NOS VACUNARON
La presidente Cristina Fernández se aplica la vacuna contra el HPV (*). |
Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)
El INDEC publica la base completa de importaciones y exportaciones del país desde el 2002 a la fecha. También emite un informe trimestral sobre la industria farmacéutica para uso humano.
Las vacunas
Importaciones de vacunas 2002-2022:
Como se aprecia en el gráfico, se distinguen tres épocas desde el 2002 a hoy:
2002-2009, los gastos van de 12 MM U$D a 38 MM U$D,
2010-2020, los gastos oscilan entre 90 MM U$D y 250 MM U$D,
2021 a la fecha, los gastos van desde más de U$D 1122 MM a U$D 670 MM.
Veamos ahora las importaciones de vacunas por habitante 2002-2019 (dejamos afuera el efecto COVID-19). Son las cifras del cuadro anterior divididas por la cantidad de población.
Importaciones de vacunas por habitante en dólares por año. |
Gasto en dólares por año en vacunas. |
Esta columna sólo incluye las importaciones de vacunas para uso humano. Quedan fuera del cómputo las fabricadas en Argentina.
Hasta el año 2009, el gasto en importación de vacunas por habitante fue inferior a un dólar por año. Argentina es uno de los países con calendario vacunatorio más amplio del mundo y la tasa de cumplimiento de la población fue por décadas cercano al 100%. Traduzco: con un dólar por habitante por año cubríamos el calendario sanitario.
El 1º de julio de 2009 asume el Dr. Juan Luis Manzur como ministro de Salud de la Nación. A partir de su administración comienzan campañas de vacunación adicionales al calendario tradicional [1]. A partir de su gestión el gasto en vacunas se triplica por habitante. Es una tendencia que se mantiene hasta el final del mandato de Cristina Fernández y se prorroga todo el gobierno de Mauricio Macri, cuando llega a U$D 3,85 per cápita.
En el año 2020 se comienzan a importar vacunas por COVID-19, con un cénit en el año 2021 de U$D 1.122 millones.
La gran mayoría de las vacunas son compradas por el estado. Sólo una pequeña parte de vacunas voluntarias son de comercialización privada.
Olvidemos por un momento el monstruoso gasto público del 2021/2022 en vacunas, promovido por la gran estafa internacional que fue el COVID-19. Se trata a todas luces de un gasto excepcional.
Argentina pasó de gastar menos de un dólar por habitante por año, con lo que cubría con largueza el amplio calendario vacunatorio argentino, a casi U$D 4 por habitante. Triplicó el gasto sólo con el cambio de gestión del ministerio. ¿Qué explicación puede tener esto? Por otro lado, se aprecia en este rubro, como en todos los otros, que no hubo cambio alguno de tendencia con la gestión de Mauricio Macri.
La industria farmacéutica argentina
El INDEC elabora informes trimestrales. Los pueden obtener aquí.
Sólo quiero remarcar algunos puntos interesantes del informe a diciembre 2022.
El 80% de los insumos son importados. Básicamente, se trata de un negocio de fraccionamiento y comercialización, con excepción del 20% de fabricación local.
Es un negocio de millones de dólares con un buen número de representantes/lobbistas en el Congreso [2].
Facturación de la industria farmacéutica discriminada por destino de uso
Como dato adicional, el 7,9% de las ventas totales tienen por destino la regulación y/o cura de los aparatos genitales. Da una idea de la magnitud del negocio hormonal. Esto incluye píldoras anticonceptivas, abortivas, para tratar la disfunción eréctil, hormonas para morigerar la menopausia y la novedad de la castración de púberes y adolescentes.
Un tema preocupante es el gasto en medicación para el normal funcionamiento del aparato digestivo de 16,7% del total (lo cual explica la cantidad de publicidad en televisión).
Un nuevo gobierno de verdad deberá revisar todos los aditivos en los alimentos de consumo masivo, tanto conservantes como los que se usan para aumentar el volumen o acelerar procesos de maduración. Genera una enorme cantidad de patologías en el aparato digestivo y hormonal. Tenemos como base para trabajar los trastornos en la población de EEUU, donde ese tipo de agregados son habituales. Como contrapartida, Italia, prohíbe su uso en gran parte. Vemos la diferencia en las siluetas de la población y en los indicadores de salud entre ambos países.
Invito al próximo gobierno a replicar las prohibiciones italianas sobre la elaboración de alimentos de consumo masivo.
El 12 % se destina a los tratamientos del sistema nervioso. Eso amerita todo un artículo para ese punto solamente.
Importaciones de medicamentos y drogas base de los mismos
Las importaciones de medicamentos, incluidas las vacunas para uso humano, pasaron de un promedio anual de U$D 590 MM en el período 2002-2009, a un promedio de U$D 1600, a partir del 2010 hasta el inicio de la difusión de COVID-19.
Aún sin la anomalía de las vacunas COVID-19, la importación de los últimos años supera los 2000 U$D MM anuales.
El período 2002-2009 se gasta el 3% del presupuesto de importaciones de drogas y medicamentos en vacunas de uso humano. A partir del 2010, esa proporción se duplica. Pasó a ser un tercio del total en el 2021. Bajó posteriormente en el 2022, sin recuperar los niveles previos.
Como vemos, a partir de la incorporación del Dr. Manzur al ministerio se establece un nuevo esquema de gasto, donde una parte mayor de los recursos se destinan a vacunaciones, algunas de ellas exóticas.
Esto va de la mano de una agenda promovida por la OMS y financiada por el Banco Mundial, que implicó ampliar las variedad de vacunas suministradas, para incluir las correspondientes a enfermedades poco difundidas. Estos mayores gastos no siempre se ven reflejados en el presupuesto, por ser créditos del BM [3].
El Congreso aprobó entre gallos y medianoche, la ampliación de las vacunas a inocular en la población, sin que, por ahora, haya sido reglamentado; ley 22.491 de 2018.
La industria farmacéutica argentina
Como se verá, la industria importa más del 80% de los medicamentos o de sus insumos. Tenemos una industria altamente protegida, que caza en el zoológico, que recibe ingresos de toda la población a lo que hay que sumarle las compras del gobierno, sin que, luego de décadas de tratamiento preferencial, haya podido lograr el autoabastecimiento.
La ausencia de autoabastecimiento es relevante, no por una cuestión económica (lo más barato sería comprar a la India y Vietnam y olvidarnos), sino por una cuestión geopolítica. Si nos ampliaran el embargo comercial - debemos recordar que la Argentina sufre 40 años de embargo sobre algunos productos - escasearían los medicamentos más esenciales.
Si consideramos a la industria farmacéutica argentina como una inversión que ha hecho todo el pueblo argentino - pagar carísimos los medicamentos durante décadas - a cambio de tener una industria farmacéutica autónoma, debemos reconocer que nos han estafado. Porque hemos pagado caro y estamos dependientes del exterior igual que antes de la Segunda Guerra Mundial [4].
A futuro: propuestas
Por lo pronto, hay que romper la lógica establecida durante el gobierno de Cristina Fernández, donde se obedecen acríticamente las indicaciones de los organismos internacionales y se duplica, sin mayor explicación, el gasto en vacunas. Esa política fue continuada por la administración Macri y la actual de Fernández. Debe hacerse lo mejor para el país y no para las farmacéuticas. Si ambos objetivos coinciden, bien, caso contrario, se las desaira.
El presupuesto de salud debe dedicarse en primer lugar a prevenir las enfermedades y luego a la asistencia. Debemos ser cuidadoso en la indicación de medicamentos; evitar el exceso de prescripciones.
El sector público deberá comprar directamente a los grandes productores internacionales, India y Vietnam, para cubrir las necesidades del sector - el cual, vuelvo a proponer, deberá ser nacional - y sacar del medio a los intermediarios locales, que sólo contribuyen a aumentar el gasto del sector público sin agregar valor. Se trata de grandes contratistas del estado, quienes ponen y sacan ministros y compran lugares en las listas; siempre cuentan con lobbistas en el Congreso. La compra directa a países productores de medicamentos producirá grandes ahorros del presupuesto público, además de mejorar nuestras relaciones comerciales con dichos países [5].
Argentina tiene gran cantidad de excelentes científicos. El ANLIS en general y el Instituto Maiztegui (INEVH Maiztegui, Pergamino, Prov. de Buenos Aires) en particular, producen toda suerte de prototipos de vacunas (al igual que el INTA para uso veterinario). Son pioneros en el mundo (el Inst. Malbrán se inauguró en 1916). Deben generar las bases para la producción argentina - con posesión de patente - de las diferentes vacunas más usadas.
Argentina debe definir qué insumos farmacéuticos son críticos y producirlos localmente. Si es necesario, bajo el control y/o administración de Fabricaciones Militares. No podemos vernos envueltos en un conflicto sin estar cubiertos. Y no se engañen, vamos hacia ahí.
Debemos prohibir el uso de aditamentos en los alimentos ya que producen estragos en la salud de la población.
Debemos derogar la ley de salud. Por el momento, volver a la anterior. Luego veremos si nos sale algo mejor.
Fuentes INDEC
Lecturas relacionadas
[1]
Ej. HPV.
[2]
Jamás me cansaré de explicar cuán importante es tener representantes en el congreso. Esto sirve para el sindicalismo, los productores agropecuarios, los desarrolladores de sistemas o los policías.
LA PARTICIPACIÓN DEL CAMPO EN LA VIDA PÚBLICA ARGENTINA
http://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html
[3]
En el presupuesto sólo vemos la programación de los repagos, sin indicar el destino original del préstamo. Sí se aprecia si uno revisa los rubros de importación, como es el caso.
[4]
No es un tema menor.
Doy otro ejemplo. Es como no poder fabricar autos. Si estuviéramos en problemas, no tenemos fábricas de autos ni de autopartes. Deberíamos movernos a caballo.
Este caso es igual: no tendríamos medicamentos porque se importa el 80% de los mismos.
[5]
El gran objetivo argentino de corto plazo debe ser ingresar a los BRICS.