas mediante la dipsomanía. Ahora bien, ¿quiénes controlan el mercado de la droga desde las Guerras del Opio a hoy? ¿Quiénes son los que descubrieron y comercializaron (en el SXX) la oxicodona y el fentanilo?

* * *

¿De qué nos liberó el General San Martín? De los borbones. Por lo cual estaremos agradecidos hasta la eternidad.

Ahora bien, hay más libertades que obtener.

Pendientes.

A elegir nuestro camino como nación, sin interferencias externas.
A poblar nuestro suelo.
A la prosperidad.
A generar las condiciones para que todos tengamos trabajo y sepamos ganarnos la vida con nuestras destrezas (Ver ENDURO).
A formar ahorros y conservarlo sin exacciones gubernamentales.
A construir el propio patrimonio, por más modesto que sea.
A defender la religión oficial de la República Argentina (art. 2 de la CN), hoy bajo asedio.
A decidir la educación de nuestros hijos, sin imposiciones de una minoría rivadaviana que hoy tiene el control del estado.

Son muchas las libertades a conquistar. Estamos lejos de una Patria Justa, Libre y Soberana.

Estamos lejos de familias no sé si justas, pero ciertamente que no son libres ni soberanas. Ser soberano de ahorrar, de construir la casa propia, de tener hijos y criarlos, de trabajar libremente y contribuir al cuerpo social.

Hoy parece imposible defender la ley. La mayoría de los miembros de la élite gobernante son ateos o paganos o anticlericales. Honrar el artículo 2 de la CN parece una quimera. Vandalizar una iglesia o defecar en la Catedral es un crimen no punible.

En estos últimos días cambió el gobierno del Reino Unido. Asumió el Partido Laborista. Las primeras medidas que tomó fue presentar una actitud hostil contra los nativos de clase trabajadora (blue collar workers). Esta gente, décadas atrás, constituía la base electoral del partido. Desde el gobierno de Blair, éste abandonó sus orígenes y se volvió el brazo de la burocracia estatal y de las clases medias urbanas, tanto empleados de grandes corporaciones, como artistas, académicos, etc., asociados a las crecientes multitudes de inmigrantes no cristianos. Promovieron una agenda al servicio de las grandes corporaciones.

Por supuesto, todas las políticas implementadas continuaron durante el largo interregno conservador. ¿Por qué no? ¿Cuál sería la diferencia? El resultado es que los trabajadores sindicalizados o autónomos nativos y cristianos se encuentran parias de toda representación. ¿Les suena? Los inmigrantes son usados por la élite gobernante como fuerza de choque anárquica contra el pueblo nativo. De ahí el concepto de anarcodictadura. Cuando el miedo natural a ser degollado no es suficiente, el gobierno, que para eso es gobierno, pone en funcionamiento la maquinaria de represión: jueces y policía. ¿Les suena?

La policía - y su correlato del sistema judicial - existen para sostener al régimen. No están para evitar que asalten una panadería. No fueron creados para eso.

De vez en cuando existe un gobierno que quiere que sus habitantes vivan en paz, prosperen, se reproduzcan y creen su patrimonio familiar. En cuyo caso instruyen a la policía para que prevenga el delito común y al sistema judicial para que castigue aquellos casos anómalos que sobrepasaron la coerción policial.

No es el estado actual. No es para lo que la policía y la Justicia fue creada. Son instituciones para garantizar la continuidad del régimen.

Tan es así que el “sistema” castiga al policía que se ocupa de reprimir el delito común contra los ciudadanos. El sistema incluso castiga a los agentes que se defienden de agresiones contra su propia persona. No es casual. Quieren dar el mensaje de la que la policía NO DEBE OCUPARSE de reprimir el delito común. Está para custodiar a los figurones y proteger los negocios del poder (contrabando, tráfico de drogas y personas, negocios financieros, tráfico de armas).

Si queremos ser libres, vamos a tener que hamacarnos.

Como hizo el Libertador. Como hicieron los patriotas que fueran sus subordinados. Como los integrantes del valeroso (y valioso) Ejército del Norte, bajo las órdenes del General Don Martín Miguel de Güemes. Como la Armada Argentina bajo el mando del Almirante Guillermo Brown. Y desde ya, todos los que pusieron pesito sobre pesito, bajo la organización de Juan Martín de Pueyrredón. Todos ellos trabajaron para el mismo fin. Y sus madres, esposas e hijas sufrieron lo indecible. Pero fuimos libres.

El General don José de San Martín, por el Maestro Enrique Breccia.

Ahora tenemos por delante un nuevo desafío. Tan o más osado que el 200 años atrás. Actualmente el imperio que nacía - el anglosajón - está más fuerte que nunca. Impone su ideología y su religión a todo Occidente. Maneja fondos no imaginados dos siglos ha. Controlan la prensa y todos los gobiernos, en sus tres poderes.

La religión que guió al Libertador y a los Generales Belgrano y Güemes y al Almirante Brown se halla bajo asedio.

Lo nuestro no es fácil. Y será más difícil aún. Pero recuerden esto: los argentinos y la República Argentina siempre juega de punto y jamás de banca. Siempre fuimos irreverentes frente al poder instituido. Fuimos y somos el error en la matrix. Somos los que les hacemos pito-catalán a los hipócritas de los franceses y no pedimos disculpas a nadie.

Prevaleceremos.