ÁLVARO URIBE
Lo único que existe es un estado fallido
Parece intuitivo decir, vamos a parecernos a los países que funcionan. Entonces, todos toman de ejemplo a las socialdemocracias de Europa, a Canadá, a Australia, a Nueva Zelanda, o a EEUU.
Países con gasto público superior al 40% del PIB, pero con PIB que supera los 30 mil dólares per cápita. Ahí empieza la discusión, ¿crecieron porque tienen esa carga impositiva y porque reparten subsidios? o crecieron a pesar de ellos? ¿O crecieron antes de ellos?
Al mismo tiempo, muchos ponen de ejemplo a presidentes del pasado argentino, sean Domingo Faustino Sarmiento, Nicolás Avellaneda, Julio Argentino Roca, Hipólito Yrigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear, Arturo Illia, Arturo Frondizi, Hector Campora, o Juan Domingo Perón.
Hay un grave error en esos diagnósticos, la Argentina actual no tiene ni punto de comparación con los países desarrollados porque es un estado fallido. Me explico, cualquier gobernante de los países desarrollados, sea Donald Trump o Angela Merkel, arranca con una base de país funcionando, instituciones, moneda, mercado de capitales, crédito, leyes que se cumplen y se hacen cumplir, sectores productivos, etc. Argentina no tiene casi nada de eso hoy.
Por otro lado, el pasado argentino no existe más. La sociedad cambió, y para peor. A fines de siglo XIX la gente tenia mas Fe en Dios, estaba dispuesta a realizar sacrificios, trabajaba mucho, y como su productividad era más baja que ahora, estaba mas dispuesta a defender el fruto de su trabajo. Todo eso viene decayendo sostenidamente.
Ademas, los que no producían, por lo menos, le reconocían el mérito a los que trabajaban, y sentían vergüenza para robar. Eran más respetuosos unos de otros. Eso último tampoco existe hoy en Argentina. Hoy los barrabravas son el ejemplo a seguir por muchos jóvenes.
Lo único que existe es un estado fallido, parcelado por distintas mafias, entre ellas el narcotráfico. Si bien hoy se habla mucho de Jair Bolsonaro y de Lacalle Pou, ellos todavía están en acción, es muy prematuro evaluarlos, por esa razón, el ejemplo que hay que mirar es el de Álvaro Uribe.
Para que Uribe llegara a la presidencia de Colombia, el 50% de los colombianos tuvo que sufrir el asesinato de un conocido a manos del terrorismo. Escalofriante demostración de estado fallido, ¿no? Estado que por la larga guerra interna, se encontraba muy empobrecido.
Uribe fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, derrotando a la guerrilla marxista pacificó al país. Cuando llegó al poder, la guerrilla controlaba el 10% de los municipios del país, y los secuestros y asesinatos eran diarios.
Para derrotar a la guerrilla, tuvo que incrementar el gasto militar de 3,6% del PIB al 6%. Al cabo de 2 años de mandato, la cantidad de secuestros, homicidios y delitos violentos había bajado un 50%.
Para conseguir semejante logro, Colombia se acercó a EEUU, país con el que firmó un acuerdo de comercio. Al mismo tiempo, recibió apoyo crediticio de EEUU para realizar la reforma del estado y privatizar empresas estatales deficitarias.
El PIB per cápita pasó de USD 6.900 en 2002 a USD 10.700 en 2010. Actualmente, el PIB per cápita de Colombia ronda el USD 14.400.
Un presidente argentino del siglo XXI que pretenda revertir el deterioro, y reparar el estado argentino, que hoy es un estado fallido, inevitablemente tendrá que emular algunas de las líneas de acción seguidas por Álvaro Uribe: como ganar elecciones, cómo reformar al estado, o como derrotar a los delincuentes y guerrilleros, y esto último desde la legitimidad del voto de su pueblo.
Tras la presidencia de Santos, las FARC recuperaron poder, y están poniendo en jaque a Uribe en los tribunales de Colombia. Confío en que Uribe los volverá a derrotar.
* * *
