DÉJÀ VU

Eduardo Duhalde y el 2020: un Déjà Vu


Autor: #Bajenelgastopublico @hpititiminisky


El 2020 se presenta superando la marca del 2002 en términos de destrucción de empleo privado formal y de Pymes. Parece un golpe letal para la clase media argentina.

A diferencia de aquel entonces, el default no es aplaudido por la casta polìtica. Pero, la infraestructura está más deteriorada y hay más argentinos con pasaporte extranjero dispuestos a emigrar. 

Hoy es más fácil hacerlo, hay más información, viajar es más accesible y hay mejores medios de comunicación. Tambièn hay más argentinos en el exterior dispuestos a tender una mano solidaria a los argentinos recién llegados a su país anfitrión.

Además, el descrédito de la clase dirigente argentina es mayor que nunca, porque se suma el pánico al kirchnerismo con la desilusión que significó el macrismo.



Además, en 2002 había un tipo de cambio único, al que luego le impusieron 15% de retenciones a las exportaciones. En 2020 hay varios tipos de cambio, por lo que ni siquiera la exportación resulta en buen negocio, por el atraso cambiario.

En aquel momento el país venía de años sin inflación y sin indexación de precios y salarios, la década del 90, y en 2020 el país viene de más de una década de inflación elevada, con varios precios y salarios indexados.

Y encima, la carga tributaria tuvo una fuerte expansión en los últimos 18 años, haciendo cualquier negocio inviable. Está en niveles confiscatorios que violan el derecho de propiedad privada garantizado en la constitución nacional.

La constitución nacional pudo ser violada porque Eduardo Duhalde logró cambiar la composición de la corte suprema de justicia, hacia un tribunal conformado por miembros que le permitieron violar la propiedad propiedad privada de los depositantes, entre otros.



Desde las elecciones de 1999 que Eduardo Duhalde venía proponiendo no pagar la deuda externa. El las perdió, pero eso no lo detuvo en su propósito de ser presidente y no pagar la deuda. Sin votos, en el 2002 pudo hacerlo. 

En 2002, se produce una maxi-devaluación a la que Duhalde acompaña con pesificación asimétrica. Logrando una gran licuación de las deudas de sus socios políticos como Ignacio de Mendiguren. 2002 fue un año de gran caída del PIB, destrucción de empleo y de Pymes, y destrucción del ahorro en el sistema financiero argentino.



Muchos medios de comunicación, al notar la caída en la publicidad de las empresas privadas, también se volcaron a trabajar para la casta política, y sostenerse en la pauta oficial. A partir de allí, a la gente común sólo le quedaron las redes sociales para expresarse, y algunos blogs.

En 2002, Duhalde, sin votos, instauró un nuevo modelo de país, con retenciones a las exportaciones, tarifas de servicios públicos congeladas (ruptura de contratos) y la deuda en default. También impuso a Néstor Kirchner, con el 22% de los votos. Y re-alineó al país con la dictadura comunista cubana. 



Fue en 2003 cuando el dictador Fidel Castro habló ante una multitud en la Facultad de Derecho de la UBA. También fue ese año en que los terroristas montoneros iniciaron una política de cruel venganza contra los militares retirados que los habían derrotado por la vía de las armas, con algunos casos en las que las prisiones preventivas excedieron los plazos máximos permitidos por la ley, aplicaron leyes retroactivas e incluso, no permitieron la prisión domiciliaria para ancianos y enfermos.



Y todo esto se logró también con el gran resentimiento y miedo que surgió a partir de la gran crisis del 2002. 

La crisis de 2020-2021 podría llevar el miedo, el resentimiento y la violencia a niveles nunca antes visto. 


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