EL PAIS DE JUAN
Autor: ripvanwinkle
Como casi todos tengo en mi lista tengo esas malditas listas de wathsapp que nacen con un fin determinado y luego se van al carajo casi sin atenuantes. La mía se trata de una que es para hablar de Racing e ir a la cancha que en el día de hoy me desayunó con una captura de un tuit de la ministro Stanley sobre una de estas visitas de los políticos en campaña que dan tanta vergüenza. en donde habla de una parrilla que puso un tal Juan en la puerta de su casa para ganarse un peso.
El tuit que acá vemos me resultó bastante rompedor sobre todo teniendo en cuenta el grado de corrección política que tiene el actual gobierno y sobre todo que sea Carolina Stanley la que lo haga.
Una vez visto esto y con las primeras impresiones dadas por el que mandó el mensaje, donde se mofaba del asunto , me dirigí rápidamente a Twitter a ver las repercusiones.
Y como siempre, con la clase política argentina temerosa y que jamás se moja con nada, me desayuno con que el tuit había sido borrado debido a los miles de tuits en respuesta de los indignados. Otra vez el gobierno reculando en chancletas.
Toda la zurda y la progresía se alineó para pegarle a Stanley y como siempre uno de los que no falla jamás nos deleitó con su corrección política a prueba de Trump y Farage si es necesario.
Este “buen” argentino progre urbano horrorizado y fuera de la realidad, con su mensaje que intenta ser críptico y resume todo lo que piensa un boludo que toma vinos de primera, come mejor aún, tiene como límites de su vida la Avenida Rivadavia para el Sur y el Oeste, Dorrego para el norte , el río para el Este y que seguramente tenga de mucama en la casa a la mujer de algún Juan con su correspondiente uniforme, se horroriza sin pensar en Juan en ningún momento. Mejor no decir nada a ver si le mancha la camisa.
Son los progres que viven afuera de la realidad y que por eso jamás lograrán que los Juanes conecten con sus buenas intenciones.
Porque el tipo para darle de comer a la familia se levanta a la 5 de la mañana para ir a comprar mercadería , donde seguramente irá en transporte público , cagado que no le roben la guita que lleva para poder abrir su boliche ese día, sorteando el barro de la calle por las veredas y el asfalto que jamás tuvo y luego de haberse bañado con una garrafa con la cual un baño de agua caliente le cuesta 10 veces más que la cálida ducha que se da el señor Villaruel en su mansión.
Pero el buen argentino es Juan en el momento que abre un boliche en la puerta de la casa seguramente pensando que en unos años lo que puede tener es un parrilla propia aunque la tenga que levantar con sus propias manos y las de sus hijos.
Es el que aunque no entienda el concepto de movilidad social es el hacedor de la misma. Esa que hizo grande a este país y que ahora en épocas de políticos burgueses y burgueses políticos quedaron relegados a tener que comer de la mano de los poderosos y que cuando quiere salir adelante por las suyas para los bienpensantes de la Universidad de Sociales es una casi una afrenta a su clasismo de claustros vacíos y pasillos llenos de nuestras universidades. Esa universidad de donde salen las investigadoras que ante la mujer de Juan dando el ticket del sandwich harían un estudio llamado “La cosificación de la mujer en las parrillas del conurbano”.
Argentina se está debatiendo entre el país de Durán Barba y el país de Laclau.
Pero está el país de Juan, ese que necesita que no le violen a las hijas, que el atmosférico no les cobre lo de una semana de laburo para sacarle la mierda del pozo negro, que le den un crédito para salir adelante y que no lo esquilmen en impuestos silenciosos para pagar la runfla de inoperantes y desalmados que se cagan en su vida y la de su familia.
Por eso tiene que aparecer en este escenario alguien que una todo eso y pueda en versión local versionar lo que ya vimos mientras diga y piensa en