TENGAMOS MONEDA



Se gastaron los dólares vendiéndolos baratos.

Autor: Ricardo Inti Alpert (@intialpert) 

Deuda del BCRA. Financiamiento fallido de un intento de bajar la inflación o simple burbuja de impericia?

Las deudas acumulativas pueden ser las llamadas burbujas o no, dependiendo del factor determinante de su existencia. Y pasar los $9,5 billones, rumbo a los seguros 10 B antes de reyes o fin de año, merece un recorrido por la pista del error, ya que decenas de grandes pilotos se comieron "la curva de las Leliq".

Lo que sigue es largo. Pero remite a "todo lo que usted quería saber sobre la remuneración de los pasivos del BCRA pero temía preguntar”.

Si un pibe responsable, con ganas de tener un trabajito piola al terminar la escuela, le pide a un tío con plata dinero para pagar el anticipo de un auto, con el que hará remís y pagará con eso el resto de las cuotas, y al terminar el colegio, le ofrecen entrar a la reserva de un equipo de primera; es muy posible que el tío solvente y gamba le diga todo OK, no te preocupes, yo sigo pagando las cuotas y si te contratan en el club me lo pagás y si te toca trabajarlo, me lo irás pagando. Y pueden ser historias diferentes, de una estrella del deporte o de un chofer con auto propio, ambas bonitas.

Si en cambio el pibe consigue el anticipo, le entregan el auto y lo choca. No le dice nada al tío, le pide dinero para pagar las cuotas pero en realidad alquila un auto y se gasta el aporte del tío al que engaña con "el cuento del sobrino", el resultado será que algún día, cuando el tío le pida que por favor le devuelva el dinero, el dinero no estará.

Eso lo entiende cualquiera y serviría como breve introducción para empezar a explicar si la "Deuda del BCRA, es el Financiamiento fallido de un intento de bajar la inflación o simple burbuja de impericia". Pero cómo este texto, coloquial y breve, intentará explicar algo a mucha gente interesada y tiene un mínimo de complejidad, haremos un nuevo relato, con un ejemplo levemente más complejo que un sobrino que pide guita prestada para un proyecto de inversión (el auto para remís), o simplemente despilfarra los recursos ocultando que rompió el auto al principio y que cada cuota no lo acercó nunca a ser realmente el dueño sino que alquiló otro que sigue siendo propiedad de su dueño.

Consideremos entonces una empresa que se forma para hacer un estudio de factibilidad de un proyecto y asume una deuda para entrar a una licitación, basada en sus habilidades; la gana, e inicia un proyecto de inversión apalancado en el mercado de capitales. Obteniendo un capital que permite un primer tramo de producción, por ejemplo, de una represa hidroeléctrica.

Alcanzadas las certificaciones de cada etapa, busca sucesivos escalones de financiamiento para cumplir el plan de desarrollo y alcanzar la puesta en marcha. Y cuando la represa hidroeléctrica entra en funcionamiento, algo en el mercado eléctrico hace que el rendimiento económico previsto, esté debajo del que permitiría pagar los compromisos asumidos. 

Esa empresa, con una obra ajustada al proyecto y un proyecto originalmente ajustado al mercado, podría entrar en una etapa de mayores necesidades de financiamiento si se percibiera que la baja del rendimiento previsto es coyuntural, y estaríamos ante la necesidad de ampliarlo, pese al uso adecuado del original. 

E inclusive puede darse una situación que inviabilice la operación y deba asumirse el quebranto de la empresa, con diversas posibilidades de que lo invertido sirva para devolver una parte de lo financiado, haya alcanzado un alto valor por alguna otra convergencia de factores, o simplemente quiebre y se "pierda" todo lo invertido.

Cualquier empresa, que una persona o grupo emprenda, puede recibir financiamiento y este puede perder su valor, sin que eso permitiera objetar la idea de empresa ni la de financiamiento. Y habla específicamente del caso.

Cuando se habla de una bola, pelota o burbuja de deuda, se habla de otro tipo de caso. Que puede ejemplificarse de la siguiente manera:

Alguien de excelente reputación, producto de una peripecia o despilfarro, entra en quebranto. Y dada su reputación oculta ese quebranto mediante un préstamo que alguien le otorga a interés. Y lo devuelve y paga el costo financiero en base al crédito que aporta su reputación. Incrementando en cada ciclo el monto de los préstamos que recibe, con los que paga el anterior. Aprovechando que su constante asumir y afrontar compromisos favorece la obtención de préstamos crecientes.

Pero sin otro activo que el crédito que por diferentes motivos su reputación permite.

Caída la reputación por cualquier motivo, no cabe la pregunta de si existen activos que permitan liquidarse para asumir parcialmente las deudas. 

Y volviendo a los ejemplos, es distinto construir un activo valioso con capacidad de liquidarse en el mercado y respaldar una inversión en un activo, que simplemente usar préstamos y sus devoluciones sucesivas para aumentar un crédito que no se respalda en ningún tipo de activo fuera del mismo "track record".

Durante algunos años el BCRA "emprendió" la tarea de generar alguna certidumbre monetaria y ponerla al servicio del país, considerando que eso se ajustaba a su objeto. El Tipo de Cambio estable fue considerado una herramienta relevante para incrementar la productividad nacional, como puede serlo un remís para un muchacho o una represa para un operador. Son herramientas que si son utilizadas con talento, ayudan a mejorar el rendimiento del trabajo que se  desarrolle.

Y como el BCRA consideró que la previsibilidad en el tipo de cambio es al país lo que el auto al muchacho y la represa a la empresa, asumió que generar un colchón de dólares era beneficioso para el comercio exterior, el ahorro y la creación de valor, y acumuló divisas entre sus activos a partir de la emisión de Pesos, los guardó y en los momentos de devaluación, su activo ganaba valor ya que si el Peso lo perdía, "la represa" lo aumentaba. 

Sin embargo, la disponibilidad de dólares para la economía nacional depende de nuestra performance productiva en un marco global y no de lo que acumule en base a un crédito el BCRA. Ya que este puede servir para evitar pequeños movimientos, pero no abastecerá jamás a un país entero con ganas de consumir bienes y servicios "world class".  Y tampoco correspondería, ya que hay muchas formas para-arancelarias, arancelarias y aduaneras, de administrar la demanda de dólares, sin intervenir en un mercado que cuanto más libre, mejor funciona.

En un momento, cuando cierta estabilidad generó confianza, y la confianza disparó la vocación por el consumo más que por la Inversión, Argentina entera se volcó a consumir. Y  Siendo el consumo demandante de divisas, alguien percibió la conveniencia política de sostener el valor del dólar con esas reservas y "la represa se empezó a deslizar por sus cimientos". Argentina tenía que, salir a trabajar pero "vendió el chocado por dos pesos". Tenía que poner en marcha las turbinas, pero cambió los cables por un Masseratti, una moto de agua y tres años de buen whisky.

Se gastaron los dólares vendiéndolos baratos. El BCRA vendió lo dólares que no tenía que vender baratos. Y menos que menos, venderlos para otra cosa que recomprar los Pesos que había hecho existir para comprarlos. Y desde ese momento se intenta ocultar un quebranto ocurrido, con un plan de inversión inexistente que usa el eufemismo de "emitimos pasivos remunerados como forma de guardar dinero y que no aumente la inflación" mientras que pedalea los pagos prometiendo a cada vencimiento, un poco más.

El tema es que el "poco" hoy es mucho. Casi $20.000 millones diarios. Y genera un incremento en el total de los depósitos de 1,65 veces la llamada Base Monetaria al año, con un incremento del 87% en los depósitos totales y un crecimiento del llamado M3 (Moneda, depósitos y otros dineros disponibles por su propietario) del 80%, cifras que sorprenden por su paridad con la inflación real.

Como el central los renueva sistemáticamente, dice que esos depósitos no son "base monetaria" porque “compraron su deuda” y por lo tanto no se vuelven a ofrecer a crédito como los que sí se consideran base. Pero ya que aunque se los toma nuevamente, se les pagan a los titulares diaria, semanal y mensualmente, cada dueño de dinero es cada día dueño de más dinero.

Hoy el BCRA le debe a las familias, instituciones y empresas 9,5 Billones de Pesos. Y la pregunta que no se hace pero ya resulta obligatoria es: ¿Está la represa, o no? ¿Está el auto? Sabemos que no existe una represa de dólares pero si podríamos preguntarnos si hay una represa de Pesos, que parece no haber tampoco.

¿El BCRA debe 9,5 billones a corto plazo porque hace poco alguien le prestó 8,5? Y entonces hay 8,5 guardados y con hacer  1 se devuelve? ¿O los 9 son la acumulación de nunca haber pagado de otra forma que con promesas de mayores cifras el 1/4 inicial? ?Están el auto o la represa que valen casi 9,5 o se llegó a estos 9,5 diciendo, que "como no te puedo pagar, te pido que me aguantes y vengas de nuevo el mes que viene que te pago"; tanto tiempo y tantas veces, que pasamos de un par de cientos de miles de millones a casi 10 billones (Impresiona en los pocos días de redacción y ajuste de esa nota, los pasivos ya crecieron unos $300 mil millones)?

Más allá de que en el BCRA trabajan algunos cientos de personas, son menos "que los dedos de las manos" los que saben esto. 

Y la ambigüedad en la lectura de sus publicaciones estadísticas surge, no de una incapacidad técnica de los lectores, sino de una vaguedad informativa de los redactores, que posiblemente reciben un tipo de información adecuada a la actualización del "si pasa, pasa" y no a la aclaración que el país entero, sus instituciones económicas, políticas y financieras, necesitan y deberían exigir de una buena vez, ya que todos suponemos que el rey está desnudo, pero solo se muestra detrás de un bosque y en noches de luna nueva.

Ningún ítem cerca de Pasivos dice "Cajoncito con 8,5 billones" lo que nos dejaría a todos tranquilos. No hay represa ni auto. Solo mala praxis extendida años. 

En caso de que el BCRA tenga la costumbre de pedir plata para realmente quitarla del mercado, esterilizarla según el eufemismo de moda, y deber 9,5 a corto plazo pero guardando 8,5 en el bolsillo (auto o represa), información que no especifica su Informe Monetario Diario, la mala praxis sería imperdonable porque habría armado un descalabro estanflacionario por menos de U$D 7.000 millones. 

Si por U$D 145 por habitante de argentina (considerando 48 millones), el BCRA nos tiene hundidos en la estanflación desde hace años, podemos perder el mundial en Qatar porque el mundial de la mala praxis económica lo tenemos vitalicio.

Si en cambio, como suponemos los que estamos denunciando esta locura hace años, los casi 10 billones, unos 30 mil millones de dólares al tipo de cambio real y más de 50.000 al oficial, se deben por completo porque no hay auto, represa ni activo alguno, y simplemente se acumuló esa cifra por pedalear una fracción de la misma durante años, lo que hay que hacer es salir ya de esta tremenda estupidez y tener moneda de una buena vez, para que podamos hace un país los que realmente disfrutamos producir.

Tengamos moneda, que lo demás se hace trabajando.


Ricardo Inti Alpert

Consultora Tecnopolítica


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