¿DÓNDE ESTÁN LOS ARTISTAS PARA LA BATALLA CULTURAL?

 

Gian Lorenzo Bernini, "El rapto de Proserpina", detalle, Villa Borghese, Roma.

¿Por qué no vemos arte contemporáneo de calidad?

¿Dónde están los anticuerpos para combatir el feísmo que caracteriza a la arquitectura y plástica contemporánea?

¿Dónde están los artistas para poder hacerlo?

¿Cómo llevar a la población el mensaje de que hay que desear y admirar lo bueno, lo justo, lo bello?

Es una pregunta válida. Veamos la respuesta del artista George Alexopoulos (@GPrime85)

El desafío lo plantea Culture Critic (@Cult_Crit):


Queridos artistas, ¿qué les impide a ustedes pintar algo así?

A lo que George Alexopoulos le responde:

a) - Queridos clientes, ¿qué les impide a ustedes pagar algo así?
b) - Yo estaría feliz de pintar montones de cosas, en verdad. Sin embargo, ¿dónde está el dinero?

La razón de "estamos perdiendo la batalla cultural" es porque faltan clientes dispuestos a pagar por ello.
No hay falta de artistas.
Si usted necesita electricidad, contrata un electricista. Si usted necesita arreglar una cañería, contrata a un plomero. Si usted quiere que el arte exista, contrate a un artista.

"El arte es muy caro, no vale la pena la inversión".
Oh, mire todo el arte que sus enemigos políticos han realizado en las pasadas décadas recientes. Mire cómo usted ha perdido totalmente el control del relato de su cultura por al menos dos generaciones .
Plante las semillas de árboles frutales de los cuales no va a comer, estimado.



"Los artistas son temperamentales".
Contar historias sobre la complejidad de los seres humanos - darse cuenta de los colores, formas, patrones requiere una profunda sensibilidad perfeccionada por muchos años de práctica. Los artistas podemos parecer locos porque interactuamos con lo abstracto y lo hacemos tangible. Es parte de la profesión.

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Culture Critic reiteró la pregunta a los arquitectos:

Queridos arquitectos, ¿qué les impide construir un edificio así?

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Comentario de Restaurar: el arte tiene detrás un proyecto de poder y político del cual es su representación. 

Los ejemplos de Culture Critic son tomados del barroco. Es un movimiento cultural que responde a la Contrarreforma. Es la respuesta del catolicismo (y de los poderosos reinos católicos de España, Francia, Portugal, sur de Alemania y las ciudades de la hoy Italia, las Américas española y portuguesa) a la herejía protestante. El barroco intenta mostrarle al espectador/oyente/asistente/feligrés que la Iglesia y la Fe son poderosas, capaces de hacer lo Bello y lo grandioso para mayor Gloria de Dios y de pelearle y ganarle a la Reforma y a los reinos protestantes. Por eso es grandilocuente y abrumador; intenta convencer al creyente que se quede en la Iglesia verdadera y no huya con los herejes por una simple razón: porque van a ganar. Luego sí, el estilo se extiende a Inglaterra (anglicanos) y a la Rusia de Catalina la Grande. No aburrimos; fue un arte que tenía un proyecto político y de poder detrás. 

Para volver a hacer arte bello debemos: a) definir qué mensaje queremos transmitir, b) a quién, c) y luego sí llamar a los artistas y pagarles, como bien señala el Sr. Alexopoulos. 

Todos los artistas, todos (Bach, Pozzo, El Greco, El Bosco, Rubens, Bernini, Bellini, Miguel Ángel, Donatello, Velázquez, y tantos otros) cubrían encargos. De los reyes, los nobles o la Iglesia. Todos, con un mensaje muy preciso a dar.

Ejemplo: la reina regente de Francia, María de Médici, le encarga 24 pinturas a Pedro Pablo Rubens para que la presente inteligente, hermosa y una leal defensora del trono y del rey su hijo (a quien lo había dejado de lado para reinar ella, digamos todo). Concluye con un pedido de perdón (por haberle acuchillado por la espalda). En resumen: estas bellísimas pinturas tienen todo un programa político y de poder detrás. Rubens lo hizo porque le pagaron. Hoy tenemos una obra genial en exposición en el Museo del Louvre.

¿Queremos dar la batalla cultural? A abrir la billetera.


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