REBELDE
Autora: Eugenia Campos Carlés
Nos encontramos en tiempos extraños.
Tiempos en los cuales el sentido común resulta escaso y, paradójicamente, el relativismo es ley.
Al mirar mi alrededor me encontré con inhumanidad.
Nos hablan de igualdad. En todas partes leemos la palabra “igualdad”. ¿Cómo es que en ninguna parte noto igualdad? Por el contrario, cada vez nos alejamos más. No hay igualdad en absolutamente nada.
Todo se relativizó.
Es simple: si es un negro peleando con un blanco, ante la ley, el negro tiene razón. Si es una mujer peleando con un hombre, ante la ley, la mujer tiene razón. Si es un homosexual peleando con un heterosexual, ante la ley, el homosexual tiene razón. Entre otros miles de ejemplos.
Ya no interesa la verdad.
Esta es una igualdad diferente. Una en la cual ciertas minorías van a tener siempre razón por el hecho de ser minorías.
A este mundo no le importa la justicia verdadera. La usa en su discurso pero no cree en ella y ni siquiera la aplica.
Para este mundo las cosas son relativas. El que tiene el poder elige qué está bien y qué está mal y punto. Y lo interesante, es que este poder lo tiene ahora una izquierda que abarca a todas estas minorías. Ellas son las que tienen el poder. Ellas tienen el privilegio. El mundo se maneja por sus intereses.
Son el nuevo sistema.
Estamos en un punto de la historia muy interesante.
Todo lo que antes era rebelde y antisistema es ahora lo más sistema que existe.
Sufragista detenida. |
Por ejemplo, las primeras olas feministas eran antisistema porque exigían la educación de la mujer y su participación política. Cosa impensada para la época y además luchaban sin tener el apoyo de los poderes del momento.
Instalación pro aborto libre y gratuito frente a la Catedral. |
Hoy en día una feminista exige “aborto gratuito y seguro” o la “muerte al macho” y me pregunto ¿quiénes las apoyan? el Estado, la ONU, entre otros. En resumen, el poder. No creo que esa sea una verdadera rebelión.
Fijémonos cómo figuras como Malena Pichot son invitadas a todos los programas de TV mientras figuras como Agustín Laje o Nicolás Márquez son completamente excluidos y censurados.
Nos hablan de libertad de expresión pero ellos eligen qué tenemos que creer. Nos están mostrando sólo una cara del asunto. Cualquiera que no esté de acuerdo con ciertos esquemas pasa a ser automáticamente defenestrado. Pasa a ser calificado de “machista”, “homofóbico”, “racista”, etcétera. No nos dan espacio para pensar distinto. Acá solo se DICE que se respeta cualquier idea distinta. Pero sepan que sólo se DICE.
Porque el que piensa distinto pasa a ser atacado.
Esos grupos que en un principio eran rebeldes ya no existen como tales. Ahora manejan el sistema. Son el nuevo orden. Este sistema nos dice que criticar a un católico está permitido pero criticar al islam está prohibido. Nos dice que prefiere matar a un bebé en lugar de un perro. Nos dice que enamorarse es para idiotas y que casarse para infelices. Nos dice que la educación nos las da el Estado y no la familia. Nos dice que comer carne es para violentos.
Nos dice que defiende la igualdad de género pero luego dice que el sexo masculino es una aberración. Nos dice que discriminar está mal pero cuando llamamos “negro” a un negro o “chino” a un chino se vuelve loco diciéndonos que decir “negro” o “chino” es racista ¿desde cuándo las palabras negro y chino tienen una connotación negativa? ¿Si un negro no es negro y un chino no es chino entonces qué es? ¿No ven que eso es sacarle identidad a una persona? ¿Eso no es discriminar?
Estamos en un pozo de locura y todos obedecemos porque eso es lo que debemos creer. Estamos muy ciegos. Pensamos que eso es rebeldía. Pobre rebeldía si la dejamos bajo la bóveda del sistema. No la desprestigiemos.
La rebeldía necesita ser reivindicada por la figura de un nuevo rebelde.
Por un nuevo grupo de luchadores que buscamos la libertad.
Zamba del Gaucho Guerrero,
Hernán Figueroa Reyes.
Hernán Figueroa Reyes.
No queremos más la represión de este sistema que nos estigmatiza. Este sistema lleno de mentiras y tan alejado del bien. Alejémonos del relativismo. Apliquemos la justicia como corresponde. Defendamos la igualdad como se debe.
Y sobre todo, defendamos nuestra cultura. Y cuando lo hagamos no lo hagamos desde la posición de víctimas porque no lo somos. No peleemos con sentimentalismos. No usemos el discurso del sistema. Ese discurso lleno de eufemismos y palabras que suenan “lindo”. Hablemos de los hechos y no de cómo nos sentimos. Desconfiemos de lo que nos dicen los medios y seamos valientes al hacerlo. Seamos el nuevo rebelde. Ese rebelde que el mundo necesita.
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Eugenia Campos Carlés. |
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Nota de RestaurARG: Y para el que se quedó con las ganas, acá va una chacarera.
Jorge Cafrune, "La Martín Güemes".
Nota de RestaurARG: Y para el que se quedó con las ganas, acá va una chacarera.
Jorge Cafrune, "La Martín Güemes".