LARRETA PEOR QUE SANTA CRUZ O FORMOSA
FORMOSA
Si bien Venezuela y Cuba son dos conceptos que aterran a muchos argentinos, hasta el punto de empujarlos a emigrar, deberíamos mirar con preocupación un escenario más probable: Formosa.
Desde 2002 a esta parte, la Argentina se fue pareciendo cada vez más a la provincia de Formosa. Una provincia donde encontrar un empleo privado formal es misión imposible.
Por esta razón, hoy los chicos del interior ya no vienen a trabajar a las grandes ciudades argentinas, prefieren irse a Australia, Canadá, EEUU o Europa.
En Formosa hay 2 empleados públicos por cada empleado del sector privado formal. En el país, hay 2 empleados públicos por cada 3 empleados del sector privado formal.
Entre 2005 y 2019, la administración pública nacional incrementó su planta de empleados un 90%. Y con estos, el gasto público sobre PIB, la carga tributaria y el endeudamiento.
Mientras que el empleo privado formal no crece desde, por lo menos, 2011.
Se incluyen los cargos de la planta de la administración central, organismos descentralizados y cuentas especiales.
Fuente:
Ministerio de Economía de la Nación. Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las Provincias (DNCFP). Disponible en: http://www2.mecon.gov.ar/hacienda/dncfp/provincial/gasto_medio.php
Año 2007. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/0BzQUku9vPMaLakJac0JXNEUwaEE/view?usp=sharing
Año 2013. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/0BzQUku9vPMaLYlozeHdEWGhZMk0/view?usp=sharing
La cantidad de empleados públicos en GCBA, por ejemplo, supera los 190 mil personas, habiendo partido de 139 mil en 2007 cuando llegó el macrismo.
Lo que demuestra que pese al discurso supuestamente "market friendly" del macrismo, en la realidad fueron llevando a cabo una política que está convirtiendo a la ciudad de Buenos Aires en otra Formosa.
Además de incrementar su endeudamiento, carga tributaria y regulaciones de todo tipo.
Además de la pérdida de espacios verdes y áreas deportivas.
En Formosa gobierna Gildo Insfran desde 1995. En 2019, su partido volvió a ganar las elecciones con el 70% de los votos. Mientras que el principal partido de la oposición obtuvo 28%, un frente conformado por la UCR. En Buenos Aires, el macrismo ronda el 50% frente al 30% del opositor kirchnerismo.
En la legislatura formoseña hay 30 legisladores, 20 partidarios de Insfran y 8 del principal partido opositor. En la legislatura porteña hay 60 legisladores, 41 de Larreta y aliados, y 17 de la principal alianza opositora.
Los tomas y dacas en uno y otro lado, entre los K y los M, están a la orden del día.
¿Hay algo más funcional que un legislador formoseño de Juntos por el Cambio para dar apariencia de normalidad a un estado fallido? Y, ¿ hay algo más funcional a los negocios inmobiliarios de Larreta que un legislador K?
Mientras tanto, con la cuarentena decretada por Alberto Fernández, la destrucción de empleos privados y empresas privadas aceleró a niveles nunca vistos antes en nuestra historia. Mientras el Congreso Nacional y el Poder Judicial siguen sin funcionar. A lo que se añade el gran blindaje mediático de Larreta.
Kirchnerismo, macrismo y radicalismo, más que partidos políticos, son agencias de empleos para colocar militontos en las injustificables estructuras estatales. Desde las Casas Trans de Larreta al Instituto Patria del kirchnerismo.
En su perverso accionar, fueron cercenando al sector privado. Llevando a la ciudad de Buenos Aires y al país entero a convertirse en otra Formosa.
Una provincia en la que para sobrevivir, hay que caerle simpático a Gildo Insfran, quien controla 2 de cada 3 empleos.
Formosa: un estado fallido temible e irrespirable de apariencias menos violentas que Venezuela. Una estación previa al chavismo, a la que no debemos llegar.
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