JOHN WAYNE NO EXPLICÓ NADA
Autor: Juan Martín Perkins
El Dr. Anthony Fauci vendría a ser a los EEUU lo que Ginés González García fue para la Argentina en tiempos virulentos de Covid.
Seguramente un poco más aficionado al agua, jabón y champú don Anthony, pero en cuanto a fundamentos científicos con referencia al virus, nada que envidiarle a nuestro Ginés.
Lo mismo puede decirse de las similitudes entre Biden y nuestro querido Alberto, dos fósiles jurásicos mentirosos de la misma era que maltrataron a la población, restringieron libertades, sembraron el terror y nos llevaron a la quiebra mental y económica.
Al día de hoy, todavía no explicaron nada, ni mucho menos pidieron perdón por todos los daños ocasionados por su mala praxis, torpeza o mala intención.
El Dr. Fauci tiene 82 años y ya está retirado de la función pública, pero aún sigue presentándose ante los congresistas de su país para dar explicaciones que permanecen como secreto de estado.
Parece que la humanidad no tiene derecho a saber cuál fue el objeto y los resultados de tan gigantesca manipulación global.
Según trascendieron algunos detalles de la larga exposición de Fauci en el Capitolio, no hay precisiones sobre los beneficios de la distancia social, el uso del barbijo, los tratamientos con ivermectina, el aislamiento, los casos de muerte súbita en jóvenes sanos y su relación con la vacuna.
Parece que no hay nada en claro, o mejor dicho, lo único que ha quedado muy en claro es que hemos estado en manos de irresponsables o ineptos en el mejor de los casos, para no entrar en teorías conspirativas.
Según los trascendidos sobre dichos del Dr. Fauci (eminencia infectológica), tampoco está claro si el virus proviene de un laboratorio, de un murciélago, del mercado de Wuhan o de la imaginación de Bill Gates, George Soros o Carlos III de Inglaterra, por citar 3 influencers poderosos manipuladores.
La cuestión es que hoy la Organización Mundial de la Salud es menos creíble que Alberto explicando el cumpleaños de Fabiola.
Lo lograron, nadie cree en nadie y al día de hoy no sabemos cuáles fueron las medidas sanitarias más eficaces para enfrentar el virus. Lo que sí sabemos, es que el protocolo que nos impusieron indicaba abandonar a nuestros seres queridos a su suerte, sin asistencia ni tratamiento. Inhumano.
¿Alguien pidió perdón?
El denominador común de la psicópata cuarentena eterna fue el abandono, el terror y la arbitrariedad, combo perfecto para despojarte de tu libertad.
Bandas lideradas por ignorantes con pretensiones de cacique nos cortaron la calles con taludes de tierra, decretaron toque de queda, implantaron días y horarios de libertad vigilada transitoria, suspendieron las clases y todas las actividades no declaradas esenciales, separó y aisló familias…
Y nadie pidió perdón.
Mientras todo era Covid, Alberto tuvo 90% de imagen positiva, Larreta fue Gardel y Zurro se mostraba haciendo control de uso de barbijo en el acceso disfrazado de John Wayne…
Muchos aplaudían como focas.
¿Se entiende por qué no tenemos un ápice de respeto por estas “instituciones”?.
Sus dirigentes y burocracia resultaron estafadores de la ciudadanía.
Lo sabemos pero disimulamos, a nadie le gusta reconocer que ha sido engañado.
Juan Martín Perkins.
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